Después

[sara_f_black]

Fandom: Harry Potter
Título: Después
Personajes: Ron/Hermione
Notas mías: regalo de cumpleaños para eva_1102. Esta pareja no me sale, pero lo he intentado con todas mis fuerzas. Demasiado angst y espero que no demasiado OoC.


El tiempo había transcurrido de manera irreal desde que habían decidido volver a Hogwarts. La búsqueda de la diadema, bajar a la cámara de los secretos, el fuego en la sala de los menesteres, la muerte de su hermano, la muerte de muchos otros… La muerte de Harry. Su regreso al mundo de los vivos, la caída de Voldemort, la reconstrucción de la varita de su mejor amigo… Nada de eso podía contar como tiempo normal. Había sido algo surrealista, y ahora había terminado.

Era como si el tiempo se hubiera hecho más pesado. Después de correr con tanta rapidez que mareaba, como sangre manando de una herida, ahora se había vuelto espeso. Se sentía agotado, incapaz de procesar todo lo que habían vivido. Nunca se había sentido así. La alegría de que finalmente todo había terminado no llegaba. Sólo el cansancio que había evitado por semanas.

La sintió acercarse. Sus pasos eran firmes, siempre segura de si misma, incluso en esas situaciones. Se giró aunque estaba seguro de que era ella quien se acercaba. Su mejor amiga.

Si hubiera estado menos cansado hubiera sonreído. Ellos no eran amigos desde hacía mucho tiempo. Tal vez habían tardado mucho en descubrirlo, o en aceptarlo. Pensó en lo cerca que había estado de perderla, en sus gritos de dolor en la mansión Malfoy y en su aspecto cuando habían llegado a Shell Cottage. Había tenido mucho miedo. Verla ahí, cansada como él, pero a salvo, le hizo sentir una tranquilizadora calidez en el pecho.

Llegó a su lado y puso una mano en su hombro.

-Ron… Tu madre me preguntó dónde estabas.

Él asintió y desvió la mirada.

-Entraré en unos minutos.

-Entiendo.

No dijo nada más, pero la suave presión de la mano en su hombro era reconfortante. Junto con el cansancio estaba llegando la tristeza también. El terrible sentimiento de pérdida. La aceptación. Todo había acabado, pero Fred…

Fred y tantos otros. Remus, Tonks, Lavander.

A cualquier otro le habría dicho que era imposible que entendiera. Que le dejara solo, que nadie podía saber lo que sentía. Pero no a ella.

Habían pasado por mucho juntos. Se habían separado en algún momento del camino, pero en el fondo habían vivido una sola vida desde hacía mucho tiempo. Ella entendía de verdad.

La sintió removerse algo incómoda, y la mano se retiró lentamente.

-Creo que quieres estar solo. Estaré adentro, con los demás.

La sintió alejarse unos pasos, pero con mayor rapidez de la que creía posible con lo cansado que estaba se giró y la tomó de la mano.

Hermione Granger miró su mano entre las suyas y luego levantó la mirada para encontrarse con sus ojos.

-Estaré dentro - repitió.

Ron negó moviendo la cabeza a ambos lados categóricamente.

-¿Crees que podrías quedarte? Un rato.

Ella contuvo una pequeña sonrisa y asintió. Él aliviado soltó el aire que había contenido al oír sus intenciones de dejarle ahí, y con suavidad jaló de su mano hacia él. Ella se aproximó y él confesó en voz baja, algo avergonzado.

-Creí que cuando todo terminara estaría feliz. Vaya error, ¿no?

-En una guerra no se puede pretender un final feliz. - repuso ella con ese tono de sabihonda que tanto había detestado Ron en un inicio. Como si fuera una verdad absoluta que hubiera leído en un libro que había memorizado alguna vez.

No recordaba cuándo eso había dejado de molestarle.

-¿Cómo está Harry? - su voz sonó ausente. Le importaba cómo estaba su amigo, pero no se sentía con fuerzas para enfrentarlo.

-Está con Ginny - dijo Hermione con un tono que denotaba preocupación por la que sería su respuesta.

Ron rió poco, sin ganas.

-Debo estar demasiado cansado, no tengo fuerzas para hacer de hermano protector ahora.

Hermione sonrió a su vez, y estrechó la mano de Ron que todavía sostenía la suya.

-Lo agradecerán. Puedes ser realmente molesto.

¡Qué tiempos aquellos en los que su mayor preocupación era ganar la copa de Quidditch aunque Harry estuviera en detención! Era cierto que su vida no había sido calmada y normal desde los 11 años, pero siempre habían tenido tiempo para vivir lo que se esperaba de alguien de su edad. Ese año que terminaba ese día, aunque a penas estuvieran en primavera, había sido totalmente distinto.

-Creo que tendré tiempo para ser molesto después.

Después. Esa noche se había dado cuenta de que no había pensado en qué haría cuando cumplieran su misión. La preocupación de sobrevivir el día a día no le había dejado pensar en el futuro, y tampoco era algo que le hubiera preocupado mucho antes.

¿Qué quería para su futuro?

No era el momento de pensarlo. No se sentía capaz de pensar nada, y era lo que no dejaba de hacer desde que habían bajado de la torre del director.

-Sí, después - dijo ella tratando de darle aliento con una sonrisa y un poco más de presión en su mano.

Ron la miró a los ojos. No había olvidado lo sucedido durante la batalla. Todo había sido caos y peligro. Todo menos ese momento en que ella le había besado como él nunca pensó que haría. Le había correspondido con avidez, ¿de qué otra forma podría haber sido? Podrían morir en cualquier momento, y ese asunto inconcluso no podía terminar así.

Pero ahora la guerra había terminado, el peligro de muerte ya no estaba.

¿Había un después?

La duda latía en él desde que su mente no paraba de dar vueltas tras acabado todo. No solía pensar tanto las cosas, pero en ese momento era inevitable. No se atrevía a preguntarlo, no sabía siquiera si era apropiado pensar en ello mientras el cuerpo de su hermano estaba todavía en el castillo...

Ella le miró fijamente también, con esa misma determinación que tanto le gustaba. A veces no la entendía, sabía que no se entendían y todo terminaba mal. Pero no fue eso lo que vio en sus ojos. Ella le entendía, porque en el fondo se hacía la misma pregunta.

-Habrá tiempo para todo después - dijo ella con la mayor seguridad posible, aunque Ron podía notar la duda en su voz, la espera de su confirmación.

Quiso decir algo apropiado, pero no se le ocurrió nada ni recordó ningún consejo maravilloso del libro que parecía haber leído hace tantísimo tiempo. Así que simplemente asintió.

Ella sonrió, como si aquel simple gesto hubiera sido suficiente.

Para ella lo era. Porque de Ron no la habían enamorado sus palabras, ni su sensibilidad ni su delicadeza para hablar. Él era franco, directo, auténtico. Era todo lo que Hermione esperaba de él.

Pasó un brazo por la cintura del chico y apoyó la cabeza en su hombro. Ron sonrió al sentirla así y apoyó la barbilla entre sus rizos.

Ya habría tiempo para todo después.