La historia de cómo Harry y yo nos conocimos.
Sé que es algo tarde para postear esto, pero por culpa de Harry Potter (y compinches) no he podido ni dormir bien, ni estudiar bien, ni hacer nada bien.
Aquí mi breve historia:
Yo no tenía el gusto de conocer a Harry Potter, aun cuando el segundo libro ya había sido llevado exitosamente a la pantalla grande y, creánlo o no, no vi las películas antes de leer el libro, pero eso sí, me dieron un sinfín de spoilers antes de agarrar la primera parte de esta maravillosa saga y sentarme a leerlo.
¿Y quién fue esa persona tan maravillosa que me condujo hasta este mundo tan mágico? Pues nada más, ni nada menos que mi mejor amiga, mi hermana del alma (que aunque no es de sangre, la amo como si fuese una). Y, si bien Harry Potter al principio fue una recomedación que, pensaba, no era muy buena (porque, además, yo no leía); terminó siendo uno de los gustos que estrecharon mis lazos con esta persona, tan especial para mí hoy en día.
Ciertamente a Harry Potter le debo muchas cosas, en su mayoría, buenas. También es cierto que para disgustos con JK o con WB no gano, sin embargo, la felicidad que me embarga al siquiera escuchar las palabras "Harry Potter" (y cualquier palabra que se relacione a este mundo) es increíble e incomparable. No sólo por las aventuras que trascienden a lo largo de muchísimas páginas, si no también por las historias que nos son regaladas por todos los fanáticos de HP.
Además, me recuerda muchos de los mejores momentos de mi vida (no familiares). Me recuerda pláticas interminables de cómo sería el final, me recuerda los buenos tiempos en que iba a taller de computación nada más a ver fotos de Tom Felton, me recuerda a cómo corríamos por los pasillos de las plazas, mis amigas y yo para que nos dejasen entrar a la premiere y, también, me traen memorias de cómo nos formábamos desde temprano en frente de alguna librería a obtener una copia del libro.
Y, como si no fuese suficiente, gracias a Harry Potter he podido conocer gente linda e inteligente. Porque en este mundo tan superficial uno pierde la esperanza de encontrar chicas(os) con las(os) que se puedan hablar de cosas serias y, sí, Harry Potter te abre un mundo a un sinfín de posibilidades. Y, por tanto, a un sinfín de amistades.
Yo no sé qué haría sin HP. Creo que mi vida sería vacía, fría y sin sentido. Harry Potter me brindó muchas alegrías y me dotó de una capacidad de pensamiento que, de lo contrario, no tendría. Tal vez, si no fuese por HP, yo estaría viendo telenovelas de Televisa.
Gracias JK, pero sobretodo, gracias Harry (y todos los demás personajes que forman parte de su mundo) por hacerme saber que, sea como sea, tú siempre estarás allí. Ya sea en un libro, en una película o en una persona, tú nunca morirás y siempre tendrás algo para alivianarme la vida.
Aquí mi breve historia:
Yo no tenía el gusto de conocer a Harry Potter, aun cuando el segundo libro ya había sido llevado exitosamente a la pantalla grande y, creánlo o no, no vi las películas antes de leer el libro, pero eso sí, me dieron un sinfín de spoilers antes de agarrar la primera parte de esta maravillosa saga y sentarme a leerlo.
¿Y quién fue esa persona tan maravillosa que me condujo hasta este mundo tan mágico? Pues nada más, ni nada menos que mi mejor amiga, mi hermana del alma (que aunque no es de sangre, la amo como si fuese una). Y, si bien Harry Potter al principio fue una recomedación que, pensaba, no era muy buena (porque, además, yo no leía); terminó siendo uno de los gustos que estrecharon mis lazos con esta persona, tan especial para mí hoy en día.
Ciertamente a Harry Potter le debo muchas cosas, en su mayoría, buenas. También es cierto que para disgustos con JK o con WB no gano, sin embargo, la felicidad que me embarga al siquiera escuchar las palabras "Harry Potter" (y cualquier palabra que se relacione a este mundo) es increíble e incomparable. No sólo por las aventuras que trascienden a lo largo de muchísimas páginas, si no también por las historias que nos son regaladas por todos los fanáticos de HP.
Además, me recuerda muchos de los mejores momentos de mi vida (no familiares). Me recuerda pláticas interminables de cómo sería el final, me recuerda los buenos tiempos en que iba a taller de computación nada más a ver fotos de Tom Felton, me recuerda a cómo corríamos por los pasillos de las plazas, mis amigas y yo para que nos dejasen entrar a la premiere y, también, me traen memorias de cómo nos formábamos desde temprano en frente de alguna librería a obtener una copia del libro.
Y, como si no fuese suficiente, gracias a Harry Potter he podido conocer gente linda e inteligente. Porque en este mundo tan superficial uno pierde la esperanza de encontrar chicas(os) con las(os) que se puedan hablar de cosas serias y, sí, Harry Potter te abre un mundo a un sinfín de posibilidades. Y, por tanto, a un sinfín de amistades.
Yo no sé qué haría sin HP. Creo que mi vida sería vacía, fría y sin sentido. Harry Potter me brindó muchas alegrías y me dotó de una capacidad de pensamiento que, de lo contrario, no tendría. Tal vez, si no fuese por HP, yo estaría viendo telenovelas de Televisa.
Gracias JK, pero sobretodo, gracias Harry (y todos los demás personajes que forman parte de su mundo) por hacerme saber que, sea como sea, tú siempre estarás allí. Ya sea en un libro, en una película o en una persona, tú nunca morirás y siempre tendrás algo para alivianarme la vida.