[Tabla Arco Iris] Soledad
Fandom: Axis Powers - Hetalia
Título: Soledad
Claim: Dinamarca + Nórdicos
Tabla: Arco Iris
Prompt: #6.- Celeste
Género: Drama/Family
Advertencias: Creo que ninguna D: Algo dramático.
Resumen: Porque las nubes pueden cubrir su territorio, pero nunca quitarán su sonrisa.
− Me he quedado solo.
¿Quién lo creería? Él, que alguna vez tuvo todo el poder en sus manos, el señor de Europa del Norte, ahora se queda solo y debilitado, tan sólo con su hacha como compañía. Suelta una risita incrédula, rasgada por el dolor que guarda dentro, muy dentro de si. Se ha acabado el dulce cuento de hadas; ha terminado como la sirenita, acariciando los pies de lo que más ama, convertido en espuma.
Primero se había ido Suecia, arrastrando con él a Finlandia. No, no tenía caso mentir. Finlandia también se había ido por su propio pie, huyendo de él. Lo sabía, y no era que le importara mucho. Suecia no era el compañero perfecto, y Finlandia… bueno, Finlandia hacía siempre un desastre en la cocina, y algunas cosas muy raras.
(Crack.)
(Crack.)
Después se había ido Noruega. De nuevo con Suecia. Ese maldito individuo de lentes y gabardina, que de pronto aparecía y le quitaba partes de él, lo que por derecho le pertenecía. Berwald se había merecido la negativa de Noruega, su rechazo de primera mano. Por eso no importaba que su pequeño no hubiera regresado con él, no importaba que le hubiera rechazado (a él… ¡a él!) y luego hubiera aceptado algo de ayuda de Suecia.
(Crack.)
Y ahora Islandia. Todavía puede escuchar los chillidos de su pingüino, ese que tanto le gustaba perseguir por la casa (porque era la única forma en que conseguía que Islandia se dignara a hablarle). Se ha ido pacíficamente, aprovechando que el danés estaba débil porque Alemania le tenía bajo su dominio. Pero no le importa, si le importara no habría escrito ese telegrama, felicitándolo por su libertad.
(Crack.)
“No importa”, piensa, mientras levanta la mirada y observa ese color celeste encima de él, tan perfecto y radiante. Sonríe de la misma forma: perfecta y radiante. Porque las nubes pueden cubrir su territorio y tapar ese hermoso cielo, pero no quitarán su sonrisa.
(En ese momento se despedaza por dentro y sangra; porque cada herida le escose y le quema en lo más hondo. Porque su sonrisa está vacía y sus ojos no tienen vida. Porque ya no es el mismo Dinamarca de antes, ese que se podía reflejar en la infinidad azul celeste y era feliz.
Porque está solo, sin su familia; sin esos cuatro chicos y no tan chicos tan diferentes entre si; esos que le hacían disfrutar la vida.
Y eso es lo que más le duele.)
Título: Soledad
Claim: Dinamarca + Nórdicos
Tabla: Arco Iris
Prompt: #6.- Celeste
Género: Drama/Family
Advertencias: Creo que ninguna D: Algo dramático.
Resumen: Porque las nubes pueden cubrir su territorio, pero nunca quitarán su sonrisa.
− Me he quedado solo.
¿Quién lo creería? Él, que alguna vez tuvo todo el poder en sus manos, el señor de Europa del Norte, ahora se queda solo y debilitado, tan sólo con su hacha como compañía. Suelta una risita incrédula, rasgada por el dolor que guarda dentro, muy dentro de si. Se ha acabado el dulce cuento de hadas; ha terminado como la sirenita, acariciando los pies de lo que más ama, convertido en espuma.
Primero se había ido Suecia, arrastrando con él a Finlandia. No, no tenía caso mentir. Finlandia también se había ido por su propio pie, huyendo de él. Lo sabía, y no era que le importara mucho. Suecia no era el compañero perfecto, y Finlandia… bueno, Finlandia hacía siempre un desastre en la cocina, y algunas cosas muy raras.
(Crack.)
(Crack.)
Después se había ido Noruega. De nuevo con Suecia. Ese maldito individuo de lentes y gabardina, que de pronto aparecía y le quitaba partes de él, lo que por derecho le pertenecía. Berwald se había merecido la negativa de Noruega, su rechazo de primera mano. Por eso no importaba que su pequeño no hubiera regresado con él, no importaba que le hubiera rechazado (a él… ¡a él!) y luego hubiera aceptado algo de ayuda de Suecia.
(Crack.)
Y ahora Islandia. Todavía puede escuchar los chillidos de su pingüino, ese que tanto le gustaba perseguir por la casa (porque era la única forma en que conseguía que Islandia se dignara a hablarle). Se ha ido pacíficamente, aprovechando que el danés estaba débil porque Alemania le tenía bajo su dominio. Pero no le importa, si le importara no habría escrito ese telegrama, felicitándolo por su libertad.
(Crack.)
“No importa”, piensa, mientras levanta la mirada y observa ese color celeste encima de él, tan perfecto y radiante. Sonríe de la misma forma: perfecta y radiante. Porque las nubes pueden cubrir su territorio y tapar ese hermoso cielo, pero no quitarán su sonrisa.
(En ese momento se despedaza por dentro y sangra; porque cada herida le escose y le quema en lo más hondo. Porque su sonrisa está vacía y sus ojos no tienen vida. Porque ya no es el mismo Dinamarca de antes, ese que se podía reflejar en la infinidad azul celeste y era feliz.
Porque está solo, sin su familia; sin esos cuatro chicos y no tan chicos tan diferentes entre si; esos que le hacían disfrutar la vida.
Y eso es lo que más le duele.)