Me gustaría escribir un gran review sobre este capítulo. Pero a lo mejor no soy capaz. Igual me quedo corta o digo cosas que no tienen mucho sentido, pero es que siento la necesidad de hacerlo aunque a la vez no me creo capaz de hacerlo bien. Vamos a ello.
Lo primero que me viene a la cabeza después de ver el capítulo es la palabra soledad asociada a Brennan, invariablemente a Brennan. Siempre la he visto como un personaje más bien solitario que consigue después de mucho tiempo establecer una red social con sus compañeros de trabajo, una red sólida aunque parezca frágil. He visto como a su manera ha intentado ayudarles cuando le necesitaban, y he visto cómo ellos se han preocupado enormemente por ella. Pero en este episodio echo muchísimo en falta esa confraternización, esa amistad que parecía consolidada. He visto que todos se preocupaban por su actitud, por su comportamiento, un poco asustados y sorprendidos, un poco sin saber qué hacer, pero no he visto que la ayudaran en absoluto. Me ha desanimado un poco.
He visto que se ha abierto más de lo que lo había hecho nunca. Comparte con Sweets su temor porque se vé en esa fotografía, se oye en su voz, se reconoce en su vida, teme el final de la doctora como si fuera el suyo próximo. Se deja llevar por las reacciones más irracionales delante de cualquiera. Habla con un guardia de seguridad al que aparentemente sólo ve en sus noches de insomnio y acepta a pies juntillas sus preceptos, aún a sabiendas de que sólo provienen de asistir a conferencias como oyente (permítaseme robar la licencia de alguien que ya ha dicho que quizá sea producto de su propia imaginación, puesto que no comparte su visión con nadie más).
Puedo sentir la soledad de Brennan. Puedo sentir su desesperación. De hecho la he venido sintiendo desde que volvió de Moluku llena de esperanzas, pero las perdió a los pocos minutos de comenzar el capítulo. A partir de ver la foto de Hannah. Hasta ese momento me había resultado dificilísimo, casi imposible, meterme en su piel para sentir como ella, porque la veía muy objetiva, muy empírica, muy fría, muy racional, muy distinta. Pero esta Brennan no es tan distinta a como puede ser cualquier ser humano que pase por lo que sentimentalmente ha pasado ella. Realmente a lo largo de todo el episodio lo que ha necesitado, en más de una ocasión, ha sido un abrazo. Un gran y profundo abrazo, pero no de un amante siquiera, sino de un amigo. Porque hay un momento en el que pierde la seguridad en sí misma completamente. Pierde la seguridad de todos sus actos pasados y actuales. Es un gran agujero negro en su propio universo.
No sé si se ha vuelto loca en un momento dado. La locura es algo tan amplio en su concepto y en sus percepciones... pero quizá sí, como todos nos volvemos locos en algún punto de nuestra vida. Pero es que todo tiene un límite, algo que ella no había comprendido. Pensaba que era capaz de racionalizar todo lo que le ocurría, de llevarlo a una caja al fondo de su mente y guardarlo, de seguir sin que le afectara nada de lo que le hubiera ocurrido en el pasado. Y darse cuenta es muy duro.
Booth me ha decepcionado muchísimo. No porque quiera a Hannah. No porque no haya reaccionado como todo el mundo quería que lo hiciese cuando vio llorar a Brennan: que la abrazara, que la besara, que muriera por ella... No. No es por eso. Es porque lo primero de todo Booth es, o era, su amigo. Y si yo fuera Brennan y mi mejor amigo, aunque también fuera la persona a la que más amara en el mundo, me dijera ante una situación así que podía llamar a cualquier otro amigo para quedarse conmigo, me habría bajado inmediatamente del coche. O como poco no le habría hablado en todo el camino. O sea, que no puedes dejar a un lado que te quiero con locura para consolarme. O sea, que no confías en que si te quedas conmigo esta noche, o este rato, no harás algo de lo que te arrepentiras o yo haré algo que no te guste. O sea, que lo de amigos y compañeros es sólo de boquilla. O sea, que está Hannah y se acabó. Lo siento, pero no. Porque para mí personalmente la amistad está muy por encima de todo, y si ellos no han podido ser pareja, habían demostrado que por lo menos podían ser amigos, apoyarse el uno en el otro. Y si esta situación no merece un hombro en el que poder llorar, que me digan cuál.
Tres días para que tu mundo se ponga boca abajo, y otros tres para recuperarse. Eso es muy poético, porque el mundo se da la vuelta cada día, cada instante, cada vez que algo no sale como nosotros queremos. Es verdad que gente como yo necesitaba este capítulo para ver a Brennan, para que nos enseñaran todo lo que no han querido enseñar en estos años. Para comprender de verdad por qué rechazó a Booth, porque yo no lo entendía al principio y pensé muy mal de ella. Para darnos cuenta de cuán arrepentida está de ello ahora que es consciente, y también del miedo que tiene de que cualquier día todo se acabe y tenga cosas de las que arrepentirse, porque no es propio de una mente como la suya descubrir que se han tomado decisiones erróneas.
Aunque Booth me haya decepcionado le comprendo cuando le dice que Hannah no es un premio de consolación. Lo que no dice es que en su día lo fue, porque si él se hubiera marchado a Afganistán con la foto de Brennan en el movil, Hannah, de ser, habría sido sólo un pasatiempo. No habría pasado a mayores. Y estoy segura de que debajo de aquella higuera pensó en Brennan, mucho, mientras pensaba en lo que agradable que es tocar una piel suave y besar unos labios que también querían ser besados. Pero espero que algo se mueva debajo de ese musculo que late debajo del pecho de Booth. Porque antes lo podía intuir (que no lo sé, porque está tan metido en Hannah que no lo ha dejado ver mucho), pero ahora sabe de seguro que Brennan estaría dispuesta a todo por él. Espero que piense en lo que tiene con Hannah, en la profundidad de sus sentimientos y en lo que Hannah está dispuesta a arriesgar con él. Espero que corra la cortina de "soytanfelizquenopuedoconmigomismo" y valore lo que tiene y no tiene. Espero que en algún momento antes del fin de temporada se acabe, porque a mí no me haría ninguna gracia que se casara con ella, y tuviera niños rubitos y guapos como ellos, y etc. etc. Pero es una esperanza muy personal, vamos. Que a mí Hannah me cae muy bien, pero si es en otra serie me caerá hasta mejor.
Alguien decía que Castle y Bones eran sus series felices, pero que últimamente Bones no lo era. Porque la diferencia es que en Bones se había buscado casi desde el principio el punto de encuentro de la pareja protagonista, dejando un poco de lado los casos y centrándose más en las relaciones personales, de tal forma que si alguna semana el caso ocupaba la mayoría del tiempo, todo el mundo se quejaba de lo poco que se había hablado de los personajes o sus vicisitudes. Castle sigue siendo una serie feliz con casos interesantes, de esos que como como estés pendiente te pierdes, y ellos mantienen la UST con muchísima dignidad y humor. Y ninguno de los dos disimula, sólo hacen un papel pero ambos lo saben. Y los que les rodean, también. Yo no he perdido la fe en Bones, y este capítulo me ha sorprendido muchísimo. Lo que me da rabia es que haya que esperar a capítulos así para que algo se mueva, bueno o malo, en nuestra alma de fandom. Ahora tendremos que esperar al capítulo de San Valentín, otra especie de hiatus en los capítulos para comprobar si pasa algo decisivo o no, como ha ocurrido con este.
Yo me conozco. Seguiré viendo Bones, a ritmo USA y a ritmo España. Lo veré en Fox, lo veré en La Sexta, lo veré en seriesyonkis, veré la segunda temporada por tropecienta vez después de comer. Seguiré escribiendo sobre Bones. Seguiré soñando con lo que puede pasar.
Ya sé que todo tiene un final, pero las costumbres arraigadas están ahí y es muy difícil olvidarlas... Seguiré siendo una BonesFan.