Tabla básica - Todo
Título: Básicamente
Título del capítulo: Todo.
Prompt: #13 "Lengua"
Género: Romance
Categoría: PG13 / T
Palabras: 247
Sumario: Tomado de la comunidad 15drabbles .
Link a la tabla
Era un vicio benévolo, una droga exquisita, una tentación celestial, una adicción divina. Los sinónimos de Misaki, pensaba un escritor, podían nunca acabar, ser eternos.
Lo amaba, sólo tenía ojos para el muchacho y sabía que el sentimiento era recíproco, lo que hacía que las cosas fuesen mil, no, millones de veces mejores. Le gustaba todo, todo lo que tuviese que ver con su amante: primero su físico, con su cuerpo fino y delicado, sus ojos grades de niño, su voz melodiosa aunque quejosa y chillona de a momentos, el olor reconfortante que despedía su cabello, el acogedor calor de su piel tersamente suave; después su personalidad, alegre y positiva pero con una humildad y una entrega hacia los demás que hoy en día ya está casi extinta; por último todo lo que Misaki hacía, como su deliciosa cocina, su rigurosa e impecable limpieza, su cuidado hacia Usami cual niñero. En resumen, todo en el joven para el hombre era hermoso y único.
Por ello le encantaba hacerle el amor a Misaki, no sólo por un deseo carnal, sino porque cada vez que lo amaba físicamente, también le hacía el amor a su personalidad y a sus cualidades. Cada caricia, beso, lengüetazo, succión era para el todo que su amante conformaba, esa droga en la cual le encantaba embriagarse. Desafortunadamente para el escritor, Misaki no parecía entender eso. Pero por el otro lado, tenían toda una vida por delante para hacer que tarde o temprano lo comprendiese.
Título del capítulo: Todo.
Prompt: #13 "Lengua"
Género: Romance
Categoría: PG13 / T
Palabras: 247
Sumario: Tomado de la comunidad 15drabbles .
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Era un vicio benévolo, una droga exquisita, una tentación celestial, una adicción divina. Los sinónimos de Misaki, pensaba un escritor, podían nunca acabar, ser eternos.
Lo amaba, sólo tenía ojos para el muchacho y sabía que el sentimiento era recíproco, lo que hacía que las cosas fuesen mil, no, millones de veces mejores. Le gustaba todo, todo lo que tuviese que ver con su amante: primero su físico, con su cuerpo fino y delicado, sus ojos grades de niño, su voz melodiosa aunque quejosa y chillona de a momentos, el olor reconfortante que despedía su cabello, el acogedor calor de su piel tersamente suave; después su personalidad, alegre y positiva pero con una humildad y una entrega hacia los demás que hoy en día ya está casi extinta; por último todo lo que Misaki hacía, como su deliciosa cocina, su rigurosa e impecable limpieza, su cuidado hacia Usami cual niñero. En resumen, todo en el joven para el hombre era hermoso y único.
Por ello le encantaba hacerle el amor a Misaki, no sólo por un deseo carnal, sino porque cada vez que lo amaba físicamente, también le hacía el amor a su personalidad y a sus cualidades. Cada caricia, beso, lengüetazo, succión era para el todo que su amante conformaba, esa droga en la cual le encantaba embriagarse. Desafortunadamente para el escritor, Misaki no parecía entender eso. Pero por el otro lado, tenían toda una vida por delante para hacer que tarde o temprano lo comprendiese.