[exo- Jongdae / Joonmyun] I-logic- Capítulo 1

Aug 07, 2015 12:02

Título: I-logic
Parejas: Suchen
Resumen: Jongdae es una persona especial y Joonmyun es la persona encargada de cuidarlo. Pero un día Joonmyun muere a manos de un terrible asesino. Por mucho que Jongdae intenta defender su inocencia termina en un psiquiátrico. El fantasma de Joonmyun acude a él en busca de ayuda, todo parece volverse cada vez más raro y oscuro, hasta que de pronto Joonmyun parece haber vuelto a la vida, aunque ahora se llama Suho.
Rating: PG-17
Número de Palabras: 19.912
Avisos: Contiene escenas de sexo y momentos violentos que pueden resultar incómodas a mentes sensibles.
Notas de Autora: En primer lugar quiero disculparme por no haber seguido al pie de la letra la petición. He querido jugar con las posibilidades que ofrece la mente humana. Incluiría varios links sobre las enfermedades a las que hago alusión en la historia pero no quiero hacer spoils. Solo espero que os guste mucho y que disfrutéis leyendo.



CAPÍTULO 1

Jongdae no entendía lo que había pasado, escuchaba como las personas que le habían rodeado le señalaban con el dedo y le llamaban asesino. Pero él no era un asesino, nunca le había hecho daño a nadie. Había insistido en hablar con Joonmyun pero las personas no se lo permitían. No comprendía qué estaba pasando, y lo más importante dónde estaba Joonmyun.

Recordaba haberlo visto tendido en el suelo del hotel con la vista fija en el techo. Lo había sacudido un poco por las piernas para que se moviese pero no había reaccionado. Había corrido hasta el teléfono y había llamado a emergencias, conocía bien el número porque Joonmyun se lo había enseñado. Pero aquellas personas no le habían ayudado.

La policía llegó justo después de los de emergencias. Miraron sus manos manchadas de sangre y ataron cabos. Jongdae sabía que nadie le creería pero él también sabía que no mentía. Alguien más había estado ahí, una persona que odiaba a Joonmyun y quería apartarlo de él. Meditó para sí mismo, conocía a varios de ellos. Pero también sabía que esas personas, los representantes de la ley, jamás le creerían, así que optó por mantenerse en silencio.

Había terminado en un juicio acusado de asesinato, hablaban de pruebas no circunstanciales, de ADN y evidencias innegables. El abogado que le estaba acusando aseguraba que no había nadie más en aquel lugar cuando sucedió aquello y que Jongdae lo había golpeado con una lámpara hasta matarlo. Jongdae quería negarlo, pero su abogado no le dejó hablar en todo momento. Las lágrimas se agolpaban en sus ojos queriendo salir, pero se contuvo para no llorar.

Estaba seguro de que él no había matado a Joonmyun, además estaba seguro de que seguía con vida, que simplemente se había desmayado. Pero nadie quería oírle, a nadie le importaba lo que él tenía que contar.
Su abogado, bien vestido y con voz tranquila, se levantó y expuso todas aquellas cosas que consideraba problemas de Jongdae. El acusado elevó el rostro mirando con tristeza al Juez. Estaba totalmente convencido de que no había hecho nada.

-Cómo puede leer en los archivos que le adjunto con las notas sobre el caso, mi cliente padece de diversos problemas mentales, severos y peligrosos. Kim Joonmyun, la víctima de este caso, era su cuidador y descuidó voluntariamente el tratamiento de Kim Jongdae, incluso contradiciendo las indicaciones de otros médicos más expertos en el caso. Además la víctima no poseía el título de Psiquiatra pues había abandonado la especialización a los dos años y se encontraba ejerciendo de manera ilegal.

-¿Adónde quiere llegar con esto, letrado? -preguntó el juez revisando los papeles.

-Expongo que la víctima es su propio verdugo, pues fue el único causante y desencadenante de estos sucesos.
El jurado se tomó un tiempo para meditar y al final salieron con un veredicto. Jongdae sería internado en un centro psiquiátrico y alejado del contacto social, salvo respecto al personal cualificado.

Jongdae no quería que le encerrasen, estaba seguro de que aquello era un mal sueño, una trampa. Se levantó y comenzó a gritar llamando por Joonmyun, pidiendo ayuda. Dos enormes policías armados le agarraron por los brazos intentando inmovilizarle, pero él no dejó de revolverse para impedírselo.

-¡Joonmyun! -gritó con todas sus fuerzas-. ¡Joonmyun ayúdame! ¿Dónde estás?

-Muerto -le respondió con odio un tercer policía que acaba de llegar-. Tú le mataste, loco de mierda -añadió mientras le golpeaba en la cabeza y toda la visión se volvía, primero borrosa, y luego oscura.

Se despertó en una habitación que no conocía, estaba atado a una cama, no llevaba puesta su ropa sino una especie de camisón blanquecino y la ropa interior. Estaba mareado y desorientado. Parpadeó porque la luz le molestaba y paladeó, tenía la boca seca. Escuchó que la puerta se abría.

-¿Quién es? -preguntó sin ser capaz de reconocer su propia voz.

El extraño que acaba de entrar caminó hasta la cama y arrastró una silla para sentarse cerca de él. Era un hombre joven, tenía la piel pálida con algunas marcas y lunares. Tomó aire con calma y sonrió con dulzura dejando ver unos hoyuelos a cada lado de su rostro.

-¿Sabes dónde estás? -le preguntó con amabilidad en la voz.

Jongdae negó lentamente con la cabeza.

-¿Sabes por qué estás atado?

Volvió a hacer el mismo gesto.

-Respondiste de manera muy violenta ante el veredicto y tuvieron que tomar medidas para traerte. Estás en un centro psiquiátrico, no estoy de acuerdo con estos métodos, pero mis superiores lo permitieron.

Jongdae escuchó todo con atención.

-Me llamo Zhang Yixing, bienvenido al Centro Para la Atención de La Salud Mental Nuevo Amanecer.
Jongdae cerró los ojos con lentitud. Estaba en un centro psiquiátrico. Yixing continuó hablando, parecía amable.

-Eres un caso grave, Kim Jongdae, pero no creo que en los tiempos que corren, tengamos que tenerte así. ¿Me prometes que no causarás problemas si te desato?

Jongdae volvió a mirarle y asintió. Yixing se acercó a él y le desató. El paciente se sentó sobre la cama acariciándose las muñecas. El empleado se sentó en la silla y volvió a sonreírle.

-¿Mucho mejor ahora, verdad?

-Sí -respondió-. Muchas gracias -murmuró con un hilillo de voz.

Yixing se levantó de la silla y la colocó en una esquina de la habitación.

-Si quieres puedes caminar un poco ¿Quieres que te ayude?

Jongdae se negó con un gesto de cabeza y se apoyó en la cama para hacer fuerza para levantarse. Cuando estuvo de pié, caminó hasta la puerta con el médico y se despidió de él con una reverencia de cabeza. Después se giró hacia el lado contrario y comenzó a caminar pasillo adelante sin saber muy bien a dónde dirigirse.
Caminó arrastrando los pies, sentía que estaba cansado y que pesaba más de lo que realmente pesaba. Estaba seguro de que le habían vuelto a drogar o a sedar, la sensación era parecida a la que sentía en su cuerpo cuando tomaba aquellas pastillas. Pero Joonmyun las había tirado, muy lejos de ahí, hacía mucho tiempo. No era posible que estuviesen de vuelta.

Recordaba su propia insistencia a la hora de querer demostrar que Joonmyun estaba vivo y en vez de escucharle, habían aprovechado aquella euforia para colgarle la etiqueta de demente. Joonmyun siempre había estado en lo cierto, aquello para lo que la sociedad no encuentra una explicación «dentro de lo normal», se convierte en origen de locura. Se había descuidado y al final había perdido el juego, era game over, ahora, ahí encerrado, ¿qué podía hacer?

Elevó la cabeza intentando caminar con una postura más recta y entonces lo vio. Estaba al final del pasillo, no podía verle del todo, pero estaba completamente seguro de que era él. Su silueta parcialmente difusa se movía hacia los lados con dificultad, llevaba sus ropas y su respiración sonaba como la de él. Sin duda aquella persona se trataba de Joonmyun.

-¡Joonmyun, Joonmyun! -gritó agarrándose a la pared.

La figura de aquel extraño se tambaleó como un barril demasiado lleno, hacia los lados y se giró para contemplarle directamente. La imagen se centró mejor en sus ojos, sí aquel era el rostro de Joonmyun, pero había algo raro en él.

-¡Joonmyun soy yo! -siguió gritando intentando acelerar su paso hacia donde estaba la figura-. ¡Son Jongdae, ven aquí y diles que no has muerto, ven y sácame de aquí!

Pero Joonmyun no respondía, tan solo se balanceaba al sonido de un metrónomo invisible. Cuanto más avanzaba en su camino al reencuentro de Jongdae, más desconfiaba de que aquel ser fuese realmente Joonmyun. Cuando llegó lo bastante cerca de él como para poder distinguirle con claridad se llevó las manos a la boca ahogando un grito y cayendo al suelo.

Aquella persona era Joonmyun, pero no cómo él recordaba. Sus ropas estaban rotas y sucias, como si acabase de salir arrastrándose de un túnel de alambre; desgarrada y llena de sangre y restos de barro. Tenía el cuerpo de diferentes colores, verde, morado y blanco, y en algunas partes lleno de heridas y cortes profundos. Sus ojos parecían vidriosos y de cristal, posiblemente ciegos, tenía los labios magullados, morados y despellejados, el pelo enredado y las uñas largas y afiladas de manera desigual.

-¡Dios Santo, Joonmyun! -ahogó en un llanto que sonó bastante parecido a un quejido-. ¿Qué te han hecho?
Joonmyun caminó a tropezones hasta Jongdae y alargó la mano espectral tocándole la cara. No podía sentirle, ni frío ni calor, lo cual solo podía significar una cosa.

-Estás muerto -pronunció con pena permitiendo que las lágrimas fluyesen de sus ojos-. Ellos tenían razón.
Jongdae alargó la mano y acarició la cara de Joonmyun, casi no podía reconocerle. El fantasma cerró los ojos y disfrutó del contacto.

-Lo ha hecho él -pronunció el espectro de repente.

Jongdae elevó una ceja confuso.

-¿A quién te refieres?

-Ha sido el otro Jongdae, quiere que nos separen, que no volvamos a estar juntos. Se dio cuenta de lo que estaba haciendo y vino para acabar con ello. Es el otro.

-¿El otro? -preguntó sin entender.

-Me persiguen, no puedo hablar, viene a por mí, también a por ti. Todo está programado, nos investiga, sabe lo que hacemos, lo que hicimos y lo que vamos a hacer.

-Joonmyun, tengo miedo, no te entiendo.

-Estaba ahí con nosotros en el hotel, también en la conferencia y ahora aquí, contigo. No te fíes de nadie. Ellos lo saben y él ha venido a por ti de la misma manera que vino a por mí. Jamás nos dejará estar juntos.

-¿Quién es él, Joonmyun, a qué te refieres?

Joonmyun alargó los labios demacrados de manera sarcástica y terrorífica y se dio la vuelta. Jongdae le observó sin saber muy bien qué hacer. Le vio caminar alejándose por el pasillo perdiéndose en la oscuridad.

-¡Abre los ojos Jongdae! -escuchó que decía su voz aunque ya casi no veía su cuerpo-. Sígueme, te mostraré la verdad.

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