UN NUEVO COMIENZO

May 05, 2010 12:00

CAPITULO VII

Documento sin título

Autor:" seagull08 "

Fandom: Battlestar Galactica

Pairing: Adama/Roslin

Spoilers:Temporada 4

Timeline: Momentos antes de Day Break I/Final alternativo :

Septimo Capitulo :



Noche

Laura se movió en la cama. Se sentía un poco mareada y sabía que necesitaba levantarse y hacer su camino al baño. Había perdido la costumbre de comer. Hasta antes de ser internada en la enfermería y de ser alimentada a través de sondas, ella se alimentaba muy poco. Ahora costaba que su estomago se acostumbrara nuevamente a la comida.

Cuidadosamente, para no despertarlo, Laura se desligó del brazo de Bill y lo acomodó de nuevo sobre su pecho, cubriéndolo con el plumón. Aunque lentamente recuperaba la salud, aún presentaba poca fuerza y se cansaba rápidamente.

Cuando mantenía los tratamientos siempre hacía frecuentes viajes desde la cama hasta el cuarto de baño. Ella desde el primer momento que durmieron juntos en el cuarto de Bill, le había pedido dormir hacia el exterior de la cama para comodidad de ambos, suponiendo que él no despertaría.

Ella caminó rápidamente. Cerró la puerta pequeña y apretó el interruptor. La luz llenó el espacio. Cuando terminó, se paró frente al espejo. Para Laura mirar esa imagen era doloroso. Hacia semanas o meses que no se observaba detalladamente en un espejo como lo estaba haciendo ahora. El rostro que la observaba la asombró y deprimió. Parecía más muerta que viva. Había perdido tanto peso que sus huesos se pronunciaban sobre su piel. Sus ojos presentaban círculos oscuros y se veían hundidos y su cabeza se mantenía totalmente calva. Mientras usaba la peluca, ésta le servía para ocultar la pérdida de cabello a los demás, pero también era un recordatorio del constante deterioro de su cuerpo.

Laura nunca había pensado mucho en sí misma, pero antes del cáncer, había sido lo que algunos podrían considerar bastante hermosa. Bill incluso la llamó así muchas veces, si bien todavía insistía, Laura sabía que era el amor ciego que sentía por ella.

¡Cómo había perdido su antiguo silueta.¡ ¡Como había perdido la chispa en sus ojos, lo rosado de sus mejillas, la plenitud de sus labios. Sentía que su cuerpo había sido despojado con cada gota de diloxin en un principio y con el cáncer después. Ahora recién veía un poco de brillo en sus ojos, muy tenue en todo caso.

Levantó su mano a su cabeza. Extrañaba por sobre toda las cosas su cabello. Antes de usar la droga, el pelo de Laura había sido bonito, largo, rojo, a veces podría sentir los suaves rizos besando su piel.

Ahora se sentía tan fea.

Laura estaba sana, pero aún así se sentía horrible, sin ninguna gracia como mujer. Agradecía el estar viva, sabía que desde ahora en adelante la salud la acompañaría, pero no entendía como Bill podía besarla, acariciarla o aún más, desearla. Desear este cuerpo tan delgado, con tantos huesos, sin formas.

Con esos pensamientos, recordatorios del calvario y sufrimiento que había vivido meses atrás por el cáncer y el tratamiento con fármacos ,se derrumbó llorando y deslizó su espalda en la pared sentándose en el piso.

Durante varios minutos, ella seguía estando igual, hasta que escuchó la puerta del baño abrirse. Laura trató de ahogar de nuevo las lágrimas, pero era demasiado tarde, era Bill. ¿Por qué tenía que ser tan cuidadoso? Sin falta, cada noche, cada vez que se levantaba de la cama, cuando aún tenía la enfermedad, tan pronto como descubría que ella esta en el baño, se levanta e intentaba asegurarse que se encontraba bien.

Ahora es inútil, Bill ya estaba a su lado, tomándola en sus brazos.

¿Cuanto tiempo ha pasado desde que ellos comparten? . Desde que eran solo amigos. En otro tiempo, sin conocerse ambos a través de los años habían tenido vidas con otras personas, pero ninguna de esas relaciones se comparaba con lo que ahora ellos comparten.

Y ahora tenían otra oportunidad. Estaba viva. Bill una vez le había dicho que no podía vivir sin ella. Parecía cliché, pero era cierto. Ahora tenían una oportunidad. Una nueva oportunidad para continuar juntos.

En esas ocasiones Laura pensaba que ella era afortunada. Ella era quién moriría primero y no tendría que vivir el soportar estar sin él.

Caían lágrimas por las mejillas de Laura.

- Laura, por favor no llores, Qué te sucede?, ¿Te sientes mal?........

No, solo me siento como me veo, horrible, ya no parezco una verdadera mujer. Sin cabello, extremadamente flaca, sin brillo en la piel ni en los ojos, no se como aún puedes quererme......

-Laura, dijo él tomando sus brazos, jamás, vuelvas a decir eso, entiendes, nunca más. Tú, tú eres mí vida. Sin ti estoy perdido, no soy nada, soy solo la cáscara de un hombre. Entiendes....no soy nada dijo él, abrazándola con desesperación mientras lagrimas caían de sus ojos.

Sin poder contenerse Laura comenzó a sollozar también, abrazada a él, ambos de píe en el baño, sintiendo que la vida tan dura que se les había presentado en estos últimos meses aún estaba presente, como un recordatorio de la tristeza anterior.

Laura puso la cabeza en su pecho, entonces acercó su cara y apretó sus labios con los de él. A continuación se separó y habló en un susurro cerca de las únicas palabras que vinieron a ella. "Lo siento, te hice levantar..."

- Eso no importa mi amor, "te amo",

Laura escuchó estas palabras recordando haberlas dicho en los últimos meses cada vez con mayor frecuencia. Pero cada vez le habían parecido insuficiente. Era imposible articular la profundidad de su amor.

-Yo también te amo demasiado", fue su respuesta a la declaración. -Vamos mí amor, vamos, dijo Bill, llevándola hacía la cama-

Laura aún llorando, se abrazó a él desesperadamente, como con miedo de tener que despertar y entender que esto podría ser solo un sueño.

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Seis Horas después

Ella despertó de su sueño. Siempre que dormía, despertaba varias a raíz de los fuertes dolores, sin embargo, en estas pasadas horas durmiendo, no había tenido ninguna de esas sensaciones. Después de su triste y angustiosa escena en el baño Laura se sentía tranquila. Ahora entendía que podía tener un futuro, que ese futuro podía, ahora de verdad, construirlo con el hombre que amaba y que la amaba. Sentía que nuevamente volvía a tener un rol dentro de esta retorcida historia.

Desde hoy podría volver a luchar y eventualmente a guiar a su pueblo, esta vez hacia un planeta brindado por otra raza, otra a civilización. Quizás Elosha tuvo razón cuando le dijo ama a alguien. Quizás ese había sido el punto de salvación, la puerta que se había abierto para que llegaran estos jóvenes soldados a ayudarlos. Miró a Bill que dormía a su lado, entonces despacio y prácticamente sin moverse se levantó.

Se dirigió al baño y cuando lo abandonaba sintió unos tenues golpes en la puerta. Se calzó la bata, se cubrió la cabeza con un pañuelo y caminó a abrirla, encontrándose con el soldado que la había cuidado en la enfermería hasta hace muy poco.

-Señora Presidenta le traen la cena, dijo el joven risueño.-

El soldado le recordaba tanto al joven soldado Jaffe, que había dado su vida por Bill, en el intento de revolución que habían llevado a cabo Zarek y Gaeta

-Señora le presentó a soldado Queen es el cocinero jefe de los soldados que llegaron y esta acá para hablar con usted.

-Señora Presidenta buenas noches dijo el soldado, saludando militarmente, la doctora Harlan me encargó expresamente su nutrición. Le he traído comida simple pero nutritiva, ¿que le parece?

Laura agradeció el gesto.

- Le traje algunas cosas por si quisiera probar. Debe comer muy medido para ir re acostumbrando su organismo a los alimentos y nutrientes-

Laura se sentó mientras los dos hombres ponían unas bandejas sobre la mesa.

Laura no podía creer la variedad de olores y colores fueron desplegados sobre la mesa.

Ya era de noche y la comida estaba servida en el comedor de la habitación del Almirante y de la Presidenta; la habitación de ambos.

Laura conversaba amenamente con el cocinero de la otra nave quien le explicaba sobre las bondades de brindarle comida variada y sana. Especial para alguien que se reponía de una grave enfermedad. No podía creer la gran cantidad de sabores. Después de tanto tiempo alimentándose de algas, todos los alimentos le parecían una bendición de los dioses.

En la habitación Bill se despertó y estiro el brazo para sentir un vació en la cama. Rápidamente se incorporó........ Laura exclamó......

Aún con trazas de sueño en la cara, Bill escuchó que Laura conversaba con alguien en el comedor. Se reincorporó en la cama y se calzó la bata. Se dirigió a la mesa y encontró a Laura charlando amenamente con un soldado que se cuadró cuando Bill llegó al lugar.

Te presentó al soldado Queen. Él es un excelente Chef.

-Buenas noches, Almirante.-

-Buenas Noches.-

- Bueno yo ya me retiraba. Les dejo entonces la cena, disfrútenla. Recuerde que diariamente le enviaré algo acorde con su estado de salud. Almirante, Señora Presidenta.- El soldado se cuadró ante los dos y abandono las habitaciones.

Bill miró la hora. No podía creerlo. Habían pasado 12 horas. Había dormido 12 horas seguidas. Esto hace mucho tiempo que no sucedía, en los últimos cuatro años, solo había podido cerrar los ojos cinco o seis horas. Bill Adama se sintió relajado y feliz. Es que Laura estaba a su lado.

¿Cómo te sientes?

-Descansado, feliz, con hambre, contestó.

Se acercó a ella besándole la frente.

-Ven cariño dijo, siéntate junto a mí a cenar, acompáñame.

Feliz Bill se sentó junto a ella. Cenaron animadamente, alegres, con un ánimo muy diferente al que habían tenido horas atrás. Charlaron de lo sucedido en las últimas horas. La llegada de los jóvenes soldados, la nave, la flota que había saltando hacía días. Ellos, que estaban vivos, la llegada del Almirante. Su encuentro y charla con Laura. Los secretos e interrogantes de los Oráculos. Todo era tan difuso. Bill le contó a Laura sobre los soldados que eran Clones y como eran adquiridos por los revolucionarios.

Cada cierto momento él le tomaba la mano y se la besaba. Era instintivo. Laura le sonreía y le acariciaba la cara. Ahora con Cavil muerto y la tregua con los Cylones, ambos líderes sentían que la humanidad tenía un futuro. Laura manifestó que con esta nueva civilización se abría un sinfín de posibilidades a nuevos viajes y nuevas alianzas.

-Ellos no quieren una alianza, Laura. Hicimos un trato. Ellos nos conducirán a un planeta habitable. Pero no debemos entrometernos en su guerra.

¿Por qué no quieren una alianza?

-Porque se encuentran en guerra. En medio de una guerra civil. Yo tome una decisión Laura. Aún acá, donde estamos, sin conexión con la flota, no voy a arriesgarla para unirse a una guerra. Ya tuvimos la nuestra y nuestra gente ya esta cansada, aburrida y desesperada. Ahora tenemos una probabilidad. No podemos llegar a su Universo porque nos harán pedazos. Ya escuchaste a su Teniente y a su Almirante. Esa vía no es valida. Si queremos tener una oportunidad, si queremos tener un hogar, debemos bajar hacia el planeta que nos ofrecen. No tenemos alternativa.-

Laura lo observa pensativa. En medio del universo. Entre nuevas civilizaciones, en medio de una guerra. Bill tenía razón. No podían tomar otra decisión. Había que marchar hacia el planeta y desde ese punto comenzar a construir una nueva civilización.

-Tienes razón Bill, ahora entonces, vamos a la cama

-¿A dormir? , acabo de despertar, si quieres te podría leer un poco -

-Deberías hacer otras cosas...dijo traviesamente Laura.

-No-dijo Bill, Debes descansar, la doctora fue enfática ya habrá tiempo para eso- Te lo juro, Laura.

-Laura sonrío. Si es verdad ----- estoy un poco cansada -¿Entonces será verdad que estoy bien?

Claro que sí, vi tus pruebas y exámenes - estas bien. Recuperándote, débil pero bien.

-Vamos a leer un rato entonces-Hace mucho que no lo hacemos-

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Adama se despertó de madrugada. Aún era temprano para levantarse. Se sentía extrañamente bien, como no se había sentido en las últimas semanas. O en los últimos años. Miró a la mujer que dormía plácidamente a su lado. Una sonrisa inundaba su rostro.

Adama la observó tiernamente, si era bella, tan bella. Y estaba a su lado en la cama, con una mano sobre su pecho y los labios tocando su hombro, dormida. No entendía como ella podía encontrarse horrible, sus palabras le habían dolido más a él, que a ella decirlas.

Sintió un nudo en la garganta. Su felicidad era inmensa al sentir que ella estaba bien. Lo percibió cuando se recostó junto a él en la cama en la mañana y lo podía advertir ahora. Así como hasta hace poco veía que su vida se apagaba, ahora la sentía renacer. No importaba cómo, solo estaba de vuelta.

Adama no era un hombre religioso. Pero desde que Laura había irrumpido en su vida, todo había cambiado en él. A veces en la noche abrazada a ella mientras dormía se había encontrado rogando a los dioses por un milagro. Un día más de su compañía. De una acción que pudiera cambiar su vida y extirpara ese cáncer de su cuerpo. Y cada noche vio como ella perdía la lucha. Y como irremediablemente su salud se iba deteriorando y alejándose de él.

Ahora eso había cambiado. No le importaba a quien debía agradecerle, si a los jóvenes guerreros que habían llegado a su nave, si a algún milagro, si a la vida, a los Dioses. Para Bill Adama todo aquello no era importante. Ella estaba viva. Y él estaba con ella.

Continuara

adama/roslin, fanfic

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