Apr 27, 2010 22:44
Era una pareja que se quería muchísimo y vivía en un piso precioso. Y se querían tanto que su casa era siempre lo que ellos querían. Un día tenía una terraza enorme y estaba situado en el centro de la ciudad, otro era una pequeña casa en un dique, otras un casa semi-subterránea en medio de la montaña, otra tenía tres piscinas interiores y la puerta de salida de la casa daba a su habitación, etc. Y así pasaban los días por ellos, llenándolos siempre de algo nuevo y dejándoles con ganas de otra casa para el día siguiente. A veces, por supuesto, la casa no variaba pues también les gustaba experimentar la sensación de pasar dos días seguidos o una semana en una casa debajo del mar o un año en las montañas. Hasta que un día cualquiera se levantaron demasiado temprano y con los ojos cerrados se preguntaron qué querían y se dieron cuenta de que todavía no lo sabían. Abrieron los ojos, miraron en los del otro, buscaron y no encontraron nada. Intentaron volver a dormir pero no había cama, ni siquiera sofá. Siguieron callados un rato, mirando hacia ninguna parte y empezaron a pensar en qué casa querían tener, pero sólo querían mirar los relojes que no tenían y decirse que a esas horas deberían estar durmiendo y dormir.