Fandom: Hespania
Claim: Cataluña/Madrid [Jordi/Jose Mari]
Rating: T
Advertencias: OC's, fail!angust, ¿Fluff?
Aclaraciones: Cataluña y Madrid son dos de las ¿15? ni ella lo sabe Comunidades Autónomas Españolas, por lo tanto, son los hijos/hermanos menores (como queráis verlo) de Antonio.
Notas: Escrito para
neko6 que me lo pidió en el
meme de besos y un
dibujo de Jordi y Jose que ella hizo.
Heridas Abiertas
Un fuerte quejido escapó de la boca de Jose Mari cuando su espalda chocó violentamente contra la pared. Miró a Jordi con algo de odio, pero las réplicas murieron en su garganta cuando el catalán estampó sus grandes manos a ambos lados de su cabeza. Respiraba de forma algo agitada, y le miraba con un profundo odio, no ese odio al que Jose Mari estaba acostumbrado.
Era un odio verdadero.
-Estoy harto -Susurró, entre dientes- Harto, ¿Me oyes?
Madrid se permitió tragar saliva silenciosamente, antes de preguntarse cómo habían llegado a esa situación. Habían salido de la típica reunión protocolo que Antonio convocaba de vez en cuando, y como siempre, el tema de la independencia de Cataluña y Euskadi había salido a relucir en más de una ocasión. Eneko, siendo como era, simplemente pasaba de todo, pero Jordi no, Jordi podía perder los papeles con facilidad cuando se tocaba ese tema, por eso sus hermanos trataban de abordarlo con el mayor cuidado posible.
Todos, menos Jose Mari. Durante toda la reunión, la capital había estado dejando caer comentarios agrios sobre su hermano catalán, dirigiéndose a él a veces como "señor independentista". Antonio le había llamado la atención muchas veces, pero Jose simplemente seguía a lo suyo, demasiado molesto con Jordi como para dejar de lado sus hirientes comentarios.
Jordi ni siquiera le miró durante la reunión, se limitaba a ignorarle, pero apretaba los puños debajo de la mesa, cada vez con más y más fuerza.
Al finalizar la reunión, Jordi había cogido por banda a su hermano menor, y lo había arrastrado hasta los baños del edificio en el que se encontraban. Y ahora, Jose Mari estaba atrapado entre la pared, y un muy cabreado Cataluña. Una pequeña, casi microscópica, parte de su subconsciente, le dijo que él solito se lo había buscado, pero la mandó callar inmediatamente.
-Algún día me marcharé de aquí -Seguía diciendo Jordi- ¿Y sabes qué es lo que haré en cuanto me haya ido? Celebrarlo. Lo celebraré con cava, y brindaré con Andorra durante toda la noche.
-Eres un hijo de puta -Al catalán no pareció afectarle mucho el insulto, es más, se permitió mirarle con desdén al escucharle- No serías nadie sin Toni, ¿Y así se lo quieres pagar? ¿Marchándote?
- ¿Te has preguntado, ni aunque sea una sola vez, por qué quiero irme? No, claro que no, en lo único que piensas es en ti, ¿No es verdad? -Jose Mari quiso replicar algo, pero la dura mirada de su hermano le hizo callar- Te limitas a juzgar sin siquiera querer saber mis motivos o los de Euskadi.
Madrid frunció los labios, molesto de repente ante la mención del vasco; de alguna forma, a Jose Mari no le gustaba que Eneko y Jordi se llevaran bien. De hecho, si se paraba a pensarlo, odiaba que Jordi prefiriera llevarse bien con sus otros hermanos antes que con él.
A veces, sentía que Cataluña le culpaba de todas sus desgracias. Y no le gustaba.
Al ver que su hermano menor no pensaba contestar, Jordi suspiró, negando con la cabeza. Esperar que Jose Mari se parara a intentar comprenderle era una pérdida de tiempo. Sin embargo, quería que Madrid entendiera, que dejara de mirarle como si fuera un criminal cada vez que su independencia salía a relucir en cualquier conversación. Necesitaba que Jose le entendiera.
-Te lo voy a explicar de forma simple -Dijo, apartando las manos de la pared- Ni mi gente ni yo queremos estar en un lugar donde, obviamente, no se nos quiere.
Jose se mantuvo en silencio, pero por la forma en que apretó la mandíbula, Jordi supo exactamente lo que estaba pensando, y en consecuencia, cómo iba a reaccionar. Contó hasta tres mentalmente, y tal y como había imaginado, al llegar al tres las posiciones se habían invertido, y ahora era él quien estaba empotrado contra la pared.
Teniendo en cuenta la enorme diferencia de altura que había entre ellos, a Jordi no le hubiera resultado muy difícil apartar a su hermano de un empujón, pero prefirió quedarse como estaba y encarar la mirada furiosa de Jose Mari.
- ¡¿Eres imbécil?! -Le gritó, agarrándole por el cuello de la camiseta- ¡¿Qué no se te quiere aquí?! ¡¿De dónde coño te has sacado eso?!
El catalán suspiró, pesadamente, antes de contestar- Pregúntale a tu gente -Y antes de que el menor pudiera abrir la boca de nuevo, añadió- O mejor, pregúntale a las gemelas Castilla, a ver qué te cuentan de mí.
Ante esto último, Jose no pudo reprochar nada. Era cierto que las gemelas no sentían mucho aprecio por Jordi, pero la actitud del catalán con todo el tema de su independencia no ayudaba demasiado a que ellas cambiaran su forma de pensar. Antonio siempre se lo decía; tanto Isabel como Anabel tenían un carácter difícil, pero todo lo que hacían, lo hacían por el bien de la patria.
Aunque sí era cierto que deberían intentar ser un poco más agradables con sus otros hermanos.
-Mi gente se cansará, Jose -Murmuró Cataluña- No creo que podáis evitarlo, me iré de todas formas.
- ¡NO!
Su grito retumbó por las paredes del baño, haciendo eco incluso después de haberse quedado en silencio. Jordi le miró sorprendido, la forma en que apretaba los dientes y cómo sus manos temblaban a causa de la fuerza con la que le agarraba de la camiseta. Se quedaron en silencio, uno sin saber cómo reaccionar, el otro buscando las palabras adecuadas.
-No dejaré que te vayas -Dijo, bajando el rostro y casi escondiéndolo en el pecho del mayor; era demasiado vergonzoso ser así de sincero- No quiero que te vayas… -Jordi parpadeó, procesando eso último- No lo permitiré, nunca…
Finalmente, y después de unos segundos en silencio, Jordi suspiró.
-Deberías ser así de sincero más a menudo.
Por segunda vez, las posiciones se invirtieron, y Jose Mari estaba de nuevo contra la pared. En esta ocasión, Jordi no fue brusco, simplemente lo empujó suavemente, poniendo sus enormes manos en los hombros de su hermano menor.
Antes de que Jose pudiera preguntarle nada, Jordi ya le estaba besando. Teniendo en cuenta que apenas dos minutos antes se estaban insultando y odiándose a muerte, Madrid tendría que haber intentado apartar al mayor, pero muy por el contrario, pasó sus brazos alrededor del cuello del catalán y se aferró a él como si fuera un salvavidas.
Se besaron con suavidad, con calma, contrastando totalmente con los besos que usualmente se daban, que estaban cargados de esa tensión sexual que se notaba hasta en la frontera con Portugal. Ahora, simplemente sentían. Nunca se habían dedicado alguna palabra de afecto o cariño, sólo cuando Madrid era un niño habían tenido buena relación, pero de eso hacía ya tantos años que Jose era incapaz de recordarlo.
Jordi se sintió nostálgico por un momento; podía sentir el anhelo de su hermano, las ganas de retenerlo a su lado y todo aquello que su orgullo jamás le permitiría decirle a la cara. Recordaba vagamente la primera vez que lo vio, Jose era una copia exacta de Antonio, el consentido de las gemelas Castilla, un pequeño niño que había nacido con una responsabilidad que, pensó Jordi por aquel entonces, le quedaba demasiado grande.
¿Cómo habían acabado odiándose de esa forma? Ninguno de los dos lo sabía.
Pero en ese momento, era lo que menos les importaba.
Cataluña envolvió suavemente las caderas del menor, acercando aún más sus cuerpos. El beso se volvió más profundo, pero no más intenso, seguían besándose con calma. Sus lenguas no batallaban por ver cual dominaba a la otra, simplemente jugaban, permitiéndole a la contraria indagar en la boca que nunca antes se habían parado a explorar.
El aire comenzaba a hacerse necesario, sin embargo, apuraron ese beso todo lo que pudieron. Cuando se separaron, lo hicieron muy despacio, como temiendo romper el ambiente que se había creado a su alrededor; un ambiente nuevo para ambos, pero extrañamente agradable.
Jose no fue capaz de mirar a Jordi a los ojos; era la primera vez que se sentía avergonzado por besar a su hermano mayor. El catalán, por su parte, decidió que lo mejor era marcharse por el momento. No sabía si Jose empezaría a entenderle, pero al menos ahora se podía decir que su relación, fuera cual fuera, había mejorado un poco.
Le fue extrañamente difícil apartar sus manos del cuerpo de Jose, y de alguna forma sintió que sería cruel marcharse de repente después de haberse besado de forma tan… íntima. Así que, guiado por un repentino impulso, le besó en la frente antes de separarse por completo de él. Madrid se sonrojó furiosamente ante esa repentina muestra de cariño. Era extraño como, a pesar de haberse acostado juntos en numerosas ocasiones, un simple beso le podía avergonzar tanto.
No se dijeron nada, el madrileño se limitaba a mirar en silencio como Jordi se dirigía hacia la puerta del baño. Jordi también estaba en silencio, de alguna forma, sentía que ya todo estaba dicho entre ellos. Bueno, tal vez no todo.
Se detuvo cuando su mano sujetó el picaporte.
-Antes has dicho que no permitirás que me vaya -Dijo, haciendo que Jose se sonrojara aún más que antes- Pues, si tanto te interesa que me quede, tendrás que hacerme cambiar de opinión.
Jose giró la cabeza hacia él, encontrándose con que le estaba sonriendo por encima del hombro. El madrileño dejó a un lado parte de su vergüenza y también sonrió. Obviamente, Jordi le estaba retando, y Jose amaba los retos.
-Puedo conseguir eso -Le sonrió de forma autosuficiente- Y en menos tiempo del que te puedas imaginar.
El catalán soltó una pequeña risita irónica- Ja ho veurem.
Jordi se fue, y el menor se apoyó en la pared, suspirando largamente. Lo que acababa de pasar ahí dentro había sido extraño, demasiado tal vez. Pero Jose se sentía extrañamente eufórico, también tenía la sensación de haberse quitado un gran peso de encima.
Fuera como fuera, ahora debía pensar en cómo iba a convencer a Jordi para que no se independizara. Iba a ser difícil hacerle cambiar de opinión, eso lo sabía. Pero como que se llamaba Jose Mari, que iba a conseguir que Jordi no deseara otra cosa más que querer quedarse en su casa, en España.
Y ya de paso, incluso podría intentar que la relación de Cataluña con Andorra no fuera tan estrecha.
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El catalán soltó una pequeña risita irónica- Ja ho veurem (ya lo veremos)
Cataluña es, junto con Castilla, Aragón y Galicia, una de las Comunidades Autónomas más antiguas, es decir, que Jordi fue uno de los primeros en nacer. Cataluña y Euskadi son también las Comunidades de donde más impuestos salen, puesto que en ellas reside toda la Industria. Hay que añadir también que fue gracias a las Olimpiadas del 92 (Barcelona) que el turismo en España aumentó considerablemente.
Cataluña y Euskadi creen que no necesitan a España, más bien, es España quien necesita a Cataluña y a Euskadi, de modo que ambas Comunidades llevan muchos años pidiendo la Indipendencia.
A causa de esto, tanto vascos como catalanes se han ganado la fama de separatistas y anti-españolistas y la dictadura de Franco no hizo sino empeorar la situación.
"Y ya de paso, incluso podría intentar que la relación de Cataluña con Andorra no fuera tan estrecha";
Andorra hace frontera con Cataluña y con Francia, con lo cual, Cataluña y Andorra son vecinos. Además de eso, el idioma oficial de Andorra es el catalán, así que se me ocurrió que estos dos podían llevarse bastante bien (para desagrado de Jose XD).