Esto es una auténtica putada, he terminado de mudarme al fin a mi casa definitiva, tenemos escaleras (¡el sueño de mi infancia!) pero no tenemos ADSL porque telefónica no llega hasta aquí, y ahora que lo pienso lo de tener escaleras no es tan fascinante cuando las has subido trescientas veces.
Por suerte en este mundo tecnológico y complejo existe un aparatito de vodafone que sirve para conectarse, pero la broma sale por 40 euros mensuales y no permite ejercer el deporte nacional preferido de los españoles (piratear) que, sumado a la obligación de compartir el aparatito con 3 personas más me ha dejado como un estado de ánimo algo lúgubre.
No estar conectada me da tiempo para pensar. Es malo para alguien como yo, perjudicial para mi salud. Enseguida se me ocurren cosas verdaderamente penosas.
"Cuando estas enganchado tienes una única preocupación, pillar, y cuando te desenganchas de pronto tienes que preocuparte de un montón de otras mierdas. No tengo dinero, no puedo ponerme pedo. Tengo dinero, bebo demasiado. No consigo una piba, no echo un polvo. Tengo una piba, demasiado agobio. Tienes que preocuparte de las facturas, de la comida, de algún puto equipo de fútbol que nunca gana. De las relaciones personales, y de todas las cosas que en realidad no importan cuando estás auténtica y sinceramente enganchado al caballo."
Cortesía de Rent, de Trainspotting, el último libro que me he leído y del que tengo sentimientos contradictorios. ¿Cuántas palabrotas le caben a los personajes en una frase? ¿cuántas guarradas he tenido que leer arqueando las cejas y poniendo cara de asquito? ¿cuántas veces he acabado partiéndome de risa? ¿cuántas de vergüenza o pena? Es un libro crudo, pero si quieres ambientarte en los bajos fondos de la Escocia de los finales de los ochenta, esta es tu novela.
Cambiemos heroína por red de redes. Acabo de descubrirlo, el nuevo opio del pueblo es Internet.
Que triste. Ayer me dio por ver un rato la televisión después de cenar. Estaba viendo The Queen, pero como no era bajada de la mula sino en directo desde la tele tenía que soportar los anuncios. Estoy muy mal acostumbrada. Cambio de canal y pillo Documentos TV, con un documental escalofriante sobre una especie de ¿escuela? ¿Guantánamo para niños? hay una isla en la costa estadounidense donde un grupo mormón ha levantado una escuela (irónicamente llamada “Bahía de la Tranquilidad”) donde los padres con mucho dinero y pocos recursos imaginativos para controlar a sus hijos rebeldes envían allí sus retoños para someterlos y programarlos mentalmente y convertirlos en hijos perfectos. Ni siquiera vi el documental entero, ya llevaba un buen trecho cuando lo pillé, y me quedé fría. Entrevistan a una ex trabajadora del centro que dice a la cámara que cuando vio las torturas de AbuGraif (como se escriba) en Bagdad pensó que eso ya lo había vivido en la escuela. ¿¿!! Un ex alumno del centro cuenta que era un niño cuando lo ingresaron, uno de los más pequeños. Según él aquello era un auténtico infierno y los alumnos ideaban cómo poder salir de allí. El único motivo por el que podrían cerrar el centro es que apareciera un alumno muerto, así que le eligieron a él porque era el más pequeño y débil, y un día que hicieron una excursión a la playa lo cogieron entre varios y le estrellaron la cabeza contra el arrecife un par de veces para matarlo. Se salvó de chiripa. El chaval se echa a llorar y comenta “cómo de desesperados estarían para que unos niñatos de mierda estuvieran dispuestos a hacer algo así”. Una chica se suicidó en las duchas. El caso es que llevan a juicio a los dueños del centro y estos pierden, pero da igual, porque las escuelas siguen abiertas y su multimillonario dueño tan pancho. Cuando termina el documental aparece el siguiente mensaje “Somalia y los Estados Unidos de América son los únicos países que no han ratificado los Derechos del Niño”.
Se me cae la cabeza sobre el escritorio y sale rodando.
Mejor no pensar. Mejor leer fanfic y navegar un rato. ¡Si pudiera!