Este capítulo se salvó de milagro. Recordé que cuando borré por mensa accidente los archivos de Kon, la única copia que tenía había muerto, me sentí ridícula: es un capítulo que me hizo matar algunos cientos de miles de neuronas, y pensar en reescribir sonaba tormentoso y frustrante.
Pero recordé que se le había pasado a Vladimir y ah, le mandé un
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