Título: Perdón
Fandom: The 100
Desafío: #005
Pairing o Personaje o Grupo: Bellamy/Clarke
Rating: PG
Resumen: Bellamy sabe, precisamente por Clarke, que el perdón no se da a quien lo merezca, sino a quien más lo necesita. Gracias a Octavia, ahora ve que no sólo es bueno para quien lo recibe, si no también para quien lo da.
Nota de autor: SPOILER 3X01. Leve Bellamy/Gina
La canción de fondo es Knocking on Heavens Door, de Raign (
youtube), que es la del 2x16.
Palabras: 1870
Tabla:
Libros El puñetazo viene hacia ella con una pauta extraña, como si temiera hacerle daño, pero al golpearla Clarke se da cuenta que guarda la fiereza necesaria de la pelea. Se vuelve y de una patada, desestabiliza a su oponente. Bellamy necesita de tres segundos más que los demás para darse cuenta que Clarke le ha tumbado contra el suelo y, de ser una pelea real, ya estaría muerto. Sus miradas se cruzan y, tras un breve titubeo, Clarke le ayuda a ponerse en pie. Después de la sesión, cada uno sale en una dirección: Bellamy a buscar a Raven; Clarke necesita hablar con Monty.
Es como si las cosas hubieran vuelto a su cauce, más o menos. Aunque esta vez lo que les preocupa no es tanto la guerra que parece avecinarse al otro lado de la montaña, como la que se mantiene dentro del campamento. La que se desata dentro del corazón de sus amigos. La que lleva Jasper a la espalda y anega con vasos de whisky cada vez que tiene ocasión.
En el improvisado bar que han montado dentro de la nave, Raven y Bellamy hablan sobre Clarke con la ceja fruncida y la nostalgia tiñendo sus palabras. Pronuncian las palabras letal, fuerza, calculadora y compasión como si no supieran cómo juntarlas al puzzle que tienen delante. Gina les pide paciencia, les anima a acercarse a ella sin miedo, como si la hubieran perdonado ya.
-Yo ya lo hice -se defiende Bellamy -, yo ya le ofrecí el perdón.
-A lo mejor no era ese el que necesitaba para perdonarse así misma -señala ella.
-Entonces, ¿qué más puedo hacer yo? -Bellamy quiere desentenderse del problema, como si no les estuviera comiendo la moral y la cabeza. Pero Gina le conoce mejor de lo que él cree.
-Bellamy, aún no la has perdonado -le hace ver antes de irse a atender a otro grupo.
Bellamy mira a Raven buscando respuestas, pero ella está demasiado ensimismada en sus recuerdos.
-¿Se refería a algo más? Aparte de lo de las montañas...
-Puede. -Raven se queda pensando durante un largo momento -Yo le perdoné lo de Finn. Era la única que le podía dar ese alivio. Si tú u Octavia le hubierais dicho lo mismo, probablemente no hubiera valido tanto, no hubiera servido igual.
Bellamy asiente, y con la garganta aún seca se levanta. De pronto siente la urgencia de hablar con su hermana. La encuentra cuidando de la yegua, mientras discute de algo con Lincoln. Bellamy aguarda lejos de ellos hasta que Lincoln, cabizbajo, se da la vuelta y regresa hacia los edificios. Lo intercepta con una pregunta.
-En la batalla contra los tuyos, cuando calcinamos a los tuyos...
Lincoln lo mira como si fuera la primera vez que lo viera. No hace ni cuatro meses de aquello, pero pareciera que han pasado años...
-¿Nos has perdonado? ¿Se lo has perdonado?
-A Clarke. -Entiende él sin necesidad de que Bellamy sea más concreto. Éste asiente y clava sus ojos en Lincoln como si esperara el "y a ti" que le libre de los demonios que lo acosan cuando recuerda cómo le torturó. Siglos desde aquello.
-Sí.
-¿Por qué? -Intenta preguntar "cómo" pero no le sale.
-Porque yo hubiera hecho lo mismo. Porque os salvó.
En silencio, mientras asiente con la cabeza, Bellamy entiende que le habla de él, de los demás delincuentes, porque cuando Clarke cerró las compuertas de la nave, Octavia escapaba del infierno en los brazos de Lincoln. Y entiende también que si Lincoln les considera su familia, es que también le ha perdonado.
-TondD.C.
A Octavia se le abren los ojos cuando Bellamy lo pronuncia. Después menciona el nombre de Clarke y su hermana comprende lo que ha venido a preguntarle. Pasa el cepillo por la crin de la yegua y tras un largo silencio, da una respuesta afirmativa. El ¿por qué? de Bellamy vuelve a adelantarse al cómo, pero al mirar a Octavia sabe que era la pregunta correcta.
-Porque lo necesitaba. -Bellamy quiere preguntar quién, mas aguarda -. Las dos lo necesitábamos.
Bellamy sabe, precisamente por Clarke, que el perdón no se da a quien lo merezca, sino a quien más lo necesita. Gracias a Octavia, ahora ve que no sólo es bueno para quien lo recibe, si no también para quien lo da.
-Me alegro que haya vuelto, pero también me alegré cuando se fue. Porque después de lo de las montañas, el saber que se había ido a luchar contra sus demonios me hizo entender que cuando volviera lo haría como Clarke, y no como una asesina.
La palabra "asesina" se acomoda en la cabeza de Bellamy como una migraña. Camina hacia su habitación sin prestar atención por donde va. De pronto se encuentra en un pasillo que no le suena, cuya desembocadura termina en un laboratorio donde una persona entona una pegadiza melodía. Tiene que pellizcarse para asimilar que esa persona es Jasper, y que no se está envenenando con algún químico.
Con un movimiento de cabeza, señala la mezcla que tiene el chico entre las manos y pregunta que qué es. Cuando Jasper se encoge de hombros, Bellamy ve la herida que tiene ahí.
-¿Cómo te has hecho eso?
-Clarke.
-¿Te has peleado con Clarke? -La sorpresa hace acto de presencia en su voz. Tras el entrenamiento de hoy sabe que no es buena idea darse de puñetazos con ella. Está claro que Jasper ya se ha dado cuenta.
-No quería saber porqué había vuelto. -Confiesa Jasper como si Bellamy supiera también la razón. Pero Bellamy sólo sabe que lleva meses sin saber de ella y que desde que la rescataron no termina de ver si es ella u otra persona. -Dice que ha vuelto por nosotros, para evitar la guerra, para que la comandante de las Tierras Heladas no pueda considerar la matanza como algo heroico.
Lo último lo dice con sorna, como si alguien siquiera pudiera pensar eso. Pero a Jasper se le olvida que la gente de las Montañas encadenó tortura tras cacería tras matanza con tal de sobrevivir. A veces a Jasper se le olvida que los hombres de Cage estaban apuntando a Maya con un fusil cuando fueron aniquilados. Resopla y mira a Bellamy que no sabe cómo reaccionar. Pero cuando Jasper está rabioso sólo quiere hacer daño.
-Al parecer ha vuelto por nosotros, pero no ha vuelto por ti.
El ataque pone a Bellamy en alerta: no se esperaba eso.
-¿Qué quieres decir?
-Sabes perfectamente lo que quiero decir. Todos lo sabemos, incluida Gina. Sigues sin haberle perdonado que te dejara solo con este desastre, ¿eh? -Y cuando dice desastre levanta los brazos y se señala así mismo.
-¿Acaso le has perdonado tú? -Bellamy sabe que eso no es justo, pero está muy harto de Jasper y sus prontos. A veces daría todo lo bueno que ha pasado últimamente por volver al momento en que Murphy le hizo colgarse de una cuerda, sólo porque sabe que después Jasper iba hacer todo lo posible por salvarlo. Echa tanto de menos a todos los que se han ido, que a veces ni se reconoce.
-Estoy en ello.
-¿Qué?
Eso sí es una sorpresa. ¿Cómo? ¿Por qué? Las preguntas se formulan en voz alta sin que Bellamy pueda hacer nada por evitarlo.
-Recordando que fue Maya quien lo hizo primero; pero ella era más valiente que yo. Recordando que el silencio de los habitantes de la montaña fue lo que mató a Fox. Recordando que en el momento en que Maya apostó por mí, dejó de apostar por ella.
-Ella lo sabía -. Bellamy no pregunta, afirma; sabe que Jasper tiene razón, que en el momento que Maya decidió jugársela por Jasper y sus amigos, comprendió que habia llegado su hora. Bellamy recuerda cómo admiraba Maya a su madre, que había muerto por creer en lo que ella estaba luchando, por el mismo ideal que había matado a su marido.
-Que vivieras le sirvió de redención, de perdón. -Jasper lo recita como si no fuera con él. Después se aclara la garganta y mira a Bellamy a los ojos -¿Crees que fue realmente así? Que cuando me conoció decicidó dejar de ser un monstruo y redimirse de sus pecados.
Bellamy quiere asentir, pero la frase parece sacada de una película de terror. No sabe quien le soltado esas palabras a Jasper, pero sospecha que no sólo se ha peleado con Clarke.
-Clarke dice que si me empeño en morir, estaré despreciando el regalo que me hizo Maya. Que su muerte, que todas esas muertes, no tendrían sentido. -Le confiesa Jasper tras un largo silencio -Que por mí, por nosotros, sus manos están cargadas de sangre: de la gente de la montaña, de la gente de Tond D.C., de Finn...
-¿Y que le has dicho?
-Que necesito dejar de importarle tanto.
La carcajada nace del estómago de Bellamy, atraviesa su garganta y se congela en su boca. Se da cuenta de que Jasper realmente quiere decir eso, quiere dejar de saber que Clarke le considera su responsabilidad, quiere dejar de sentirse en deuda con ella, quiere dejar de pesar su vida en la misma balanza donde Clarke ha depositado tantos cadáveres.
-¿Por qué...? -Bellamy necesita saber porqué Jasper está intentando perdonarla, ya que él está seguro de que no quiere dejar de importarle tanto, pero sabe que su afrenta es diferente.
-Porque he visto a Raven quedarse con el peso de la muerte de Finn; he visto a Octavia cargar con los muertos de Tond D.C; he visto cómo Lincoln no le reprocha el asesinato de los terrícolas que quemamos en aquella batalla. Les he visto hacer eso cuando nos miran a nosotros, a Monty, a Miller, a Harper, al resto. Les he pillado queriéndonos más que nunca porque entienden el precio que han tenido que pagar por tenernos de vuelta. Y les he visto mirar a Clarke, comprobar que ella sigue cargando con el peso de esas muertes e ir a quitarle la carga que supone su rencor. Porque el odio y la rabia no va a hacer que esas muertes valgan más, mientras Clarke recuerde que ninguna matanza debe ser por capricho.
Bellamy asiente, casi sin aliento, pues el discurso de Jasper le ha humedecido los ojos. Entiende cada una de las palabras que ha dicho su amigo, pero no sabe si ese perdón, ese perdón que le han otorgado los otros, tiene algo que ver con el suyo.
-No era tu perdón el que necesitaba para volver, Bellamy -. Jasper se dipone a marcharse del laboratorio, pero antes de irse se lo dice. -Era el mío.
Tiene razón. Lo piensa mientras ve a Jasper alejarse, y cuando lo comprende el nudo que aprisiona su pecho parece que afloja, que se deshace, que desparece. Parece como si lo único que le quedara por echarle en cara a Clarke es que se hubiera ido, que le hubiera dejado sólo con la versión más horrible de Jasper, que no hubiera apostado por él como algo más que su compañero. Y cuando la rabia desaparece, y el perdón brilla de nuevo, Bellamy entiende que la última batalla del purgatorio que Clake lleva un tiempo andando está a punto de acabar.