Sabor a helado y alcohol
Número: 6/6
Título: Sabor a Helado y Alcohol
Fandom: Vocaloid
Claim: Kaito, Meiko
Extensión: 730
Advertencias: Mal escrito...
Notas: Nu me gusto como quedó D:
Se había levantado con un dolor de cabeza insoportable, eran las 10 de la mañana, temprano para alguien con resaca -normalmente dormía hasta las 12, una vez por la resaca se levanto a las 2…con un padre haciéndole la misa porque Miku creía que se había muerto- se rió al recordar eso, que hizo que el dolor de cabeza aumentara.
Con pereza se deshizo de las sabanas, tenía mucha sed, así que bajo a la cocina y mataría, lenta y dolorosamente, si Miku y los gemelos aparecían con su ‘Meiko-Nee, no hemos desayunado’ que para eso andaban Luka y Gakupo, coño. Al llegar, todos le miraron, atónitos. Meiko no entendía porque ¿había hecho algo malo anoche?
-Eh… ¿Hola? -
- ¡B-Buenos d-días, M-Meiko-Nee! -Dijo Miku en un tono de ¿respeto? ¿Miedo?
Y la cosa se puso más bizarra cuando todos le saludaron de esa manera, con respeto, no como normalmente hacía Miku que se le abalanzaba encima que casi le mataba en los días como, hoy, tenía resaca. Y lo más bizarro es que no conseguía a Kaito.
¿Dónde estaba ese enfermo del helado? ¿Y por que todos actuaban tan distantes con ella? Se estaba hartando.
E iba a sacarle a su queridísima Miku la información, aunque eso le costara no tomar por una semana.
Cuando hallo tiempo a solas con Hatsune, le toco el hombro y salieron -volando- a su habitación.
-Bien, Miku ¿Por qué actúan tan raro conmigo? ¿Qué carajo hice ayer? -
-Pues…-
Bien, Meiko había bebido demasiado y -normalmente- lo hacía y nadie le prestaba atención, a excepción de estos días, en que tuvieron que hacer un concierto y no le invitaron a ella, ella actuó como si no le importara, oh, que errados estaban, era obvio que estaba molesta, pero no para que estuviera rompiendo y destrozando cualquier cosa que tuviera alrededor. Y ninguno de los Vocaloid (o Voyakiloids, que para variar estaban allí).
“No somos cobardes, somos inteligentes” Aseguro Kaito mientras Miku veía como su hermana rompía la vacía botella de sake, joder, no, es obvio que no iban a acercarse.
- ¿Por qué? ¿Por qué siempre pasa eso? ¿¡Acaso es porque no soy tan jodidamente mona como Miku, Gumi o los gemelos!? ¿Por qué mi voz no es como la de Luka? -
-Meiko-Nee-Rin habló esta vez-Si te ayuda saberlo el concierto fue bastante aburri…
- ¡Ese no es el punto, Rin! ¡El punto es que me olvidan siempre! ¡Y con todos los Vocaloid que han salido más me olvidan! ¡Y para colmo ESA COSA! -Grito enfocando su vista en Kaito (Quien temblaba del miedo) -E-Es tan subnormal que no nota lo que siento por él.
- ¿Qué? -Pregunto confundido
-Esto, imbécil- Dicho esto lo beso con fuerza antes de caer desmayada al piso.
…
Un silencio reino, Meiko no podía creer la pendejada que había hecho, quería que la tierra se la tragase ¿¡Como vería al imbécil de Kaito ahora!? Aunque si, le envió mil y una indirectas pero ¡Ese no era el punto!
-…Creo que se me paso un poco la lengua, eeeh…ignora lo que dije en esa fiesta ¿vale Miku? -
-Pero Nee-san…¡Nee-san! ¿A dónde vas? -
- ¡A buscar a Kaito! ¡Regreso tarde, ordena una pizza con la cuenta de Gakupo! -
-Pero Nee-san…ah, bueno, ella manda-Murmuro mientras decía el numero de Gakupo por teléfono y ordenaba una pizza familiar para todos.
Meiko corrió por todas las heladerías posibles e imposibles de la ciudad, hasta que consiguió a Kaito comiendo en una, en la última que quedaba, la mujer suspiro, los pies le mataban, había corrido tanto que apenas vio a Kaito, se sentó enfrente de él y tumbo su cara a la mesa.
-Ya era hora de encontrarte, idiota…-Dio un suspiro y le miro
- ¿Quieres helado? -
-Un poco, estoy muerta del cansancio…-
Kaito sonrió, mientras Meiko abría la boca y él dirigía el helado de vainilla hacia su boca.
-No es alcohol pero…-
-No me hables de eso…bien, escucha, lo que paso ayer…-
Kaito balbuceo sin que la castaña dijera algo.
- ¿Te gusto, ósea, el beso? -Pregunto avergonzada
-Espera… ¿Ósea que lo que me dijiste era…era…cierto? -
- ¿Jamás te han dicho que los niños y los ebrios dicen la verdad? Y…si. Es verdad ¿¡Algún problema!? -
-N-No…d-de hecho…-Murmuro acercándose a su rostro dándole un corto beso-Me gusta el sabor a alcohol en tus labios.
- ¿Ah sí? Y tu sabor a helado tampoco está nada mal-
Título: Sabor a Helado y Alcohol
Fandom: Vocaloid
Claim: Kaito, Meiko
Extensión: 730
Advertencias: Mal escrito...
Notas: Nu me gusto como quedó D:
Se había levantado con un dolor de cabeza insoportable, eran las 10 de la mañana, temprano para alguien con resaca -normalmente dormía hasta las 12, una vez por la resaca se levanto a las 2…con un padre haciéndole la misa porque Miku creía que se había muerto- se rió al recordar eso, que hizo que el dolor de cabeza aumentara.
Con pereza se deshizo de las sabanas, tenía mucha sed, así que bajo a la cocina y mataría, lenta y dolorosamente, si Miku y los gemelos aparecían con su ‘Meiko-Nee, no hemos desayunado’ que para eso andaban Luka y Gakupo, coño. Al llegar, todos le miraron, atónitos. Meiko no entendía porque ¿había hecho algo malo anoche?
-Eh… ¿Hola? -
- ¡B-Buenos d-días, M-Meiko-Nee! -Dijo Miku en un tono de ¿respeto? ¿Miedo?
Y la cosa se puso más bizarra cuando todos le saludaron de esa manera, con respeto, no como normalmente hacía Miku que se le abalanzaba encima que casi le mataba en los días como, hoy, tenía resaca. Y lo más bizarro es que no conseguía a Kaito.
¿Dónde estaba ese enfermo del helado? ¿Y por que todos actuaban tan distantes con ella? Se estaba hartando.
E iba a sacarle a su queridísima Miku la información, aunque eso le costara no tomar por una semana.
Cuando hallo tiempo a solas con Hatsune, le toco el hombro y salieron -volando- a su habitación.
-Bien, Miku ¿Por qué actúan tan raro conmigo? ¿Qué carajo hice ayer? -
-Pues…-
Bien, Meiko había bebido demasiado y -normalmente- lo hacía y nadie le prestaba atención, a excepción de estos días, en que tuvieron que hacer un concierto y no le invitaron a ella, ella actuó como si no le importara, oh, que errados estaban, era obvio que estaba molesta, pero no para que estuviera rompiendo y destrozando cualquier cosa que tuviera alrededor. Y ninguno de los Vocaloid (o Voyakiloids, que para variar estaban allí).
“No somos cobardes, somos inteligentes” Aseguro Kaito mientras Miku veía como su hermana rompía la vacía botella de sake, joder, no, es obvio que no iban a acercarse.
- ¿Por qué? ¿Por qué siempre pasa eso? ¿¡Acaso es porque no soy tan jodidamente mona como Miku, Gumi o los gemelos!? ¿Por qué mi voz no es como la de Luka? -
-Meiko-Nee-Rin habló esta vez-Si te ayuda saberlo el concierto fue bastante aburri…
- ¡Ese no es el punto, Rin! ¡El punto es que me olvidan siempre! ¡Y con todos los Vocaloid que han salido más me olvidan! ¡Y para colmo ESA COSA! -Grito enfocando su vista en Kaito (Quien temblaba del miedo) -E-Es tan subnormal que no nota lo que siento por él.
- ¿Qué? -Pregunto confundido
-Esto, imbécil- Dicho esto lo beso con fuerza antes de caer desmayada al piso.
…
Un silencio reino, Meiko no podía creer la pendejada que había hecho, quería que la tierra se la tragase ¿¡Como vería al imbécil de Kaito ahora!? Aunque si, le envió mil y una indirectas pero ¡Ese no era el punto!
-…Creo que se me paso un poco la lengua, eeeh…ignora lo que dije en esa fiesta ¿vale Miku? -
-Pero Nee-san…¡Nee-san! ¿A dónde vas? -
- ¡A buscar a Kaito! ¡Regreso tarde, ordena una pizza con la cuenta de Gakupo! -
-Pero Nee-san…ah, bueno, ella manda-Murmuro mientras decía el numero de Gakupo por teléfono y ordenaba una pizza familiar para todos.
Meiko corrió por todas las heladerías posibles e imposibles de la ciudad, hasta que consiguió a Kaito comiendo en una, en la última que quedaba, la mujer suspiro, los pies le mataban, había corrido tanto que apenas vio a Kaito, se sentó enfrente de él y tumbo su cara a la mesa.
-Ya era hora de encontrarte, idiota…-Dio un suspiro y le miro
- ¿Quieres helado? -
-Un poco, estoy muerta del cansancio…-
Kaito sonrió, mientras Meiko abría la boca y él dirigía el helado de vainilla hacia su boca.
-No es alcohol pero…-
-No me hables de eso…bien, escucha, lo que paso ayer…-
Kaito balbuceo sin que la castaña dijera algo.
- ¿Te gusto, ósea, el beso? -Pregunto avergonzada
-Espera… ¿Ósea que lo que me dijiste era…era…cierto? -
- ¿Jamás te han dicho que los niños y los ebrios dicen la verdad? Y…si. Es verdad ¿¡Algún problema!? -
-N-No…d-de hecho…-Murmuro acercándose a su rostro dándole un corto beso-Me gusta el sabor a alcohol en tus labios.
- ¿Ah sí? Y tu sabor a helado tampoco está nada mal-