Fandom: Scared Rider Xechs
Título: Bad-song
Pareja: Suzuki Kazuki/Mutsuki Hijiri
Advertencias: O.O.C., enserio OOC.
Notas: Pero si sus canciones molan.
Nadie puede entender la pasión que muestra Kazuki cada vez que redacta una canción; la gracia, el ritmo y la temática siempre son un caos en sus partituras, cualquiera, incluso un analfabeta estaría capacitado para poder decir que Suzuki no tiene el más mínimo talento para escribir música. Sin embargo, pese a las negativas de los demás, el tecladista sigue haciéndolo, incluso ahora con la llegada de un nuevo miembro sus impulsos por crear melodías parece haber estallado. Se la pasa en el estudio creando a diestra y siniestra. Ningún integrante ha intentado frenarle, porque aguardan que con tanta práctica el hombre logre escribir algo decente, algo de lo que cual Takt no tenga que molestarse en re-escribir. Pero, para ser sinceros, la maduración de Kazuki es solo una utopía, cualquiera sabe que eso no va a pasar, nunca. Y mientras no utilice demasiado papel y tinta, no hay problema en dejarlo derrochar su éxtasis.
Pero la realidad que nadie conoce, solo Rickenbacker, es que Suzuki en verdad es un genio de la lírica. Que su talento azoraría al mejor compositor existido; es sólo que es un narcisista egoísta, al cual no le agrada compartir su ingenio con nadie, excepto con su sustancia y cierto joven apostador a quien cree el único capaz de darle voz a sus baladas.
― Pff, ¿qué diablos es esto? ― una risa reprimida y un tono burlón sumados a esa expresión de entre gracia y compasión, es la actitud que ahora mismo tiene Mutsuki ante las hojas que sostiene en la mano.
― Oh. ¿Desde cuándo dejaste de apostar dinero y empezaste a jugar el cerebro, Hijiri?, eso no está bien, ¿qué sucederá si te quedas sin esa parte tan importante de tu cuerpo?; ¡oh, pero que terrible!, ya no podrás retener en tu cabeza mis hermosas letras, ¡que desgracia! ― la contestación de Suzuki es suficiente para desvanecer la mofa que estaba apenas por empezar Mutsuki.
― Oi ― frunce el entrecejo y le aplica una agresiva e irascible pronunciación a sus palabras ― olvidar tus pseudo-canciones sería lo mejor para mi cerebro ― arroja las hojas sin reparo alguno.
Ese acto es observado a detalle por Kazuki, quien solo empuja el puente de sus lentes, los cuales ni siquiera han intentado resbalar por su nariz.
― ¡Ah!, que insensible; tan solo quiero que brilles a lado de esta hermosa canción, ¿cómo puedes ser tan desagradecido? ― la actuación pedante de una tragedia y el manoteo exagerado es tan inútil, que lo único que logra causar en Mutsuki es fastidio y aburrimiento.― Deberé entonces pedirle a Takt que lo haga como siempre.
Podría, tal vez, funcionar eso último, pero para desgracia de Suzuki, Hijiri ya se encuentra saliendo por donde entró. Iría tras él, pero justo ahora que lo ha dejado sin importarle en lo más mínimo sus sentimientos plasmados en dicho papel, le ha llegado nuevamente la inspiración; así que no tiene tiempo para buscar la reconciliación, que ya tiene, con Mutsuki.
― Hum, dentro de poco vendrás, y entonces rogarás por escucharme pedirte que cantes, Hijiri-kun ― aunque no entienda ni más de la mitad de la letra, o más bien diga no hacerlo.
Porque Suzuki sabe que en verdad la comprende, como lo hace en silencio Rickenbacker.