![](http://pics.livejournal.com/oonagareboshioo/pic/0000aqkd)
Cabecera por
inanna_maat Título: But Then My Homework Was Never Quite Like This
Autora:
thenyxie Traductora: Nagareboshi
Pareja: Jensen/Jared
Rating: R (NC-17)
Extensión: 85,984 palabras
Estado: Completo (6 chaps + Epílogo)
Notas de la autora: Definitivamente D/s pero nada demasiado fuerte. Jared tiene 18 años, Jensen tiene 26 y la gente puede fumar en público en MI San Francisco.
Notas de la traductora: Creo que sólo puedo deciros: ¡a disfrutar!
Resumen: Jared tiene dieciocho años y está cursando su último año en una escuela privada de San Francisco. Siempre se ha apoyado en las generosas donaciones que sus padres realizan a la escuela, pero eso es hasta que su profesor de física es repentinamente reemplazado por el exasperante, irritante e increíblemente guapo Sr. Ackles. A pesar de que Jared se las ha arreglado toda su vida gracias a su dinero y su encanto, el Sr. Ackles parece creer que necesita ciertas... lecciones de autocontrol. Sin embargo, el rumbo que va tomando su relación les llevará eventualmente mucho más allá de lo que ninguno de los dos hubiera previsto.
II
Un poco más adelante aquella misma tarde Chad y Jared se encontraban en la habitación del segundo, Chad completamente espatarrado en la silla del escritorio -como si fuera suya- y Jared tendido sobre la cama con una pelota de baloncesto entre sus manos y apoyada sobre su estómago, y una montaña de almohadas bajo su cabeza.
- Consecuencias, ¿eh? - Chad sonrió -. Suena divertido, igual después de todo sí consigues que te azote.
La cara de Jared se puso roja mientras se imaginaba la escena al instante, imágenes de Jensen tocándole asaltándole de pronto. Giró el balón entre sus dedos.- Tal vez. Sólo me gustaría saber a qué se estaba refiriendo- ni siquiera sabía por dónde debía comenzar. Si no tenía nada que ver con termodinámica... ¿qué demonios podría ser?
- ¿Quién sabe? Todavía no puedo creerme que leyera esa mierda en medio de clase.
- Lo sé - Jared se detuvo; algo de lo que había dicho Chad capturando su atención durante un instante.
- Venga, hombre - Chad saltó de la silla y sus pies golpearon con fuerza en suelo-. Vamos a comer, me muero de hambre.
º~º~º~º~º
Su cabeza seguía dándole vueltas una y otra vez sin parar mientras cenaban, apenas atendiendo a lo que decían Chad y Tom.
Éste le lanzó una bola de papel para llamar su atención, dirigiéndole una sonrisilla. - Entonces... ¿cómo se llama?
- ¿Huh?
- El chico por el que te pasas todo el día soñando despierto. Vamos, Jared, conozco esa mirada.
- Nada - se encogió de hombros-. Nadie.
Tom se inclinó un poco más sobre la mesa para quedar más cerca de él mientras estrechaba sus ojos de forma juguetona, y Jared sintió una repentina oleada de pánico invadiéndole.
- Ah, sólo está fantaseando sobre el Sr. Ackles - Chad dio unas palmaditas en el hombro de Jared con un poco más de fuerza de la necesaria-. ¿Verdad, Jay?
Jared le miró fijamente durante un instante que se le hizo eterno hasta que Chad se giró nuevamente hacia Tom. -Como si algo así fuera a suceder alguna vez - añadió con una estruendosa carcajada y Tom asintió, riendo con él. Jared suspiró aliviado cuando Tom pareció conforme y regresó a su postura anterior. Chad tal vez no fuera el chico con más clase de los alrededores pero sabía cómo guardar un secreto, y el hecho de que se le diera tan bien mentir tal vez debería haber preocupado a Jared un poco más de lo que lo hacía en ese momento.
- Todos nosotros con amores no correspondidos... - Tom sonrió amargamente, recogió la bola de papel y comenzó a romperla en tiras.
Chad se lanzó en el acto a contar alguna historia sobre Sophia y el cerebro de Jared regresó una vez más a darle vueltas al tema.
Lo dejó aparcado durante el tiempo que se detuvieron en la pista de baloncesto de camino a casa y de la que salió sudado y victorioso, yéndose botando la pelota durante el resto del camino.
Siempre se duchaba por las mañanas; algunas personas tomaban café pero a Jared le gustaban las duchas. La sensación del agua caliente recorriendo su piel, la sangre elevando su temperatura y espabilándole por completo y, por supuesto, su mano enjabonada rodeando su polla, su espalda contra los fríos azulejos y sus jadeos perdiéndose entre el vapor. Había estado fantaseando con Jensen en la ducha durante semanas, pero ahora era completamente diferente. Podía sentir la manera en la que Jensen le tocaba mientras cerraba los ojos, imaginarse sus manos recorriéndole la piel, alrededor de su polla, dentro de su cuerpo. Se corrió fuerte y duro como si se tratara de un disparo y gimió detrás de sus dientes, tan excitado que estuvo tentando a ir a por un segundo asalto.
No lo hizo; decidió esperar y reservarse para lo que fuera a suceder en unas horas. Salió de la ducha y tomó una toalla del perchero, sonriendo mientras se lo imaginaba. Eso, claro, hasta que recordó que aún no sabía la respuesta a la pregunta que Jensen le había formulado.
Estaba planteándose preguntarle a Sandy durante la hora de la comida ya que era muy buena con los rompecabezas, pero no había forma alguna en la que pudiera explicarle la situación: la lista, Jensen... Chad era el único que lo sabía y Jared pretendía que siguiera siendo así.
Se pasó toda la séptima hora observando a Jensen hablar y moverse, imaginando sus músculos ondeando pero sin nada de ropa encima. Habían tenido tiempo de sobra para terminar los deberes que les había mandado antes de que sonara la campana, pero él consiguió hacerlo con sólo unos segundos de margen.
Cuando todos los demás abandonaron el aula, Jensen se tomó su tiempo para terminar lo que fuera que estaba haciendo, moviendo libros y papeles sin parar como si Jared no existiera. Le hizo retorcerse de impaciencia hasta que sintió que explotaría en cualquier momento. Quiso decírselo y quitárselo de encima; decirle a Jensen que no conocía la respuesta para poder solamente... dejar de darle vueltas de una vez. Pero el profesor siguió organizando las cosas sobre su mesa; a esas alturas ya debía estar haciéndolo a propósito para torturarle. Finalmente, le dijo a Jared que se acercara y Jared esperó de pie durante un minuto entero, tratando de tener paciencia hasta que Jensen hubiera terminado. Cuando lo hizo, empujó su silla hacia atrás, se levantó y metió las manos en los bolsillos.
- ¿Tienes una respuesta?
- De verdad lo intenté. Sólo... no pude encontrarla. Si no tiene que ver con termodinámica... - Jared negó con la cabeza.
Jensen le siguió mirando hasta que finalmente asintió, empujó las gafas hasta el puente de su nariz y bordeó su mesa. Siguió caminando hasta que estuvo detrás de Jared y éste se giró a mirarle, encontrándoselo con los brazos cruzados y sus ojos fijos en él.
- Quítate los zapatos y los calcetines.
Jared pensó que la petición era bastante extraña pero aún así lo hizo sin dudar; desató los cordones de los zapatos del uniforme, quitándoselos a continuación, los calcetines de seda justo después, y entonces todo cobró más sentido cuando Jensen agregó.- Desnúdate.
Jared se sintió repentinamente tímido; aún con todo lo que habían hecho nunca había estado desnudo frente a Jensen. Y normalmente no era alguien tímido: era consciente de cómo era y le gustaba lucirlo. Pero con Jensen era... diferente. Dirigió sus dedos obedientemente hacia su chaqueta y se la quitó. Aflojó el nudo de su corbata y la sacó por su cabeza, lanzándola al suelo con un movimiento. Deshizo los botones de su camisa mirando hacia abajo y siguiendo el recorrido de sus dedos, cualquier cosa con tal de no mirar a Jensen. Se quitó la prenda, primero una manga y después la otra, su estómago retorciéndose y sus nervios impidiendo que pudiera hacer ningún tipo de espectáculo mientras la dejaba caer. Buscó a tientas su cinturón y lo abrió con rapidez, permitiendo que sus pantalones se deslizaran por sus piernas y el aire acondicionado de la clase golpeara sus muslos. Cuando los tuvo alrededor de los tobillos salió de ellos con facilidad. Sólo faltaba una última prenda.
Jared colocó sus pulgares bajo la cinturilla de sus bóxers, sintiendo la suave seda granate contra las puntas de sus dedos. Se mordió el labio inferior, cogió aire y se agachó, tirando de ellos hasta que cayeron por su propio peso y dando un par de pasos para quitárselos por completo; sus manos cayeron a ambos lados de su cuerpo y Jared no estaba muy seguro de lo que debía hacer a continuación. Siguió mirando fijamente hacia los brillantes zapatos negros de Jensen, el dibujo verde menta y blanco de las baldosas bajo ellos, su corazón latiéndole con fuerza dentro del pecho.
- Mírame.
Jared levantó la cabeza obligando a sus ojos a mirar hacia arriba y tratando de que su estómago dejara de agitarse de ese modo.
- Bien - Jensen se acercó a él, tomándole de la barbilla y elevándole la cabeza un poco más. Le miró directamente y Jared pensó que se le había olvidado cómo respirar, perdido en la atracción que le provocaban esos ojos verdes con motas doradas. Y entonces Jensen bajó sus ojos y joder... estaba prácticamente acariciando cada centímetro de Jared con ellos. Moviéndolos despacio, fijándose en cada pequeño detalle, en cada línea y en cada curva como si estuviera haciendo notas mentales para memorizarlo todo. Para cuando llegó a sus pies Jared estaba completamente sonrojado y su polla estaba pulsando, elevándose en el aire. Jensen volvió a tomarse su tiempo para deshacer el camino hacia arriba y cuando volvió a mirar a Jared a los ojos, su rostro lucía diferente; estaba firmemente apretado, casi agarrotado debido a la tensión.
- Date la vuelta - dijo.
Jared se giró obediente, los dedos de Jensen saliendo de sus bolsillos y él más nervioso incluso que antes porque ahora no podía ver al profesor; no podía ver hacia dónde miraba ni tampoco lo que estaba pensando. Pasó un largo minuto, sudor formándose en la nuca de Jared hasta que sintió cómo esos dedos se posaban sobre él, deslizándose con desenvoltura y empujándole suavemente.
- Súbete a la mesa.
Jared cogió aire y dio un paso hacia la mesa; estaba cubierta de papeles, carpetas, una grapadora, un reproductor de cassettes, un bote lleno de bolígrafos con el monograma de la escuela escrito en ellos... y no tenía ni idea de dónde debía colocarse. Se subió como pudo tratando de evitar los objetos puntiagudos y llevándolos hacia las esquinas de la mesa, y comenzó a echarse bocarriba entre las pilas de folios y archivos.
- Así no. Bocabajo.
Jared se dio la vuelta aún sin atreverse a mirar a Jensen, apoyándose en su estómago y sintiendo incómodamente un montón de hojas bajo sus rodillas, su polla presionándose contra la lisa y pulida madera. Sus pies colgaban por un lado y su cabeza estaba ladeada de forma incómoda contra el otro extremo; su espalda estaba rígida, tirante debido tanto a la tensión como a la anticipación. No tenía ni idea de lo que iba a ocurrir y aún así no podía evitar que olas de excitación le recorrieran por completo.
Jensen bordeó la mesa, separando la silla de un fuerte tirón y arrastrándola por el suelo. Jared le escuchó sentarse, el crujido de la madera, el susurro del material, más sonidos vibrantes contra las baldosas mientras terminaba de colocarse. Y de repente la mano de Jensen se deslizó por debajo de su rodilla, la punta de sus dedos recorriendo su piel, y...
Jensen apartó el montón de papeles que había bajo ella y Jared contuvo el aliento esperando el siguiente toque.
Un folio aterrizó sobre su espalda y la mano de Jensen se posó sobre él, sosteniéndolo; la piel caliente, los dedos presionando contra su omóplato... y entonces Jensen comenzó a escribir, rasgando y arañando, la firme presión del bolígrafo arrugando el papel contra su piel.
Jared se revolvió, el toque haciéndole cosquillas, y el extremo del bolígrafo de Jensen le golpeó en la base de la columna.
- Estate quieto.
Jared se tensó un poco, se estiró y se quedó completamente quieto bajo el fluído movimiento; Jensen no le tocó salvo por el peso de su mano sobre su cuerpo y la punta del bolígrafo. Hoja tras hoja, la dura de polla de Jared presionándose contra la mesa y Jensen escribiendo. Se apoyó contra cada centímetro de piel mientras los minutos corrían, escribiendo y haciendo círculos sobre los omóplatos de Jared, bajando seguidamente a lo largo de su columna hasta llegar a la curva de su culo. En un momento determinado se detuvo, golpeteando con el final del bolígrafo entre las nalgas de Jared como si estuviera debatiendo algo consigo mismo, y entonces lo deslizó hacia abajo con firmeza.
Jared se arqueó durante un momento reajustando su cuello, y el bolígrafo repitió el movimiento, una, dos, tres veces.
- Estate. Quieto.
Pero Jared no pudo evitarlo. - ¿Qué estás haciendo? - porque en serio, ¿de qué cojones iba aquello?
- Estoy corrigiendo deberes - Jensen sólo dijo eso mientras apoyaba el bolígrafo contra la base de la columna de Jared, permitiendo que se apretara más firmemente contra la piel de ese lugar.
- Pero...
Jensen le cortó de inmediato, su voz precisa y calmada. -No respondiste a mi pregunta. Eso quiere decir que vas a quedarte quieto y en silencio y a ser una buena mesa para mí. Recuerda: estás haciendo esto porque quieres. Si no quieres hacerlo más, puedes irte ahora mismo. Volver a casa. Olvidarte de que nada de esto ocurrió.
Durante un par de segundos Jared en verdad contempló la idea de levantarse y marcharse porque... en serio, ¿quién demonios se creía que era ese tío?
El bolígrafo trazó con firmeza un círculo sobre la parte baja de su espalda y la hoja fue alejada de su piel. En ese momento se le ocurrió que esos papeles - sobre los que Jensen estaba haciendo notas, corrigiendo a lo largo de todo su cuerpo - iban a ser repartidos al día siguiente en clase. Nadie sabría que las hojas habían estado recorriendo y moviéndose a lo largo de toda la geografía de la espalda de Jared; nadie excepto ellos dos. Y Jensen... Jensen debía estar disfrutando con ese pensamiento. Todo el mundo iba a tocar aquello; tocar a Jared, tocarles a ambos en cierto modo.
Y en serio, ¿cómo podía Jensen no excitarse con aquello? Con Jared completamente desnudo sobre la mesa, por amor de Dios. Sabía que Jared estaba duro como una piedra, sabía que le estaban recorriendo escalofríos sin parar y que estaba retorciéndose por dentro, esperando. Veía la manera en que temblaba cada vez que un nuevo papel se apoyaba sobre él, con esa cálida mano recorriéndole posesivamente.
Y Jared se dio cuenta de que todo aquello no debía ser solamente para castigarle; que no se trataba de educarle o hacer que se muriera de pura frustración. También era algo para Jensen. Y era un poco raro y un poco extravagante... pero si a Jensen le ponía cachondo... bien, podía hacerlo.
Seguía siendo bastante extraño sentir el bolígrafo moviéndose sobre su piel pero se mantuvo quieto, concentrándose en ello, cerrando los ojos y dejándose ir. Se centró en cada golpecito y cada toque, en cada caricia, en la mano de Jensen moviéndose contra él y el calor de sus dedos sintiéndose incluso a través del papel; cada caricia se sentía amplificada hasta el extremo y Jared se perdió en ellas y en el sonido del reloj mientras los minutos seguían pasando.
Ni siquiera se dio cuenta del momento en el que Jensen no añadió ninguna nueva hoja de papel; de repente notó que los dedos del profesor estaban sobre él, piel contra piel, las uñas dibujando líneas a lo largo de su espalda, y no tenía ni idea de cuánto tiempo podía llevar Jensen tocándole así. Le lanzó una furtiva mirada desde debajo de su flequillo apenas moviendo la cabeza una fracción de segundo. Jensen tenía en su rostro una pequeña sonrisa y oh, Dios... su mano se estaba moviendo hacia bajo, deslizándose hasta alcanzar la curva del culo de Jared.
Jared gimió, temblando; no pudo evitarlo. La mano de Jensen se detuvo y sus dedos le dieron unos ligeros golpecitos como si estuviera esperando por algo. Jared se obligó a sí mismo, mordiendo con fuerza el interior de su mejilla y permaneciendo quieto, porque Jensen no le había dado permiso para moverse. Se dio cuenta de que ya no estaba tenso a pesar de estar más duro que nunca, su piel demasiado sensibilizada, y le recordó ligeramente al día anterior, cuando Jensen había leído su lista mientras daba la lección como si nada. Y entonces... algo dentro de él finalmente hizo conexión.
Giró la cabeza con las palabras ardiéndole en la punta de la lengua.
- ¿Sí, Jared? - preguntó Jensen con el mismo tono con el que lo hubiera hecho si estuvieran en medio de clase, como si sus dedos no estuvieran bailando sobre su piel desnuda.
- Creo que yo... creo que ya lo sé. La lección, quiero decir - comenzó, diciendo las palabras a duras penas. Sabía que era demasiado tarde; no creía que nada fuera a cambiar por haberlo comprendido finalmente en ese momento.
- Dime - Jensen continuó haciendo cosas sobre él que provocaban que quisiera retorcerse y que le hicieron realmente complicado conseguir que su cerebro pudiera seguir centrado en lo que debía.
- Cuando tú estabas... ungh... leyendo ayer, mi lista, creí que tú no... nngh... pensé que te había decepcionado debido a tu falta de reacción. Pero tú sólo estabas... esperando. La lección era sobre control, ¿verdad?
Los dedos de Jensen vacilaron sobre la piel de Jared, manteniéndose en un pequeño, ligero revoloteo. - Bien - sus palmas se cerraron sobre las nalgas del chico, separándolas, y a Jared se le cortó la respiración.
- Separa las piernas.
Y Jared lo hizo, tratando de no golpear nada por el camino y sintiendo el peso de Jensen apoyándose contra él mientras se levantaba de la silla. Recorrió un camino con sus labios hasta la base de la columna de Jared que se sintieron como si fueran de fuego; Jared no pudo contener un gemido. La lengua dejando un rastro húmedo a lo largo de su raja, la punta lamiendo, haciendo círculos, mojando la piel, largos lengüetazos arriba y abajo... Jared ya se estaba agarrando a la mesa con ambas manos para el momento en el que Jensen se introdujo en él, la punta presionando y moviéndose, abriéndole. Era jodidamente glorioso, esa lengua arqueándose y girando en su interior, follándole con lentas embestidas.
Y entonces Jensen cerró la boca juntándola firmemente contra su piel y... chupó. Jared lloriqueó, moviendo las caderas sin poder evitarlo, pero Jensen extendió sus dedos apretándole más firmemente y manteniéndole en su sitio. Era bueno, jodidamente bueno.... la suave succión, los lentos movimientos y giros de la lengua y -oh Dios, joder- Jensen tomándole tan calmadamente, explorando su interior y saboreándole como si estuviera relleno de miel y quisiera obtener hasta la última gota. Jared tembló de forma incontrolable, sus muslos tensándose, su polla dolorosamente dura y muriendo por un toque; y Jensen sólo le mantuvo ahí, obligándole a soportarlo hasta que finalmente comenzó a suplicar en una retahíla de palabras incoherentes.
Las manos de Jensen se movieron deslizándose hacia abajo y Jared pegó un ligero bote cuando las puntas de sus dedos alcanzaron a tocar sus bolas. Un dedo presionando justo en el punto exacto entre ambas y oh joder, podía sentir el toque yendo directamente hacia su polla, notando cómo ésta se sacudía y goteaba sobre el escritorio. Nunca nadie le había tocado de esa manera ni jugado con él de ese modo y era sencillamente increíble. Jensen chupó, internando solamente la punta de su lengua dentro del anillo de músculos, trazando su forma, su pulgar y su índice apretando sus pelotas. Y entonces introdujo el resto de su lengua hasta el fondo llenando repentinamente a Jared y ocasionando que jadeara mientras estiraba de sus bolas con suavidad alejándolas de su cuerpo, su pulgar subiendo hasta alcanzar a darle un golpecito a la base de su polla... y eso fue todo.
Se corrió con la lengua de Jensen en su culo, sintiendo cómo su cuerpo se licuaba mientras se venía de manera brutal, mordiendo el dorso de una de sus manos para evitar gritar y aferrándose fuertemente con la otra a la mesa para tratar de no derrumbarse y darse un golpe. Jensen siguió jugando con sus pelotas mientras se corría, los temblores y oleadas de placer recorriéndole de la cabeza a los pies hasta que finalmente se quedó hecho una ruina: lacio contra la mesa, jadeando y tratando de comprender qué acababa de pasar. La lengua de Jensen se deslizó por fin fuera de su interior y un nuevo escalofrío le atravesó la columna haciéndole estremecer.
- Tan jodidamente caliente - susurró Jensen recorriendo la espalda de Jared con una mano-. Jesús, apenas tuve que tocarte para que te corrieras - las manos de Jensen tiraron de sus hombros, dándole la vuelta. Jared no entendía qué demonios ocurría, pero colaboró en lo que pudo. Una de sus espinillas golpeó el bote de los bolígrafos; escuchó cómo chocaba contra el suelo y se rompía, los bolígrafos volando en varias direcciones, pero Jensen ni siquiera parpadeó, su cuerpo echándose por completo sobre el de Jared y su boca cubriendo la suya. Pudo probar su propio sabor, apenas un resquicio almizcleño en la lengua del profesor, y empujó dentro de su boca para poder chuparlo, queriendo darle a Jensen un poco de lo que él acababa de recibir.
Jensen gimió, sus caderas frotándose contra las suyas, y Jared pudo sentirle, duro, una caliente presión sobre su aún pegajosa polla. Las manos de Jensen en su pelo, sobre su rostro y su pecho mientras Jared continuaba chupándole la lengua, restregándose y presionándose contra él a través del poliéster de sus pantalones y de su dura y ligeramente almidonada camisa. La hebilla de su cinturón le arañaba de manera casi dolorosa el vientre, pero joder... hasta eso era caliente, porque Jensen estaba sobre él, cubriéndole por completo, tocándole.
Movió sus manos a lo largo de la espalda de Jensen sintiendo cómo sus músculos se flexionaban mientras se movía, llegando hasta el final de su columna y hasta la curva de su culo, y Dios, aquello se sentía genial; apretó con firmeza las manos sobre los músculos y se dejó llevar por el movimiento de Jensen embistiendo contra él. Liberó por fin la lengua del otro y en vez de eso le besó, lentas lamidas y giros sobre sus labios, sólo trazando su silueta hasta que Jensen la cubrió con la suya, urgiéndole a volver el beso rudo y profundo. El profesor enroscó sus dedos alrededor del pelo de Jared, rozando justo el límite de lo doloroso y Jared sintió cómo su polla comenzaba a llenarse una vez más, ya medio dura debido a los movimientos de Jensen contra ella.
- Dios, mírate - susurró-. La forma en la que lo deseas, la manera en que lo necesitas.
- Lo quiero todo... absolutamente todo- respondió Jared.
Las manos de Jensen se apretaron más, tirando de él, su cuerpo oscilando y moviéndose con más rudeza. Sus dientes rasparon la garganta de Jared, la suave carne atrapada entre ellos, marcándole. Y Jared pudo sentirlo: la polla dura y pulsante, el calor elevándose, llenando sus pantalones, y la humedad llegando hasta su propio cuerpo.
Cuando hubo terminado, Jensen soltó su pelo, se separó de él y le miró.
Durante un instante pareció algo -sólo un poco- receptivo; como si realmente estuviera viendo a Jared. Pero entonces se alejó de él, dejándole pegajoso y sudado y se puso de pie, comenzando a recomponerse la ropa prenda a prenda y segundo tras segundo. Primero las gafas, afianzándolas en su nariz, sus manos colocando suavemente su cabello; después su chaqueta, la corbata nuevamente en su sitio. Los pantalones regresaron a la cintura, reposando tranquilamente sobre su cadera como si no tuvieran ninguna mancha en la entrepierna.
Se dirigió al batiburrillo que era la ropa de Jared en el suelo, la levantó y comenzó a colocar las prendas una a una sobre la mesa. Jared las tomó, poniéndose la camisa, sus dedos moviéndose incómodos sobre los botones; se colocó la chaqueta y se apoyó en la mesa para ayudarse a ponerse los pantalones. Jensen también puso sobre la mesa un montoncito de pañuelos que Jared ni siquiera sabía de dónde habían salido y limpió los pegotes en un par de pasadas y ayudándose de un limpiador. Jared tomó el resto de sus cosas, observando, preguntándose si debería ayudarle, pero entonces todo estuvo listo, los pañuelos utilizados hechos una bola en la papelera.
Jensen se agachó para tomar su maletín de debajo del escritorio y se incorporó, mirando por fin a Jared con algo de vacilación. -Nos vemos mañana -dijo, se dio la vuelta y se dirigió hacia la salida.
El profesor parecía completamente íntegro y compuesto, los bordes de su chaqueta ondeando ligeramente mientras atravesaba la puerta, pero había habido un segundo... ese momento... ¿Acaso no había estado ahí?
Era un pensamiento demasiado optimista, Jared lo sabía. Se mordió el labio mientras terminaba de ponerse los zapatos y guardó el resto de su ropa en la mochila.
º~º~º~º~º
Normalmente habría llamado a Chad tan pronto como hubiera salido del edificio, pero esta vez Jared se tomó su tiempo, divagando de regreso a casa. Se sentía... diferente, en cierto modo; nada que pudiera explicar salvo por aquel instante de comprensión que había tenido mientras estaba en la mesa de Jensen. Y en ese momento, fuera del aula, se sentía como algo estúpido; que hubiera sido capaz de permanecer quieto, que le hubiera llegado repentinamente la "revelación." Agachó la cabeza, sintiendo cómo sus mejillas se calentaban.
Pero cuando volvía a pensar en ello, recordando cómo se había sentido estando tan tranquilo y en paz de ese modo, no le parecía estúpido para nada. ¿Y qué si sonaba como alguna mierda moderna rollo zen? Tampoco era como si fuera a decírselo a nadie. "Ni siquiera a Chad", pensó mientras su dedo se paseaba sobre el botón de marcación rápida de su móvil. Porque aquello... aquello era algo entre Jensen y él. Sintió sus mejillas calientes una vez más, guardó el teléfono en el bolsillo y sonrió durante el resto del camino.
Continúa aquí>>