FMA. NO LUCHES. ROY/MAES.

Jun 16, 2009 22:51

Drabble que hice en quince minutos, pero está revisado unas cuantas veces porque había cosas que no me convencían. El resultado no me disgusta, así que aquí va. Para lexa_dartle_moo, que la tengo muy abandonada estos días con los exámenes del mal y le gusta mucho llorar con estos dos también ♥

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Fandom: Full Metal Alchemist
Pareja: Roy/Maes
Rating: G
Resumen: La sombra de Ishval es muy larga.
Nota: Basado en el final del capítulo 5 de FMA Shinsetsu, pero si has leído/visto alguna vez la primera pelea de Scar contra los militares no tendrás ningún problema para situarte.
Título:

NO LUCHES

El Coronel Mustang, de pie al lado de la silla, se quedó observando como sus subordinados salían del despacho, uno a uno y sin decir palabra. Los últimos rayos de sol entraban por el ventanal que había a su espalda, alargando su sombra en el suelo ante él, imponente y oscura, aviso de la peligrosa amenaza que les acechaba.

-Maes -dijo en voz baja.

Cuando Havoc había salido dejando la puerta abierta, Mustang había dejado de ordenar para pedir. Ya no era el Coronel; sencillamente era Roy, y no estaba hablando con su subordinado, sino con su mejor amigo.

-No pensaba irme -respondió Hughes. Su habitual sonrisa había desaparecido, sustituida por el ceño fruncido y la mirada oscura que Roy recordara del desierto de Ishval. Una que había tenido la esperanza de no volver a ver. Le observó cerrar la puerta y volver hacia donde él se encontraba.

Roy se sentó en el borde de la mesa. Fue a apoyar la mano sobre la madera, pero encontró los guantes: blancos, con el símbolo de la salamandra y el círculo de transmutación grabados sobre el dorso en rojo. Rojo de fuego, pero también de sangre. Habría sido mejor hacerlos negros, pensó agorero, de carne quemada.

A Hughes no le costó mucho averiguar qué pensamientos le cruzaban por la mente. No eran pocas las veces que había dicho a su amigo que su expresión era como un libro abierto, pero en esta ocasión la razón era bien distinta: los suyos andaban por los mismos derroteros.

-No pensé que volveríamos a matar.

-Yo tampoco -confesó Roy, sonando serio, grave, y quizá un poco derrotado-. Pero han caído muchos Alquimistas Nacionales. No puedo permitir que...

-Nunca he dicho que tu orden me parezca mal -rectificó Maes, ajustándose las gafas al puente de la nariz-. Creo que es... necesaria.

-Era necesaria desde el primer asesinato.

-Lo sé. -Se lo estaba recriminando. Todas esas muertes... Le estaba echando la culpa-. Hice lo que pude.

No se librarían nunca de la sombra de Ishval, vengativa, haciéndose imposible de dejar atrás.

-Tendrías que habérmelo contado.

-¿Y qué habría conseguido con eso? -preguntó, encogiéndose de hombros. Miró a Roy fijamente. Quería hacérselo a entender. Quería que entendiera por qué había querido meterle en aquel asunto, aun a riesgo de verse obligado a firmar los informes de la muerte de sus compañeros.

-Dijiste que me ayudarías a llegar a lo alto.

-Y lo sigo diciendo.

-¿Y cómo voy a poder llegar a lo alto si no queda nadie debajo?

Si no queda nadie a quien proteger.

-Nunca pensé que llegaría a tanto -admitió Hughes, más para él que para Roy. Roy ya lo sabía. Lo sabían todos. Ninguno pensó que llegaría a tanto. Maes avanzó hacia él, hasta quedarse a un paso de su amigo. Quiso tocarle, pero cortó el gesto en el aire, y dejó caer el brazo de nuevo hasta su costado-. Nunca imaginé que sería un ishvalí.

-Cuando viste lo que hacía... Esa niña -siguió en voz baja, dura-, tú también viste lo que quedó de la niña.

Hughes apretó los labios. No tenía que repetírselo. Ya se encargaba él, una y otra vez, el mismo pensamiento culpable pasándole por la cabeza. Que había sido culpa suya, sí, que si hubiera investigado más a fondo, si se lo hubiera tomado con más seriedad... Si hubiera hecho algo más que limitarse a advertirlos, que confiar en que supieran protegerse solos. En que lo harían mejor que cualquier escolta que pudiera proporcionarles.

Tendría que haber llegado al fondo de ese asunto mucho antes, y también...

-Tendría que habértelo dicho -susurró, pero esa vez su mirada era firme y confiada-, pero...

-¿Pero qué?

-Pero ayudarte también significa protegerte.

-No digas idioteces -masculló Roy-. ¿Cómo pretendes protegerme si me ocultas el peligro? ¿Cómo voy a poder defenderme si no sé contra quién lucho?

Maes entreabrió la boca y volvió a cerrarla. Estaba tan cerca de él que no podía dejar de mirarlo. Ni habiendo querido.

-Es que no quiero que luches.

fandom: full metal alchemist, * historia: fanfic, longitud: one-shot

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