Hace tiempo que quería escribir esto...
“A otros le enseñaron secretos que a ti no, a otros dieron de verdad esa cosa llamada educación […] Y no fue tan verdad porque esos juegos al final […] dejaron a mis amigos pateando piedras.”
(El baile de los que sobran - Los Prisioneros)
Y nos encontramos luchando contra ese cúmulo de mentiras, ese conjunto de malas decisiones que nos arruinaron de una forma u otra. Porque yo entré a una universidad, a una de las mejores universidades de mi país. Tengo la opción de estudiar, al precio que se estima conveniente y que -para mí- no lo es.
Pontificia Universidad Católica de Chile: universidad privada. Sí, privada. Creo que a veces se confunde el hecho de que la católica es una universidad privada con el hecho de que está dentro de la historia como una universidad tradicional, como lo está la Chile.
Lo que quisiera saber ¿qué de tradicional tiene que la Chile no sea pública? Porque tradicional quiere decir que siguen una tradición y cuarenta años no son suficientes para formar una, no cuando nuestro país tiene doscientos años de historia.
La mejor educación se obtiene solo si tienes el dinero suficiente para pagarla, con crédito o no, ese es el trato. A los que manejan todo no les interesa de donde venga el dinero, si es de una beca, un crédito o del bolsillo de tus padres, no interesa mientras el dinero llegue.
Hay un grito muy popular en las manifestaciones, dice así: “No queremos, no nos interesa, que la educación se convierta en una empresa”. Si me lo preguntaban yo decía que era mi grito favorito, sin groserías, bastante sincero y directo. Hoy me doy cuenta de que está equivocado, no podemos gritar que no queremos que la educación se “convierta” en una empresa, la educación -aunque nos duela- es una empresa. Desde el momento en que pagamos por ella entra en el sistema de mercado y nos convertimos en los endeudados dueños del producto.
¿Y qué hacemos entonces?
Detenemos todo. Se paran los colegios, las universidades; se congela completamente el uso del producto. Sí, en muchos casos este producto ya está pagado, pero el parar el sistema no tiene que ver con eso, tiene que ver con el decir que si me están vendiendo la educación yo no voy a comprarla, la quiero gratis y haré lo que esté a mi alcance para conseguirla de ese modo.
Entonces detenerse únicamente no funciona y vienen las manifestaciones, con todo tipo de actos públicos para llamar la atención, para ser escuchados y conseguir que la educación se libere, que deje de ser un producto en venta. Primero son los estudiantes luego se suman los profesores y en el momento en que se suma la familia ahí es cuando se produce el cambio.
No solo nos hemos manifestado adolescentes y universitarios, se han manifestado abuelos, padres y hermanos, a su manera, saliendo a acompañar a sus hijos, sumando un número más en las personas que siguen esta causa ¿por qué? Porque también es suya, porque tener que pagar millones por la educación también les afecta a ellos, porque nos afecta a todos.
No nos están dando la respuesta que deberían dar. No entiendo que casi todo el país esté gritando, desgarrándose la garganta pidiendo claramente “educación gratuita” y nos estén dando un “no” con lacrimógena, porque simplemente no tiene sentido.
No tiene sentido que las noticias nacionales solo muestren vandalismo en la televisión como la portada de esta causa, no tiene sentido que el presidente se reúna con gente de twitter en lugar de hacerlo con los estudiantes, no tiene sentido el monto que alcanza nuestra educación hoy día, no tiene sentido que no haya una sola universidad en este país que pertenezca por entero al estado y no tiene sentido que cada discurso responda a algún evento aislado y no a lo que claramente se está pidiendo.
EDUCACIÓN GRATUITA Y DE CALIDAD: para que las cosas vuelvan a tener sentido.
(El baile de los que sobran - Los Prisioneros)
Y nos encontramos luchando contra ese cúmulo de mentiras, ese conjunto de malas decisiones que nos arruinaron de una forma u otra. Porque yo entré a una universidad, a una de las mejores universidades de mi país. Tengo la opción de estudiar, al precio que se estima conveniente y que -para mí- no lo es.
Pontificia Universidad Católica de Chile: universidad privada. Sí, privada. Creo que a veces se confunde el hecho de que la católica es una universidad privada con el hecho de que está dentro de la historia como una universidad tradicional, como lo está la Chile.
Lo que quisiera saber ¿qué de tradicional tiene que la Chile no sea pública? Porque tradicional quiere decir que siguen una tradición y cuarenta años no son suficientes para formar una, no cuando nuestro país tiene doscientos años de historia.
La mejor educación se obtiene solo si tienes el dinero suficiente para pagarla, con crédito o no, ese es el trato. A los que manejan todo no les interesa de donde venga el dinero, si es de una beca, un crédito o del bolsillo de tus padres, no interesa mientras el dinero llegue.
Hay un grito muy popular en las manifestaciones, dice así: “No queremos, no nos interesa, que la educación se convierta en una empresa”. Si me lo preguntaban yo decía que era mi grito favorito, sin groserías, bastante sincero y directo. Hoy me doy cuenta de que está equivocado, no podemos gritar que no queremos que la educación se “convierta” en una empresa, la educación -aunque nos duela- es una empresa. Desde el momento en que pagamos por ella entra en el sistema de mercado y nos convertimos en los endeudados dueños del producto.
¿Y qué hacemos entonces?
Detenemos todo. Se paran los colegios, las universidades; se congela completamente el uso del producto. Sí, en muchos casos este producto ya está pagado, pero el parar el sistema no tiene que ver con eso, tiene que ver con el decir que si me están vendiendo la educación yo no voy a comprarla, la quiero gratis y haré lo que esté a mi alcance para conseguirla de ese modo.
Entonces detenerse únicamente no funciona y vienen las manifestaciones, con todo tipo de actos públicos para llamar la atención, para ser escuchados y conseguir que la educación se libere, que deje de ser un producto en venta. Primero son los estudiantes luego se suman los profesores y en el momento en que se suma la familia ahí es cuando se produce el cambio.
No solo nos hemos manifestado adolescentes y universitarios, se han manifestado abuelos, padres y hermanos, a su manera, saliendo a acompañar a sus hijos, sumando un número más en las personas que siguen esta causa ¿por qué? Porque también es suya, porque tener que pagar millones por la educación también les afecta a ellos, porque nos afecta a todos.
No nos están dando la respuesta que deberían dar. No entiendo que casi todo el país esté gritando, desgarrándose la garganta pidiendo claramente “educación gratuita” y nos estén dando un “no” con lacrimógena, porque simplemente no tiene sentido.
No tiene sentido que las noticias nacionales solo muestren vandalismo en la televisión como la portada de esta causa, no tiene sentido que el presidente se reúna con gente de twitter en lugar de hacerlo con los estudiantes, no tiene sentido el monto que alcanza nuestra educación hoy día, no tiene sentido que no haya una sola universidad en este país que pertenezca por entero al estado y no tiene sentido que cada discurso responda a algún evento aislado y no a lo que claramente se está pidiendo.
EDUCACIÓN GRATUITA Y DE CALIDAD: para que las cosas vuelvan a tener sentido.