Have you missed me?

Jun 09, 2010 22:27

Después de casi cuatro meses, he vuelto. 
Escribir no he dejado de escribir, pero es que mi blog es mi blog, y es mi blog personal lo más importante de todo. Pero tenía ganas de escribir algo por aquí, y es que tengo tantas cosas que contar que me apetecía hacerlo aquí también, de una manera mucho menos específica de lo que hago en mi blog, claramente.

 Nunca en mi vida me he tomado en serio eso de pedir cosas al año nuevo. Nunca en mi vida he creído que un año puede cambiar todo. Bueno, en realidad muchas de las tradiciones de fin de año me parecen absurdas y creo en muy pocas cosas. Supongo que la vida quería demostrarme que, en parte, estaba equivocada. Y vaya si lo ha hecho. El curso empezó, el año empezó. Y ya desde el principio, aunque sin yo darme cuenta, algunas cosas cambiaban. Con el tiempo evolucionas y eso implica tomar decisiones. En otra ocasión, a pesar de no haberme sentido a gusto en un sitio, habría continuado por plena costumbre, por miedo a cambiar. Esta vez no ha sido así, y ni siquiera me di cuenta de ello. Tomé una decisión y fui capaz de abandonar cosas de las que me había sentido parte por cuatro años. Y me fui, con una despedida colgada y un buen sabor de boca. También he vivido el Hasta Luego más intenso y emocionante de mi vida, y el Hasta Luego más real del mundo, el Hasta Luego que es un verdadero hasta luego y que tenía que mencionar aquí. Me enfrenté a fallos que hace años nunca habría imaginado, y los superé. Disfruté de una felicidad impresionante que ni en mis mejores sueños había disfrutado, esa felicidad que no consiste en que todo vaya perfecto, si no en que a pesar de las cosas malas la sonrisa no se va de tu cara y lo mejor de todo es que es una sonrisa de verdad. Y después, después el mundo se me cayó encima, o peor, el cielo. Y descubrí lo que se siente cuando la vida te golpea de verdad, de improvisto, donde menos te lo esperas y donde más duele. Descubrí lo que se siente al sentir una impotencia que te consume día a día, lo que se siente al solo poder pensar en lo mismo continuamente. Descubrí lo que se siente al tirar con todas tus fuerzas, con todo, de algo que a su vez es arrastrado hacia abajo, y lo peor de todo, descubrí lo que se siente al hacerlo sola y lo que se siente cuando se te va hasta la esperanza. Pero también he descubierto que un abrazo de una persona de verdad importante para ti, es capaz de cambiar el mundo y de darte una fuerza que puede con todo. Descubrí que, que alguien te tienda la mano porque quiere, es de las cosas más bonitas que existen en este mundo. Descubrí lo que se siente cuando tu vida gira en torno a hospitales, llamadas telefónicas y visitas; cuando dependes de alguien y alguien depende de ti; me sentí apoyada y me sentí sola, me sentí a gusto y me sentí totalmente fuera de lugar. Y aún a pesar de todo eso, salí adelante yo sola. Descubrí que muchas veces, al final, solo puedes confiar en ti mismo y que si no te quieres tú no te quiere nadie.
He descubierto que creo en el destino y en las señales. He apartado las ramas que me tapaban el camino, he mirado atrás y he comprobado que todo encajaba. Que lo que he hecho y ha pasado hasta ahora, ha hecho que llegue a este punto. He aprendido que las mejores lecciones se aprenden en los peores momentos. He aprendido que los hospitales y los aviones son lugares sorprendentes. Y creo que he descubierto que quiero en un futuro. He decidido que quiero cambiar y que quiero que las cosas cambien. He creído y caminado. He sentido miedo y he seguido caminando, sola. Y aquí estoy. Con mil lecciones aprendidas y varias heridas, sí, pero con lecciones aprendidas y ganas de seguir. He aprendido que el cariño lo es todo para mí, que la música es esencial y que le debo mucho a algunas personas.   
Y lo mejor de todo ¿sabes que es? Que he aprendido. Que este año no ha sido en vano, y que todavía estamos a junio y mira todo lo que he vivido. Dicen que si el cielo se te cae encima, que levantes las manos para sostenerlo. Y lo he hecho. Y no me lo creo no yo. Y el cielo sigue estando sobre mis manos, pero ¿sabes que es lo mejor de todo? Que alguien necesita que siga haciéndolo, y espera que sea capaz de colocarlo en su sitio para que no nos aplaste.
Y, probablemente, se me olvidarán muchas cosas, pero da igual, puedo resumirte todo en cuatro palabras: He vivido y he aprendido. Y todavía no me creo que esto haya pasado. Solo le pido al cielo..., sueño y sigo viviendo y aprendiendo.   

yo

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