[Shot] Original + X-perimento
Rating: Todo público
Warning:
Pairing:
Status: Terminado
Notas:
Apareció a la reunión con el brazo derecho quebrado y varios parches en todo el cuerpo. Cojeaba y le costaba un poco sentarse y mover los hombros.
La mayoría no podía creer que llegara tranquilamente luego de haber intentado suicidarse.
Algunos amigos fueron a ayudarla y saludarla, otros la increparon duramente. El tema de la reunión quedó olvidado mientras se convertía -contra su voluntad -en el centro de atención.
Dijo “lo siento, no lo volveré a intentar” unas quince veces, prometió sobre su sangre, su madre y su perro y luego pidió que la reunión se ejecutara, pero el Prevencionista que debía dar la charla estaba temblando, por alguna extraña razón, así que todo se suspendió.
En el estacionamiento estaba esperándola su padre. Se despidió de algunos y otros insistieron en acompañarla hasta el auto. Sonrió agradeciendo, y les dejó cuando el motor se puso en marcha.
El camino a casa fue silencioso y vacío. Los resultados no eran lo que había esperado.
Suspiró por lo bajo y miró el techo, luego de tenderse en la cama y recibir la décimo cuarta llamada del día.
Otra alternativa que no daba resultado.
Si tan solo le creyeran que no volvería a hacerlo…
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Status: Terminado
Notas:
Apareció a la reunión con el brazo derecho quebrado y varios parches en todo el cuerpo. Cojeaba y le costaba un poco sentarse y mover los hombros.
La mayoría no podía creer que llegara tranquilamente luego de haber intentado suicidarse.
Algunos amigos fueron a ayudarla y saludarla, otros la increparon duramente. El tema de la reunión quedó olvidado mientras se convertía -contra su voluntad -en el centro de atención.
Dijo “lo siento, no lo volveré a intentar” unas quince veces, prometió sobre su sangre, su madre y su perro y luego pidió que la reunión se ejecutara, pero el Prevencionista que debía dar la charla estaba temblando, por alguna extraña razón, así que todo se suspendió.
En el estacionamiento estaba esperándola su padre. Se despidió de algunos y otros insistieron en acompañarla hasta el auto. Sonrió agradeciendo, y les dejó cuando el motor se puso en marcha.
El camino a casa fue silencioso y vacío. Los resultados no eran lo que había esperado.
Suspiró por lo bajo y miró el techo, luego de tenderse en la cama y recibir la décimo cuarta llamada del día.
Otra alternativa que no daba resultado.
Si tan solo le creyeran que no volvería a hacerlo…