Apr 07, 2008 17:11
Aun así no perdia el ánimo, como con el béisbol el iba entrenar duro para que cayera en sus brazos, y se deleitaba pensando en ello, luego le fulminaban las palabras crueles e insultos de este, pero el también tenia su parte de orgullo, sabia que lo molestaba estando cerca de él, pero más con las confianzas que se tomaba con Tsuna, era gracioso ver como el chico se encendia cuando rodeaba con su brazo al pequeño. Porque si algo tenia Gokudera que el encantara era ese temperamente, ese impetu, la manera como cambiaba de caracter, eso úlitmo le fascinaba podria pasarse horas y horas contemplando como cambiaban las facciones del medio italiano. Pero por todos medios ansiaba conseguir una sonrisa, una mirada amable, envidiaba en su fuero interno a Tsuna por llevarse todas sus atenciones.
Una de tantas tardes de domingo que fueron a hacer los deberes a casa del Juudaime (alguien sabe como se escribe bien en romanji?) en la que los dos tenian que volver a sus respectivas casas que para desgrado de Gokudera estaban en la misma dirección. Este siempre aceleraba el paso para no caminar junto al moreno, pero siempre conseguia darle alcance y finalmente hacian todo el trayecto juntos. El dia amaneció cubierto y ahora a media tarde se ponia a llover, cosa que fastidiaba sobremanera al joven fumador. Odiaba la lluvia porque no podia disfrutar plenamente de su cigarro y el pelo se le amontonaba. En cambio, Yamamoto seguia la mar de feliz, con las gotas cayendo graciosamente por su rostro. Gokudera lo miro de soslayo, como quien no queria la cosa, él lo notó y acto seguido Gokudera le volvió la cara. Yamamoto no disimulo su asombro, era una persona muy directa y franca por eso se le daba fatal. Y se le encendió algo, le hizo como un "click", y determinó que debia hacer que el pelo plateado fuera a su casa. Como no lo sabía y sus intenciones, aunque intentaba que fueran inocentes sospechaba que ese no era el camino que queria que tuvieran, sus deseos no eran tan puros como queria adornar, queria que Gokudera fuera suyo, en todos los sentidos.
La lluvia le ayudó bastante, cosa que le facilitó gran parte del trabajo, realmente debia ser el guardián de la lluvia (es así en español?, suena un poco feo XD) Llegaron al restaurante de sushí, propiedad del padre de Yamamoto, Gokudera siguió andando como si nada, sin despedirse, cosa habitual en él. Pero se detuvo por un instante cuando Yamamoto le agarró del brazo.
- Espera, porque no entras hasta que pare un poco?
Se deshizo del agarre a modo de respuesta. Hacia ya rato que la lluvia era bastante intensa.
Antes que echara a andar volvió a cogerle.
- Vamos, vamos, no seas inconsciente y si te constipas como se lo digo a Tsuna?
Le miró con desagrado, esa mirada que le dirigia habitualmente que se incrementaba cuando hablaba del décimo.
- No soy tan blandengue como para que me afecte un simple aguacero.
- Hahah, claro dicen que los idiotas no se resfrian XD- era algo que habia oido siempre (la mayoria de veces dirigido hacia él)
Aqui empezó el griterio de Gokudera y una minipelea que Yamamoto aprovecho para, vete tu a saber como dirigirlo hacia la entrada y acabar, finalmente dentro. Donde su padre les sirvió la cena (que ya tocaba)
- Me quedo pero solo porque esto esta muy bueno y como me has obligado, no lo pagaré.- Estaba flipando encima que se dignaba a cenar junto a él le pagara.
Ya era de noche y poarecia que no mainaba, Gokudera miraba a traves de la puerta entreabierta del local, Yamamoto se le acercó y apoyo el brazo sobre la parte inclinandose para ver el exterior. Quedando tan cerca que su cuerpo hacia contacto con el del otro, cosa que lo incomodó y rápidamente abrió de par en par la puerta corrediza.
- Te vas?- preguntó al instante.
- Algún problema? Me prestas un paraguas?- dijo con el rostro hacia un lado, la lluvia caia tan intensa, rebortab sobre sus hombros, aquella imagen era tan genial que Yamamoto tubo que tragar saliva, si es que no queria hacer una tonteria.
- Bu-e...- le cosntó articular frente a la visión que tenia frente a él- Igualmente te vas a empapar!-le agarró y lo atrajo hacia él, para que se resguarda. Al hacerlo chocaron levemente el uno con el otro. Gokudera deshizo rápido el contacto, como si le quemara.
El click volvió a sonar.
Aqui lo dejo, mañana más
yamamoto,
yamagoku,
gokudera,
escritor/a: neko6