[Tabla Inspirada] The Killing Moon
Fandom: Axis Powers - Hetalia
Título: Qué fácil es callar
Claim: Irlanda del Norte(OC)/Inglaterra/Irlanda (OC)
Tabla: Inspirada - Canciones
Prompt: The Killing Moon - Nouvelle Vague
Para: mision_insana
Advertencias: OCs, angst, uso nombres humanos (Arthur para Inglaterra, Cian para Irlanda y Liam para Irlanda del Norte).
Disclaimer: Irlanda e Irlanda del Norte son propiedad de mishpkad , Inglaterra de Himaruya ;D
Dedicatoria: A mi waifu, mishpkad , porque la OT3 nos toppea hardo a las dos ;w;
[Qué fácil es callar]
Too late to beg you or cancel it,
though I know it must be the killing time.
Unwillingly mine.
Es extraño, ¿verdad, Liam? Extraño e incómodo, fingir que no pasa nada cuando todo pasa.
-Aprovechemos que están comportándose decentemente para hablar o algo, ¿está bien? -dices, alegremente (y ahí atrapas al vuelo la mirada furtiva que ambos cruzan).
Arthur frunce el ceño y te mira, ceñudo.
-No tengo nada que hablar con él -espeta, y admiras esa perfecta actuación, tan diferente a la titubeante y temerosa de Cian. Claro, Arthur tiene experiencia escondiendo sus sentimientos, Cian no.
-¡Ni que yo tuviera algo de lo qué hablar contigo, cerdo inglés! -contesta Cian, mirándolo con enfado. Tú evitas mirarlo, porque no quieres ponerlo en evidencia; Cian nunca ha sabido mentirte (a nadie, en realidad), mucho menos si lo miras a los ojos.
(Pobrecillo.)
Suspiras, rodando los ojos con fastidio.
-Odio cuando se ponen en ese plan. ¿No pueden tratarse bien aunque sea por una noche? -(Otra mirada furtiva, y finges no darte cuenta) preguntas, cruzándote de brazos y mirándolos con el ceño fruncido.
-No -contestan los dos casi al mismo tiempo, y tú sueltas una carcajada que les hace enrojecer.
Debe ser mucho más difícil para ellos que para ti. Sí, lo sabes, porque puedes notar que Cian no duerme por las noches y Arthur está más histérico que de costumbre. Cian nunca ha sabido mentir (pero sabes que lo está intentando porque no quiere lastimarte), y los sentimientos de Arthur son tan fáciles de leer… Te preguntas si confesando lo que sabes terminaría todo. No, sólo se arruinarían las cosas, la culpa se duplicaría (ah, y, además… qué fácil es callar).
-Bien, pues entonces perfecto -contestas con una sonrisa y te levantas, llevando tu plato hasta la cocina y dejándolos solos un momento (sabes que Cian reclamará en silencio y Arthur negará con la cabeza).
Fate,
up against your will,
through the thick and thin,
he will wait until
you give yourself to him.
Ellos no saben cómo ni cuándo comenzó, ni quieren saberlo. No es que lo necesiten, claro, porque no ha comenzado nada, o eso es lo que se dicen. Porque así es más fácil para Arthur besarte por las noches (oh, esos besos que saben a Cian de cabo a rabo). Porque así es más fácil para Cian usar tu ropa mientras tú usas la suya (oh, su ropa que huele a Arthur como si estuviera ahí, mirándote).
Aunque tú sí sabes cuándo comenzó, ¿verdad, Liam? Fue esa noche en que Arthur llegó empapado a tu casa a mitad de la noche, con el labio partido, la nariz rota y la mente en algún lugar de la casa de Cian, un lugar sobre el que no quieres pensar. «Ladrones» había dicho él sin más explicaciones mientras limpiabas los restos de sangre que la lluvia no había quitado aún, y tú fingiste creerle. Como siempre. Como si fuera normal que Arthur tomara un vuelo a la mitad de la noche para ir a verte.
-¿Te perdiste en la cocina? -Arthur llega por detrás de ti y das un respingo, casi derramando el jarabe que estás poniendo sobre el helado para el postre-. No pensarás darme eso a mí, ¿verdad?
Sonríes. No, claro que no. A él no le gustan las cosas tan dulces; tampoco era para Cian, porque seguro argumenta algo sobre comer en exceso.
-No, es para mí -contestas, tomando una cucharita del cajón-. No soy tu sirviente, ¿sabes? Puedes servirte el postre tú mismo perfectamente -sonríes con burla ante la mueca de Arthur.
In starlit nights I saw you,
so cruelly you kissed me.
Your lips a magic world,
your sky all hung with jewels.
-Liam -te llama, y tú volteas, fingiendo no saber la razón. Te mira dudoso, acercándose poco a poco. Quiere besarte, lo sabes, y sólo sonríes de medio lado.
-¿Ahora estamos de cariñosos? -preguntas, fingiendo burla, y él se aleja, contrariado.
No es que no quieras que te bese (claro que quieres, aunque sus labios tengan sabor a Cian; quieres que te bese igual que siempre, aunque en realidad sea diferente), sino que es una advertencia. Es un “Te estás comportando extraño”, para que todo siga igual.
-¡No tardes mucho! -dices, dando media vuelta y alejándote hacia el comedor, donde Cian espera, impaciente.
No culpas a Arthur, mucho menos a Cian. Sabes que podrías, pero la verdad es que… no, no puedes. No es como si ellos hubieran escogido a quién querer, y sabes que nunca quisieron lastimarte. Sabes que Cian no sabe cómo hacer para soportar la culpa y Arthur no sabe qué hacer para remediar la situación en que están metidos.
Oh, claro que lo sabes. Mucho más cuando, en ese momento, están los tres ahí, en la sala, después de haber peleado durante el postre. Mucho más cuando Cian no te mira a los ojos y Arthur tamborilea con los dedos y hace una mueca cada que mira a tu gemelo.
Mucho más cuando, de pronto, te sientes un poco (sólo un poco) fuera de lugar.
Pero… ah, qué fácil es callar.
Unwillingly mine…
Título: Qué fácil es callar
Claim: Irlanda del Norte(OC)/Inglaterra/Irlanda (OC)
Tabla: Inspirada - Canciones
Prompt: The Killing Moon - Nouvelle Vague
Para: mision_insana
Advertencias: OCs, angst, uso nombres humanos (Arthur para Inglaterra, Cian para Irlanda y Liam para Irlanda del Norte).
Disclaimer: Irlanda e Irlanda del Norte son propiedad de mishpkad , Inglaterra de Himaruya ;D
Dedicatoria: A mi waifu, mishpkad , porque la OT3 nos toppea hardo a las dos ;w;
[Qué fácil es callar]
Too late to beg you or cancel it,
though I know it must be the killing time.
Unwillingly mine.
Es extraño, ¿verdad, Liam? Extraño e incómodo, fingir que no pasa nada cuando todo pasa.
-Aprovechemos que están comportándose decentemente para hablar o algo, ¿está bien? -dices, alegremente (y ahí atrapas al vuelo la mirada furtiva que ambos cruzan).
Arthur frunce el ceño y te mira, ceñudo.
-No tengo nada que hablar con él -espeta, y admiras esa perfecta actuación, tan diferente a la titubeante y temerosa de Cian. Claro, Arthur tiene experiencia escondiendo sus sentimientos, Cian no.
-¡Ni que yo tuviera algo de lo qué hablar contigo, cerdo inglés! -contesta Cian, mirándolo con enfado. Tú evitas mirarlo, porque no quieres ponerlo en evidencia; Cian nunca ha sabido mentirte (a nadie, en realidad), mucho menos si lo miras a los ojos.
(Pobrecillo.)
Suspiras, rodando los ojos con fastidio.
-Odio cuando se ponen en ese plan. ¿No pueden tratarse bien aunque sea por una noche? -(Otra mirada furtiva, y finges no darte cuenta) preguntas, cruzándote de brazos y mirándolos con el ceño fruncido.
-No -contestan los dos casi al mismo tiempo, y tú sueltas una carcajada que les hace enrojecer.
Debe ser mucho más difícil para ellos que para ti. Sí, lo sabes, porque puedes notar que Cian no duerme por las noches y Arthur está más histérico que de costumbre. Cian nunca ha sabido mentir (pero sabes que lo está intentando porque no quiere lastimarte), y los sentimientos de Arthur son tan fáciles de leer… Te preguntas si confesando lo que sabes terminaría todo. No, sólo se arruinarían las cosas, la culpa se duplicaría (ah, y, además… qué fácil es callar).
-Bien, pues entonces perfecto -contestas con una sonrisa y te levantas, llevando tu plato hasta la cocina y dejándolos solos un momento (sabes que Cian reclamará en silencio y Arthur negará con la cabeza).
Fate,
up against your will,
through the thick and thin,
he will wait until
you give yourself to him.
Ellos no saben cómo ni cuándo comenzó, ni quieren saberlo. No es que lo necesiten, claro, porque no ha comenzado nada, o eso es lo que se dicen. Porque así es más fácil para Arthur besarte por las noches (oh, esos besos que saben a Cian de cabo a rabo). Porque así es más fácil para Cian usar tu ropa mientras tú usas la suya (oh, su ropa que huele a Arthur como si estuviera ahí, mirándote).
Aunque tú sí sabes cuándo comenzó, ¿verdad, Liam? Fue esa noche en que Arthur llegó empapado a tu casa a mitad de la noche, con el labio partido, la nariz rota y la mente en algún lugar de la casa de Cian, un lugar sobre el que no quieres pensar. «Ladrones» había dicho él sin más explicaciones mientras limpiabas los restos de sangre que la lluvia no había quitado aún, y tú fingiste creerle. Como siempre. Como si fuera normal que Arthur tomara un vuelo a la mitad de la noche para ir a verte.
-¿Te perdiste en la cocina? -Arthur llega por detrás de ti y das un respingo, casi derramando el jarabe que estás poniendo sobre el helado para el postre-. No pensarás darme eso a mí, ¿verdad?
Sonríes. No, claro que no. A él no le gustan las cosas tan dulces; tampoco era para Cian, porque seguro argumenta algo sobre comer en exceso.
-No, es para mí -contestas, tomando una cucharita del cajón-. No soy tu sirviente, ¿sabes? Puedes servirte el postre tú mismo perfectamente -sonríes con burla ante la mueca de Arthur.
In starlit nights I saw you,
so cruelly you kissed me.
Your lips a magic world,
your sky all hung with jewels.
-Liam -te llama, y tú volteas, fingiendo no saber la razón. Te mira dudoso, acercándose poco a poco. Quiere besarte, lo sabes, y sólo sonríes de medio lado.
-¿Ahora estamos de cariñosos? -preguntas, fingiendo burla, y él se aleja, contrariado.
No es que no quieras que te bese (claro que quieres, aunque sus labios tengan sabor a Cian; quieres que te bese igual que siempre, aunque en realidad sea diferente), sino que es una advertencia. Es un “Te estás comportando extraño”, para que todo siga igual.
-¡No tardes mucho! -dices, dando media vuelta y alejándote hacia el comedor, donde Cian espera, impaciente.
No culpas a Arthur, mucho menos a Cian. Sabes que podrías, pero la verdad es que… no, no puedes. No es como si ellos hubieran escogido a quién querer, y sabes que nunca quisieron lastimarte. Sabes que Cian no sabe cómo hacer para soportar la culpa y Arthur no sabe qué hacer para remediar la situación en que están metidos.
Oh, claro que lo sabes. Mucho más cuando, en ese momento, están los tres ahí, en la sala, después de haber peleado durante el postre. Mucho más cuando Cian no te mira a los ojos y Arthur tamborilea con los dedos y hace una mueca cada que mira a tu gemelo.
Mucho más cuando, de pronto, te sientes un poco (sólo un poco) fuera de lugar.
Pero… ah, qué fácil es callar.
Unwillingly mine…