Envidia.
No tengo nada mejor que hacer con mi tiempo asi que hice un Sichul :3
En toda su existencia, Siwon nunca había experimentado envidia.
Nunca envidió cosas materiales porque nunca le faltó nada, pero ahora podía decir, sin temor a equivocarse, que se moría de envidia porque Jay podía estar con la persona que amaba durante dos largas semanas de primavera, y Heechul ni siquiera se había comunicado con él.
Pensó que si Jihoon hyung tenía dos semanas libres, entonces Heechul también las tendría, entonces podrían por lo menos pasar esas dos semanas juntos, después de tanto tiempo sin verse. Pero Heechul no dio señales de vida en varios días, por lo que Siwon estaba seguro de que no tendría días libres.
Y la envidia seguía carcomiendo su interior, como un monstruo feo que se comía su interior lentamente.
Cuando era pequeño, su madre le dijo que no era bueno envidiar las cosas que tenían los demás, que siempre habría personas más afortunadas y menos afortunadas que él, y que diera gracias a Dios por lo que tenía, pues todo era una bendición. Y era cierto, había gente que no tenía casa, o comida, o gente que no contaba con nadie o no tenía en quien confiar o un hombro sobre el cual llorar. Siwon podía facilmente llorarle a Taeyang o a Taecyeon después de la iglesia, tenía una casa a donde llegar (aunque sin Heechul se sentía un poco vacía), una cama donde dormir (que sin Heechul estaba bastante fría), y tres comidas diarias (que sin Heechul no le servian de nada porque apenas le daba hambre), no tenía nada que envidiarle a nadie.
Excepto por el hecho de que Jay Park podía ver a su novio por dos semanas, y Siwon estaba metido en su casa, arranado frente a la tele, viendo dramas viejos y comiendo helado mientras pensaba en Heechul.
Dios debía estar sentado en su trono en el cielo, burlándose de él y de su miserable vida, en la que tenía todo, pero igual le faltaba todo.
Y como si hubiese sido invocado por su tristeza, para hacerlo aún más miserable, Hangeng le llamó por teléfono para contarle que pronto se casaría y que quería invitarlos a él y a Heechul a su boda en China... Haha, que tierno, Heechul está en el servicio militar...
Siwon se hizo bolita en su cama (A pesar del calor de aquel día), se tapó hasta la cabeza con la sábana y trató de dormir un poco, no tuvo nada que hacer aquel día y estaba molesto, triste y estresado, era uno de esos días en que solo deseaba desaparecer.
Se quedó dormido al cabo de un rato.
Después de unas horas sintió que algo le picaba la cara, despertó y se vio frente a frente con unos ojos verdosos y una cara llena de pelaje gris, que lo primero que hizo al verle fue soltar un suave ‘meow’.
“¿Heebum?” Siwon tomó al gato en sus brazos y lo acostó a su lado, y el felino se dejó hacer, se extendió cuan largo era en la cama y le puso una pata a Siwon en la nariz. “¿Qué haces aquí?”
“¡Yah, Han Heebum!” Se escuchó un susurro desde la puerta de la habitación. “Sal de aqui ahora mismo, vas a despertar a Wonnie.”
El gato maulló suavemente y se bajó de la cama de un salto, luego, a paso elegante, abandonó la habitación. Siwon se hizo el dormido, con su espalda de frente a Heechul (sabía que se trataba de Heechul, ¿quien más le llevaría a Heebum?), quien caminó al interior de la habitación, se sentó en la cama y le dejó un suave beso en la mejilla.
“Sé que estás despierto. Te esperaré en la sala, la comida que pedí se enfriará si no te apresuras.”
Heechul se fue, y Siwon se dio la vuelta en su cama, cubierto con la sábana hasta la nariz y tratando de no gritar como fan histérica.
De pronto no sentía tanta envidia.
En toda su existencia, Siwon nunca había experimentado envidia.
Nunca envidió cosas materiales porque nunca le faltó nada, pero ahora podía decir, sin temor a equivocarse, que se moría de envidia porque Jay podía estar con la persona que amaba durante dos largas semanas de primavera, y Heechul ni siquiera se había comunicado con él.
Pensó que si Jihoon hyung tenía dos semanas libres, entonces Heechul también las tendría, entonces podrían por lo menos pasar esas dos semanas juntos, después de tanto tiempo sin verse. Pero Heechul no dio señales de vida en varios días, por lo que Siwon estaba seguro de que no tendría días libres.
Y la envidia seguía carcomiendo su interior, como un monstruo feo que se comía su interior lentamente.
Cuando era pequeño, su madre le dijo que no era bueno envidiar las cosas que tenían los demás, que siempre habría personas más afortunadas y menos afortunadas que él, y que diera gracias a Dios por lo que tenía, pues todo era una bendición. Y era cierto, había gente que no tenía casa, o comida, o gente que no contaba con nadie o no tenía en quien confiar o un hombro sobre el cual llorar. Siwon podía facilmente llorarle a Taeyang o a Taecyeon después de la iglesia, tenía una casa a donde llegar (aunque sin Heechul se sentía un poco vacía), una cama donde dormir (que sin Heechul estaba bastante fría), y tres comidas diarias (que sin Heechul no le servian de nada porque apenas le daba hambre), no tenía nada que envidiarle a nadie.
Excepto por el hecho de que Jay Park podía ver a su novio por dos semanas, y Siwon estaba metido en su casa, arranado frente a la tele, viendo dramas viejos y comiendo helado mientras pensaba en Heechul.
Dios debía estar sentado en su trono en el cielo, burlándose de él y de su miserable vida, en la que tenía todo, pero igual le faltaba todo.
Y como si hubiese sido invocado por su tristeza, para hacerlo aún más miserable, Hangeng le llamó por teléfono para contarle que pronto se casaría y que quería invitarlos a él y a Heechul a su boda en China... Haha, que tierno, Heechul está en el servicio militar...
Siwon se hizo bolita en su cama (A pesar del calor de aquel día), se tapó hasta la cabeza con la sábana y trató de dormir un poco, no tuvo nada que hacer aquel día y estaba molesto, triste y estresado, era uno de esos días en que solo deseaba desaparecer.
Se quedó dormido al cabo de un rato.
Después de unas horas sintió que algo le picaba la cara, despertó y se vio frente a frente con unos ojos verdosos y una cara llena de pelaje gris, que lo primero que hizo al verle fue soltar un suave ‘meow’.
“¿Heebum?” Siwon tomó al gato en sus brazos y lo acostó a su lado, y el felino se dejó hacer, se extendió cuan largo era en la cama y le puso una pata a Siwon en la nariz. “¿Qué haces aquí?”
“¡Yah, Han Heebum!” Se escuchó un susurro desde la puerta de la habitación. “Sal de aqui ahora mismo, vas a despertar a Wonnie.”
El gato maulló suavemente y se bajó de la cama de un salto, luego, a paso elegante, abandonó la habitación. Siwon se hizo el dormido, con su espalda de frente a Heechul (sabía que se trataba de Heechul, ¿quien más le llevaría a Heebum?), quien caminó al interior de la habitación, se sentó en la cama y le dejó un suave beso en la mejilla.
“Sé que estás despierto. Te esperaré en la sala, la comida que pedí se enfriará si no te apresuras.”
Heechul se fue, y Siwon se dio la vuelta en su cama, cubierto con la sábana hasta la nariz y tratando de no gritar como fan histérica.
De pronto no sentía tanta envidia.