[SPN] Separados por una mesilla de noche
En fin... qué corte. Mi primera cosa en el fandom de SPN. Habiendo visto menos de la mitad de la primera temporada y no habiendo leído nada de fanfiction; así que perdón por... bueno, por cualquier metedura de pata, que seguro que habrá. No es más que un drabble sin pretensiones.
Por cierto, teniendo en cuenta que no he visto nada más aún, esto sucede a la mitad de la primera temporada, allá cuando Sam tiene pesadillas y no se lo quiere contar a Dean y Dean (creo) se siente dolido.
La mayor parte de las noches, cuando la luna (o, a veces, el sol) iluminaba a través de las cortinas del hotel de turno, Dean se quedaba despierto y observaba a Sam dormir. Al principio lo hizo preocupado por sus pesadillas, hasta que, poco a poco, se fue convirtiendo en una costumbre. Los ronquidos suaves de su hermano pequeño le ayudaban a conciliar el suelo a él, que se quedaba dormido con la imagen de Sam grabada a fuego en su retina. Y, cuando tenía pesadillas, a veces, Dean se levantaba y le rozaba la mejilla con la palma de la mano, con suavidad, sin que se despertase. Y se quedaba sentado en su cama, esperando, hasta que la pesadilla terminaba. A veces, Sam se despertaba, pero ninguno de los dos hacía ningún comentario al respecto. Después de todo, Dean era más protector con su hermano de lo que dejaba ver, y Sam lo sabía.
También había noches en las que era Dean el que se sentía solo, o perdido, pero siendo como era, él lo aguantaba sin quejarse y sin dejarlo ver. Se tumbaba en su cama, mirando hacia el techo, o de lado, con la vista fija en su hermano, y en el espacio que les separaba. Una mesilla de noche, que simbolizaba un espacio mucho mayor. Había veces que a Dean le parecía que estaban muy cerca pero que les separaba un muro imposible de salvar; pero prefería no rumiar mucho esos pensamientos, porque no le llevarían a ningún buen sitio. En cambio, se daba la vuelta y pensaba en los problemas que tenían, o a los que se iban a enfrentar. Dean le daba la espalda a la verdad, pero ya ni le importaba. Después de todo, una mesilla de noche puede ser muy grande.
Por cierto, teniendo en cuenta que no he visto nada más aún, esto sucede a la mitad de la primera temporada, allá cuando Sam tiene pesadillas y no se lo quiere contar a Dean y Dean (creo) se siente dolido.
La mayor parte de las noches, cuando la luna (o, a veces, el sol) iluminaba a través de las cortinas del hotel de turno, Dean se quedaba despierto y observaba a Sam dormir. Al principio lo hizo preocupado por sus pesadillas, hasta que, poco a poco, se fue convirtiendo en una costumbre. Los ronquidos suaves de su hermano pequeño le ayudaban a conciliar el suelo a él, que se quedaba dormido con la imagen de Sam grabada a fuego en su retina. Y, cuando tenía pesadillas, a veces, Dean se levantaba y le rozaba la mejilla con la palma de la mano, con suavidad, sin que se despertase. Y se quedaba sentado en su cama, esperando, hasta que la pesadilla terminaba. A veces, Sam se despertaba, pero ninguno de los dos hacía ningún comentario al respecto. Después de todo, Dean era más protector con su hermano de lo que dejaba ver, y Sam lo sabía.
También había noches en las que era Dean el que se sentía solo, o perdido, pero siendo como era, él lo aguantaba sin quejarse y sin dejarlo ver. Se tumbaba en su cama, mirando hacia el techo, o de lado, con la vista fija en su hermano, y en el espacio que les separaba. Una mesilla de noche, que simbolizaba un espacio mucho mayor. Había veces que a Dean le parecía que estaban muy cerca pero que les separaba un muro imposible de salvar; pero prefería no rumiar mucho esos pensamientos, porque no le llevarían a ningún buen sitio. En cambio, se daba la vuelta y pensaba en los problemas que tenían, o a los que se iban a enfrentar. Dean le daba la espalda a la verdad, pero ya ni le importaba. Después de todo, una mesilla de noche puede ser muy grande.