Estar en forma líquida es una verdadera porquería al ver todo a su alrededor, en el fondo sabe que le hace sentir bien que tanto Gray como Lyon (después del incidente de Deliora) se habían convertido en jóvenes bastante inteligentes y fuertes, si, se sentía sumamente orgullosa de los dos.
Ahora, con Urtear es una cosa absolutamente distinta y no puede evitar sentirse culpable, al fin y al cabo la había abandonado, que ella no supiera que estaba viva era algo completamente irreverente, sabe que Urtear le odia con toda sus fuerzas y que se lo merece.
Pero eso a Ur no le preocupa.
Le preocupa la mirada oscura de Urtear, le preocupa la oscuridad que le rodea a su alrededor y el saber que no puede ayudarle, tuvo que dar su vida para salvar a Gray
(Y tendría que congelarse otras mil veces para al menos golpear en la conciencia de Urtear)
Y la quiere, es su hija y no dejo de pensar en ella.
(No hubo una maldita vez que no pensó en ella, incluso cuando congeló a Deliora su último pensamiento se lo dedicó a su hija)
(Porque que su nombre sea Urtear* basta y sobra para saber sus sentimientos cuando creía que ella estaba muerta)
Gray
No, no podía pedirle eso a Gray…
(Pero ella no podía salvar a Urtear)
Pero…quizás Gray si pudiera…
(Y quizás Lyon podría ayudarle un poco, solo un poco)
Cuando Gray dormía en la isla Tenrou y Lyon dormía plácidamente en Lamia Scale, ambos tuvieron un mismo sueño, estaban los dos uno junto al otro, ambos se miraron confundidos y casi les da un infarto cuando ven a su maestra con un semblante serio.
-Gray, Lyon, necesito que los dos me hagan un favor, es sobre mi hija-
(Rezaba a todo lo que existiera que ellos pudieran salvarle)