¡La primera tanda de promesas electorales de los
laifchurnal BWHAHAHAA!!! También me cuentan (no todos) para el
quinesob, que ha empezado hoy, así que haré xpost con esa comu, con
minor_fandom alguna otra, con
huntersndemons la de supernatural... oh, locura, os voy a spammear totalmente xDD El James/Sirius, btw, está hecho en pleno fanatismo de la Eurocopa, jiji.
Para
riatha:
Es una larga mirada, una mano apoyada bruscamente en la pared. Lily tiene a Sirius a menos de un palmo de distancia y cuando le ve sonreír piensa que lo hace más para sí que para ella. No se equivoca. El Gryffindor la ve tensa y decide que es algo que le gusta, que quiere que lo esté más. Se acerca, impone. Le acaricia el pelo rojo y la besa en los labios directamente. Se los entreabre, le mete la lengua sin preguntar. Sabe a James. Se separa. Jadea. Tan solo quería saber eso. Si sabía a James.
Para
rhea_carlysse:
El Bosque Prohibido sirve para más cosas que para divertirse las noches de Luna. Sirve para esconder bestias. También sirve para que Remus bese a Sirius después de empotrarle contra el tronco de un árbol. Y el segundo se deja hacer, incapaz de reaccionar, porque empezó como una broma. Hasta ese momento, de hecho, había seguido pensado que todo era una broma, y lo gracioso es que nunca una le ha gustado tanto. Suelta un gruñido con lo que le hace la lengua del tranquilo Remus ahí, en el hueco de la clavícula, que pasa a ser ronco, de garganta, cuando sube hasta llegar a los labios y descubre que el jodido lobo tiene hasta la lengua caliente. Y húmeda, piensa, también húmeda. Él se imaginaba que besarlo sería más como gelatina, pero resulta que no. Es duro, y usa todo su cuerpo para acompañarse. La rabia de todas sus cicatrices.
Para
sara_f_black:
Sirius está loco, piensa, antes de que todo se difumine en negro, se ciegue y note poco más que el pantalón tenso por allá abajo. Bellatrix se le ha sentado encima a horcajadas y le ha pasado los brazos por el cuello, sus dedos jugueteando con el pelo que termina donde empieza su nuca. Sus besos son lentos y al principio palpa más aliento caliente que labio. James se acerca y busca desperado pero ella se aparta. Va cuando quiere, no cuando le digan. Quizá por eso Sirius no es su prometido como debería ser por tradición, porque se parecen demasiado y él también hace lo que le da la gana. O quizá sea porque no la ha besado. Porque joder, por esa cosa que hace con la lengua se replantearía sus ideas.
Para
denisitap:
Está orgulloso de su chica. Se porta bien cuando se tumba (le tumban) sobre el asiento trasero, sobre la tapicería de cuero. Emite un ronroneo suave que hace temblar el sillón, que le hace tensarse. Aunque lo cierto es que no sabe si es por el motor o por la rodilla que Sam acaba de pegar a su entrepierna. Se le escapa un jadeo que más bien suena como un gruñido y Dean piensa que ya basta. Que están en el Impala y que en el Impala manda él. Coge a su hermano por la camisa y pega su boca a la suya. Le besa con sus labios de chica. Le abraza y rodea la enorme espalda con los brazos, sintiendo el peso de Sam, sintiéndolo tan grande que no puede ni compararse con él. Winchester como es le lame los labios y le besa con tanta pasión que parece querer sacarle el alma por la boca. Dean se pregunta si quiere dejarlo desnudo tan pronto.
Para
deraka:
Sirius entra como un terremoto en el vestuario y se abalanza sobre él, empotrándole contra las taquillas. Se ríe, grita, no se le entiende absolutamente nada. ¡El mejor puto partido de tu vida, joder!, dice con cada gesto. Le revuelve el pelo empapado por el sudor y añade algo de conservar sus benditas manos durante siglos. James suelta una carcajada, canta un poco con su amigo y le carga en brazos hasta que no puede más. Cuando le deja en el suelo Sirius le pone las manos en el cuello y le planta un beso en toda la boca, loco de euforia. Al separarse Potter se da cuenta de que el duro de Black está llorando como un bebé.
Para
yuki_sagara:
Leyó uno de sus libros, que Dios le perdone. Cayó en la tentación y está condenado. Pensó que sería mejor para tratarle, para conocerle, para ver las fuerzas que le movían. Lo que fue incapaz de predecir es que esa fuerza sería tan distinta de la suya, de su fe. Últimamente tiene que reunir toda su voluntad para ir a verle. Cuando le tiene delante no puede dejar de pensar en si será verdad que ha hecho todo lo que escribe en sus libros. El Marqués se da cuenta. Lo ve en sus ojos, en su mirada huidiza y en sus músculos tensos. Alardea de conocer la naturaleza humana y parece que es cierto. Bromea, se burla, es ingenioso hasta el punto de dejar sin réplica. El Abbe no es capaz ni de contestar a sus frases ni tampoco al beso que le da. Le acorrala sobre el diván y prácticamente le obliga a tumbarse, zalamero, exigente y rindiéndose a sus deseos, tal como predica. Besa húmedo y con mucha saliva, como una intrusión. También sonríe.
-Nunca Dios ha sido tan bueno, ¿no, Abbe?