(no subject)

Jul 23, 2009 01:29

 

-¡¿Alguien me puede explicar qué pasó?! -chilló Kmi. Hace unos cuantos segundos había salido de la librería , a la cuál había ido para reabastecerse de material apenas habían llegado a una nueva isla, con su Co-Co y de la nada había visto a Luga, Miyu y Nahi corriendo hacia ellas. Antes de que pudieran reaccionar, además de por supuesto agarrando con fuerza lo que habían comprado, estaban siendo arrastradas por sus compañeras (excepto Miyu, que estaba teniendo problemas ya intentando sostenerse a sí misma).

-Historia… graciosa -respondió Nahiara, con la voz entrecortada por el cansancio de correr-. Pasa que, sin querer, creo que mencioné muy fuerte nuestros nombres cerca de ciertos imbéciles de la marina. Y, bueno, ¿adivina qué? Escucharon y fueron a intentar capturarnos y… ¡oh, mierda! ¿Por qué mierda hablo y corro al mismo tiempo si sé que no lo puedo hacer?

Dicho eso, giró hacia un callejón en el que se tiró al suelo (con cierta Cosa a la que había estado arrastrando incluida, por cierto) y empezó a respirar desesperadamente. El resto del grupo se dio cuenta de eso y también doblaron en el mismo lugar.

-Bueno, sigo explicando yo, mientras Naho se normaliza -dijo Ligabiss-. El caso es que cuando vimos a los de la marina, ya pensábamos en salir corriendo, pero cuando lo intentamos, Miyu se tropezó. Entonces, no nos quedó otra opción que defendernos y empezamos a tirar todo lo que encontrásemos cerca.

Ligo se detuvo para mirar al suelo, algo avergonzada.

-Y luego salieron corriendo. Bueno, al menos esta vez no explotó nada -exclamó Cosa, a lo que la artillera y la navegante respondieron mirándose mutuamente.

-Ehh… bueno, esa no es toda la historia -susurró Miyu, moviendo los dedos nerviosamente.

-El caso es que -interrumpió Nahiara, ya algo recuperada-, por esas casualidades de la vida, yo tiré una botella de licor. ¡Estaba ahí, no era mía, en serio! -se apresuró a decir, tan pronto como captó un leve alzamiento de cejas en el rostro de cierta capitana-alienígena-. Ah, y bueno, los tipos esos nos atacaron con algo, todavía no sé qué rayos era, pero tiraba fuego. Y bueno, parece que ese licor tenía algo extraño porque apenas tocó el fuego, pues ya saben…

Kmi se limitó a golpearse la frente contra su mano. Mientras Lluvia, tras un corto momento boquiabierta, exclamó:

-¿En verdad ese tipo de cosas son posibles?

-No sé si sean posibles. Pero saben bien que eso no importa a las desgracias si es para arruinarnos -respondió Nahi, mientras se levantaba del suelo con dificultad.

-Perdón, es culpa de mi mala suerte -dijo Miyu.

-No, es la mala suerte de todos nosotros juntos -respondió Kmi, para luego lanzar un largo suspiro-. Bueno, ahora… creo que deberíamos volver a correr, ¿no?

Y eso hicieron. Con gente persiguiéndolos y apunto de alcanzarlos, de alguna forma, lograron llegar de vuelta a su barco, donde afortunadamente, el resto de la tripulación ya estaba (la mayoría había oído la explosión y había considerado que, conociendo a sus compañeros, era buena idea volver al Lamb).

-¿Por qué siempre les pasan estas cosas? -se quejó D, cuando estuvieron a salvo.

-Perdóneme, señor calamar, pero creo que usted también es parte de la tripulación -le dijo Nahiara, más agresiva de lo normal, debido a la vergüenza que sentía.

-No es que no cumplan las misiones, solamente, sino que incluso cuando no están en ellas, se logran poner en peligro -continuó, sin hacer caso.

-Pero es un poco gracioso, ¿no? -comentó Luga-. Nos arruinamos solos y de todas maneras no nos logran atrapar.

-Hay dos opciones -dijo Cosa-: o en verdad tenemos más suerte de la que parece o los Marines son más inútiles de lo que parecen.

El resto de la tripulación sonrió, porque todos sabían que de ambas opciones, la más posible era la última.

lmf!r!op

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