[Hetalia] De ilusiones y promesas de cosas imposibles
Fandom: Axis Powers - Hetalia
Título: De ilusiones y promesas de cosas imposibles
Claim: Escocia/Francia
Advertencias: OC de Escocia, propiedad de mishpkad . Uso nombres humanos: Ian para Escocia y Francis para Francia.
Notas: Lo traía en la cabeza desde hace mucho y hoy por fin la inspiración dio para algo. Algo fail, pero algo. Oh, y es para mi waifu, mishpkad , aunque no sé si te guste ;w; *huye* El PoV es de Escocia, btw D:
[De ilusiones y promesas de cosas imposibles]
A veces desearía no ilusionarse.
A veces le parece imposible, porque está frente a él con esa mirada y esa sonrisa y una promesa de cosas imposibles saliendo de sus labios. Nunca es difícil creerle. A veces duele un poco, porque no es idiota. Sabe cuándo la promesa era para engatusarle y cuándo es en serio… y también cuándo es en serio pero no la cumplirá. Y aún así, le cree.
Y sigue siendo difícil no ilusionarse.
Mucho menos cuando le besa de esa forma y le mira a los ojos con esa sonrisita bailoteando en la boca. Mucho menos cuando le llama «Ian, cherie» con ese acento que nunca le ha gustado, pero que le hace latir el corazón más rápido. Mucho menos cuando, mientras caminan por París, le toma de la mano como si no se diera cuenta de ello.
A veces desearía no volar tan alto, porque la caída siempre es dolorosa.
Como esa pequeña herida en el labio que no tenía la última vez que le vio y que no tiene nada que ver con el frío del invierno (porque Francis siempre ha sido muy cuidadoso con eso). Como esas marcas en su cuello que él no ha hecho. Como esas sonrisas condescendientes que Francis le otorga cada que le atrapa mirándolas, esas sonrisas que no dicen nada pero a la vez lo dicen todo.
También desearía que no le importara.
Pero no puede. Porque con Francis no hay forma de no ilusionarse, de no volar cada vez más alto. Pero tampoco hay forma de que no duela, de no caer. No hay forma de no mirar mal a sus hermanos cuando insinuan que debería dejar de verlo, no hay forma de no formar excusas en su mente cuando cancela una cita de un momento a otro. A veces lo hace sin pensarlo, a veces lo hace conscientemente. Pero siempre lo hace.
Una vez, y otra, y otra.
Lo ha hecho durante más de 700 años, desde que Francis le regaló esa primera sonrisa pícara y divertida. Más de 700 años de ilusiones y promesas de cosas imposibles.
Y de vez en cuando se dice a sí mismo que lo haría otros 700 años más.
Título: De ilusiones y promesas de cosas imposibles
Claim: Escocia/Francia
Advertencias: OC de Escocia, propiedad de mishpkad . Uso nombres humanos: Ian para Escocia y Francis para Francia.
Notas: Lo traía en la cabeza desde hace mucho y hoy por fin la inspiración dio para algo. Algo fail, pero algo. Oh, y es para mi waifu, mishpkad , aunque no sé si te guste ;w; *huye* El PoV es de Escocia, btw D:
[De ilusiones y promesas de cosas imposibles]
A veces desearía no ilusionarse.
A veces le parece imposible, porque está frente a él con esa mirada y esa sonrisa y una promesa de cosas imposibles saliendo de sus labios. Nunca es difícil creerle. A veces duele un poco, porque no es idiota. Sabe cuándo la promesa era para engatusarle y cuándo es en serio… y también cuándo es en serio pero no la cumplirá. Y aún así, le cree.
Y sigue siendo difícil no ilusionarse.
Mucho menos cuando le besa de esa forma y le mira a los ojos con esa sonrisita bailoteando en la boca. Mucho menos cuando le llama «Ian, cherie» con ese acento que nunca le ha gustado, pero que le hace latir el corazón más rápido. Mucho menos cuando, mientras caminan por París, le toma de la mano como si no se diera cuenta de ello.
A veces desearía no volar tan alto, porque la caída siempre es dolorosa.
Como esa pequeña herida en el labio que no tenía la última vez que le vio y que no tiene nada que ver con el frío del invierno (porque Francis siempre ha sido muy cuidadoso con eso). Como esas marcas en su cuello que él no ha hecho. Como esas sonrisas condescendientes que Francis le otorga cada que le atrapa mirándolas, esas sonrisas que no dicen nada pero a la vez lo dicen todo.
También desearía que no le importara.
Pero no puede. Porque con Francis no hay forma de no ilusionarse, de no volar cada vez más alto. Pero tampoco hay forma de que no duela, de no caer. No hay forma de no mirar mal a sus hermanos cuando insinuan que debería dejar de verlo, no hay forma de no formar excusas en su mente cuando cancela una cita de un momento a otro. A veces lo hace sin pensarlo, a veces lo hace conscientemente. Pero siempre lo hace.
Una vez, y otra, y otra.
Lo ha hecho durante más de 700 años, desde que Francis le regaló esa primera sonrisa pícara y divertida. Más de 700 años de ilusiones y promesas de cosas imposibles.
Y de vez en cuando se dice a sí mismo que lo haría otros 700 años más.