30 días // JunSeung // Capitulo 12
12. Encanto
Jun se separó de mi justo en el momento en que las puertas del ascensor se abrían, mostrándonos un pasillo repleto de gente. Yo intenté calmar mi respiración y le seguí con la cabeza algo agachada para que no se notara el rubor de mis mejillas.
Entramos en la sala donde un par de horas antes nos habían entrevistado y cerró a nuestra espalda. Yo levanté la mirada y me sorprendí al no ver a nadie.
- Jun, ¿Estás seguro de qué es aquí? -Sus manos se deslizaron por mi cintura y quedó pegado a mi espalda. Me ericé.
- Tan seguro… -me dio un beso en la nuca- como que el sms me lo inventé.
- ¿Qué? -Intenté darme la vuelta, pero me sujetó con fuerza, ladeando mi cabeza para besar el cuello.- ¿P-por qué?
- … me apetecía besarte.
No pude decir nada más y me mordí el labio inferior al escucharle. El cuerpo volvía a quemarme por su contacto.
Noté como una de sus manos bajaba hasta rozar mi entrepierna por encima de la ropa, excitándonos a ambos. Gemí débilmente abriendo la boca.
Era consciente que Jun tenía un encanto especial que me volvía loco. Cuando una parte de él me tocaba, todo lo que nos rodeaba dejaba de perder sentido.
Me dirigió, sin despegarse, a una gran mesa cuadrada para que me apoyara. Rozó su miembro con mi trasero y jadeé.
- Jun, por favor… -Tragué saliva- N-no sigas con esto…
- ¿Quieres… -se echó un poco sobre mi espalda dejándome con las manos estiradas sobre la mesa- que pare…? -Exhaló sobre mi oreja y me mordió el lóbulo.
¡¿Cómo demonios iba a querer que parara?! Todo mi cuerpo me pedía a gritos que entrara en mí y me quitara la respiración de una embestida, pero la puerta sonó y se me heló la sangre. Jun se mantuvo en silencio un segundo, creo que con la esperanza de que se hubieran equivocado. Se escuchó la voz de YoSeob pidiendo permiso para entrar.
- ¡…! -No reaccioné hasta que Jun tiró de mí rápidamente para sentarnos en las sillas al mismo tiempo que la puerta se abría.
- ¡Eh! -La cabeza del moreno se asomó con una sonrisa.- ¿Habéis terminado?
- Sí. -Yo no pude contestar, así que lo hizo Jun con su encanto de siempre.- Hwan acaba de marcharse. ¿Pasa algo?
- Solo queríamos saber si ya estabais. -Sonrió y me mordí la lengua para no lanzarme sobre él.- Nos han dado libre el resto del día. -Abrió del todo y cambié mi cara al instante al ver a Dain a su lado.
- D-dain… -¿Qué hacía con ÉL?
- Me tropecé con ella por el pasillo. -YoSeob seguía hablando con esa estúpida sonrisa.- Podríamos dar una vuelta todos juntos. ¿Os apetece?
- No. -Dije yo al instante.
- Sí. -Jun sonrió. Me dio miedo.- Estaría bien estar todos juntos un rato. -Me miró y me dio un codazo.- Venga, así nos presentas a Dain.
Tragué saliva para calmarme y acabamos por levantarnos. Jun se acercó con ánimo a su “estúpido” novio, abrazándole y saliendo con el por la puerta. Yo miré a Dain con una sonrisa.
- Si no quieres salir… -Ella agachó la cabeza pero hice que me miraba.
- No quería decir eso. -Le di un beso en la mejilla. El primero que le daba.- Es solo que no quería salir con ellos. Pero nos lo pasaremos bien.
Eché un vistazo al pasillo y les vi darse un beso. Se me revolvieron las entrañas y destilé veneno por cada poro de mi piel. Miré a Dain y cogí fuerte su mano para inclinarme un poco y darle un beso en los labios.
No le tendría a él, pero sabía cómo calmar mi corazón cuando dolía.
Jun se separó de mi justo en el momento en que las puertas del ascensor se abrían, mostrándonos un pasillo repleto de gente. Yo intenté calmar mi respiración y le seguí con la cabeza algo agachada para que no se notara el rubor de mis mejillas.
Entramos en la sala donde un par de horas antes nos habían entrevistado y cerró a nuestra espalda. Yo levanté la mirada y me sorprendí al no ver a nadie.
- Jun, ¿Estás seguro de qué es aquí? -Sus manos se deslizaron por mi cintura y quedó pegado a mi espalda. Me ericé.
- Tan seguro… -me dio un beso en la nuca- como que el sms me lo inventé.
- ¿Qué? -Intenté darme la vuelta, pero me sujetó con fuerza, ladeando mi cabeza para besar el cuello.- ¿P-por qué?
- … me apetecía besarte.
No pude decir nada más y me mordí el labio inferior al escucharle. El cuerpo volvía a quemarme por su contacto.
Noté como una de sus manos bajaba hasta rozar mi entrepierna por encima de la ropa, excitándonos a ambos. Gemí débilmente abriendo la boca.
Era consciente que Jun tenía un encanto especial que me volvía loco. Cuando una parte de él me tocaba, todo lo que nos rodeaba dejaba de perder sentido.
Me dirigió, sin despegarse, a una gran mesa cuadrada para que me apoyara. Rozó su miembro con mi trasero y jadeé.
- Jun, por favor… -Tragué saliva- N-no sigas con esto…
- ¿Quieres… -se echó un poco sobre mi espalda dejándome con las manos estiradas sobre la mesa- que pare…? -Exhaló sobre mi oreja y me mordió el lóbulo.
¡¿Cómo demonios iba a querer que parara?! Todo mi cuerpo me pedía a gritos que entrara en mí y me quitara la respiración de una embestida, pero la puerta sonó y se me heló la sangre. Jun se mantuvo en silencio un segundo, creo que con la esperanza de que se hubieran equivocado. Se escuchó la voz de YoSeob pidiendo permiso para entrar.
- ¡…! -No reaccioné hasta que Jun tiró de mí rápidamente para sentarnos en las sillas al mismo tiempo que la puerta se abría.
- ¡Eh! -La cabeza del moreno se asomó con una sonrisa.- ¿Habéis terminado?
- Sí. -Yo no pude contestar, así que lo hizo Jun con su encanto de siempre.- Hwan acaba de marcharse. ¿Pasa algo?
- Solo queríamos saber si ya estabais. -Sonrió y me mordí la lengua para no lanzarme sobre él.- Nos han dado libre el resto del día. -Abrió del todo y cambié mi cara al instante al ver a Dain a su lado.
- D-dain… -¿Qué hacía con ÉL?
- Me tropecé con ella por el pasillo. -YoSeob seguía hablando con esa estúpida sonrisa.- Podríamos dar una vuelta todos juntos. ¿Os apetece?
- No. -Dije yo al instante.
- Sí. -Jun sonrió. Me dio miedo.- Estaría bien estar todos juntos un rato. -Me miró y me dio un codazo.- Venga, así nos presentas a Dain.
Tragué saliva para calmarme y acabamos por levantarnos. Jun se acercó con ánimo a su “estúpido” novio, abrazándole y saliendo con el por la puerta. Yo miré a Dain con una sonrisa.
- Si no quieres salir… -Ella agachó la cabeza pero hice que me miraba.
- No quería decir eso. -Le di un beso en la mejilla. El primero que le daba.- Es solo que no quería salir con ellos. Pero nos lo pasaremos bien.
Eché un vistazo al pasillo y les vi darse un beso. Se me revolvieron las entrañas y destilé veneno por cada poro de mi piel. Miré a Dain y cogí fuerte su mano para inclinarme un poco y darle un beso en los labios.
No le tendría a él, pero sabía cómo calmar mi corazón cuando dolía.