Titulo: Prioridades
Fandom: Sailor Moon
Parejas: Seiya/Yaten
Clasificación: PG
Género: Drama
Resumen: Tenían que terminar, porque las prioridades no podían cambiar.
Frases: 15 "- Nosotros no vamos a permitir que os vayáis.
- ¿Nosotros?, ¿Quienes?
- Smith... y Wesson, y yo."
(Clint Eastwood, en uno de los "Harrys")
3 “Hasta la vista, baby.”(Terminator)
18 "Las opiniones son como el agujero del culo, todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta."
A Casa por Vacaciones
Disclaimer: Sailor Moon no es mío.
Notas: Diablos! intenté escribir mil cosas, con parejas más comunes y fáciles, antes que esto. Pero, pero, no tengo idea de qué pasó y terminó con esta cosa rara.
Tenían que separarse, era un hecho. No podían seguir juntos, no debían continuar con esos encuentros furtivos cada que se encontraban a solas. No era que el tener algo estuviese mal, era el hecho de que ese algo ya los estaba afectando demasiado. Era que su prioridad tenía que ser la princesa, no el otro.
Y eso era lo que tú llevabas pensando desde hacía mucho. Pero no te habías podido decidir, no habías podido tomar la decisión… al menos hasta hoy.
Cuando lo encontraste, él estaba tocando su guitarra. Se veía tan pacífico, tan relajado. Casi te sentías culpable de sacarlo de ese trance para sumergirlo en un lugar donde el desahogo, al menos el que compartían en la cama, fuera imposible. Casi.
― Seiya.
El aludido levantó la mirada y dejó lo que hacía. Sus ojos brillaban con especial curiosidad, como cada que Yaten se acercaba desde hacía un tiempo.
― ¿Estás solo?
― Sí.
― Entonces… ― no completó la frase, y con movimientos gatunos Seiya se acercó hasta dónde te encontrabas.
― No, detente.
― ¿Por qué? - dijo mientras acortaba más la distancia.
― Tenemos que hablar.
Suspirando resignado, viste como él asentía y se sentaba en el sillón más cercano.
― Me voy a ir.
― ¿De qué hablas?
― Me mudaré. He encontrado un departamento relativamente cerca y que es barato.
― No entiendo, ¿por qué lo haces?
― Sabes porqué lo hago.
― No, no lo sé, explícate.
― Es la única forma de detener esto. No podemos seguir, tú lo sabes.
Seiya se levantó totalmente frustrado. Era evidente que no esperaba algo así. Se acercó a ti y te sostuvo por los hombros.
― ¡No lo sé! Si quieres parar porque he involucrado mis emociones no lo hagas. No importan. Si quieres parar porque de pronto has encontrado a alguien más, tampoco lo hagas, sabes que siempre estaré aquí para cuando tú quieras. Si quieres…
― No, quiero parar porque no es solo lo que siento lo que está en juego. Quiero parar porque tenemos que conservar nuestras prioridades, tú tienes que ser lo más importante para mí. Yo no debo de ser lo más importante para ti, ¿acaso olvidas que estamos aquí para encontrar a la princesa? ¿Qué es ella lo que debe de ser más importante para nosotros?
Viste a Seiya exasperarse, mientras su rostro era de preocupación y desesperación. Era tan expresivo, tan cálido… ¡Basta! Tenías que parar esto, dejar de reflexionar sobre lo que era o no era Seiya y comenzar a analizar las pistas que tenían sobre el paradero de la princesa.
― Yo… ¡Eso no importa! Nosotros no vamos a permitir que te vayas - mientras hablaba te dio la espalda. Aparentemente no soportaba que vieras esa mirada.
― ¿Nosotros? ¿Quiénes?
― Taiki… y Healer, y yo.
― ¿Healer? ¿No entiendo a qué te refieres? Sabes que somos la misma persona ella y yo.
― No, Yaten es quien quiere irse. Healer no te dejará, ella debe permanecer con sus compañeras.
― No, esa es tu opinión. Y Sabes lo que creo de las opiniones.
Escuchaste a Seiya reír con amargura. Lo sabía, claro que lo sabía. Habías repetido hasta el cansancio que la opinión de los demás, así como su culo, te tenían sin cuidado. Después de todo, las opiniones son como el agujero del culo, todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta.
― Si, es mi opinión. Y sé que apesta. Pero te importa, demasiado. Por eso quieres dejar…nos, ¿no es así? Tienes miedo.
― Sé que insinúas. Y no es miedo lo que tengo, esto se llama sentido del deber.
― Claro.
― Es algo que tú no tienes.
― Te doy la razón, aunque a medias. Tú no tienes sentido del deber, tienes miedo. Y sí, yo no lo tengo. Porque sé que no importa lo que sienta, lo más importante es la princesa. Y entre tú y ella, la elijo a ella.
Algo dentro de ti se rompió. Algo que no sabías que existía, que tenías. Él estaba seguro, aparentemente sus prioridades no estaban tan mal como las tuyas, porque tú no hubieras podido escogerla a ella, tú terminarías eligiéndolo a él. Ahora, más que nunca, sabías que tenías que alejarte de él, no podías permitir que él se convirtiera en lo más importante. No por el bien de la misión.
― Y, aunque no lo creas, has probado mi punto. Tengo sentido del deber. Por lo tanto, me tengo que ir.
― No entiendo lo que te pasa - dijo él bastante enojado ya. Furioso dirías tú ―. Pero, ¿sabes qué? Haz lo que se te dé la gana. Pero que te quede claro algo, si te vas no pienses que algo volverá a ser igual, Healer - terminó de decir Seiya escupiendo las palabras.
― Lo sé.
Él solo se alejó por el pasillo por el que tú habías llegado. Ni una vez volvió la vista atrás. Lo intuías, nada, absolutamente nada, volvería a ser igual.
― Hasta la vista, baby ― te oíste susurrar a la nada.