No llegó a tocar la puerta, cuando ésta se abrió de golpe hacia fuera y por ella salió disparado un joven algo mayor que ella, con el pelo negro y mechones granates, al parecer teñidos. Era de estatura media, y no alcanzó a ver mucho más porque pronto dobló una esquina.
Por la puerta se asomó, furioso, un joven de unos diecisiete años con el
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