Destino, el infinito - [original] - cap. I y II

May 26, 2008 23:40

Título: Destino, el infinito..
Fandom | Pairing: Original | Camila y Paola.
Rating | Advertencias: PG de momento | Nada de momento.
N/A: Lo primero que escribí de estas chicas fue esto, que vendría a ser un prólogo muy muy corto de esta historia larga que he decidido ir escribiendo :)

I
Paola recuerda ese parque. Y sabe que lo recordará siempre. Ha soñado con ese parque, guarda fotos de ese parque y, si cierra los ojos y se concentra lo suficiente, puede verlo claramente. Puede dibujar cada uno de los árboles que se levantaban a ambos lados del camino y los columpios rotos a lo lejos, el balancín del que se cayó y el camino de piedra. Puede recordar las flores (pequeñas, tímidas, casi temerosas de ser vistas) en el césped y las pintadas en el edificio que se levantaba (alto, imponente, como la torre de una princesa encerrada) justo detrás.

Por eso, mientras Camila da un volantazo y ella se agarra a la guantera, exclamando algo sobre la temeridad al volante, lo reconoce. Reconoce esa carretera que, dentro de unos segundos se bifurcará. La misma que, si giras hacia la derecha, te lleva a ese parque. Y se pregunta si ella lo sabe. Los recuerdos que hay allí, las lágrimas contenidas. Y la realidad es que no, que es imposible que lo sepa, pero ella nunca ha sido una chica racional, así que el miedo la invade durante unos segundos.

-¿Adónde vamos?

-Adonde yo te lleve.

-¿Y adónde me llevas?

-Al infinito, ¿ya no te acuerdas?

Probablemente no debería haber abierto la boca, porque cuando Camila sonríe y se lleva la botella a los labios, echando la cabeza hacia atrás para beber, y luego ríe y se agita la melena, Paola sólo sabe dejarse llevar. Se deja convencer por su mirada y por sus palabras, y si en ese momento ella le dijese que van a lanzar el coche por un precipicio, como en su película favorita, ella asentiría, se agarraría al coche y cerraría los ojos.

-Mira, pequeña, ¿has estado alguna vez aquí?

Vuelve a la tierra, lentamente, y mira hacia delante. El mar azul se abre a los pies de las dos chicas. Se miran y sonríen a medias. Salen del coche deprisa, se quitan los tacones y echan a correr por la arena. Durante unos segundos, unos minutos tal vez, se siente como la niña que pasaba allí sus vacaciones, corriendo en zigzag para evitar los agujeros que ella misma hacía en la arena y acercándose temerosa al agua. Casi desearía volver a ser esa niña.

Casi.

Tumbadas, boca arriba, con la arena colándose entre los dedos de sus pies y de sus manos, y el sabor a sal aún en los labios, el silencio las invade. Es ese silencio que Paola siempre odió. El que nunca supo compartir con nadie salvo con ella. En momentos como ese se pregunta qué ve su madre de malo en su amistad. Luego recuerda el alcohol, el sexo a los catorce años y los hurtos menores de Camila y la entiende un poco más.

Pero sólo un poco, porque ella ha aprendido a pasar todo eso por alto.

-¿Paola?

-¿Si?

-¿Qué te parece si nos quedamos todo el verano aquí?

Y le brillan los ojos mientras sonríe de esa forma, como si fuera una niña que aún no ha crecido y todavía está esperando los regalos de navidad que sus padres le han prometido. Es entonces, no tras pensarlo, no cuando abre la boca para decirlo, sino entonces, cuando lo decide. Que sí, qué demonios, se van a quedar todo el verano allí porque, con ella, es capaz de afrontar todos los fantasmas del pasado y todas las lágrimas que se tragó.

-¿Eh, qué dices? Playa, sol, buenos bares…Incluso he visto chicos guapos mientras veníamos. ¿Qué dices, peque, nos quedamos?

Sonríe de medio lado y se traga ese nudo de su garganta cuando la coge de la mano, esperando su respuesta. Es como una niña, una niña grande, y ella nunca ha podido resistirse a las niñas rubias que la miran así.

-Claro, nos quedaremos.

*****

Título: Destino, el infinito.
Fandom | Pairing: Original | Camila y Paola.
Rating | Advertencias: PG de momento | Nada de momento.
N/A: Y, bueno, a hora que llegáis a la segunda viñeta, deciros que, como siempre, las primeras (este post y el siguiente, probablemente) estarán en abierto, pero las siguientes las postearé en Friends Only xP

II
-Voy a darme una ducha.

Antes de que diga nada, ha tirado las ropas al suelo y se ha metido en el cuarto de baño. Paola suspira y sonríe, pero la sonrisa desaparece rápidamente cuando apoya los brazos en el alféizar de la ventana y mira hacia fuera.

Hay muchas cosas que se ha guardado siempre para sí. Las encierra bajo llave, porque mucho tiempo atrás aprendió que hablar de ellas dolía. Nunca habla del padre que se marchó y dejó a su madre sola con una niña de doce años, ni de la abuela que murió junto a ellas, lenta y dolorosamente, de una enfermedad que nunca supo (ni quiso saber ni querrá saber) cuál era. Lloraba un par de veces y luego cerraba la puerta. Las llaves las lanza al fondo de un mar que nunca más localiza.

Pero tal vez haya encontrado algunas de esas llaves, porque duele.

De pronto, respirar duele cuando al mirar a lo lejos distingue el viejo edificio en el que vivían. Y también el colegio al que asistió, no muy lejos de allí tampoco. Se le hace un nudo en la garganta y de pronto le pican los ojos. Cierra los ojos y el aire que se cuela por ventana, abierta de par en par, le invita a salir y a recorrer las calles. Y el miedo y las ganas de salir de esa habitación claustrofóbica se enfrentan, pero ella ya sabe quién ganará.

Escribe una nota a Camila y antes de que le dé tiempo a arrepentirse, está en la calle. El aire cálido, excesivamente cálido, le golpea directamente en la cara mientras enfila la calle principal.

La ciudad parece desierta y por unos momentos, es capaz de caminar por allí sin sentirse incómoda. Pero entonces llega esa sensación de nostalgia, y también de repulsión. De querer recordar y a la vez huir. Pero no se para, sigue caminando y llega hasta allí.

Es un edificio bajo, de sólo dos plantas. De paredes blancas y barrotes amarillos en las ventanas del piso de abajo. El patio es enorme, con un campo de fútbol cuyas porterías se quedaron sin redes mucho tiempo atrás, y unos columpios en el rincón más alejado de la puerta. Camina alrededor, observando en silencio, como si esperara ver a los niños salir de allí en cualquier momento, aunque sabe que es verano.

-Uy, perdón.

Algo, alguien ha chocado contra sus piernas. Alguien pequeño, una niña de pelo oscuro y ojos muy abiertos, de no más de dos años que en ese momento, le sonríe.

-Hola, bonita.

La niña ladea la cabeza y la señala, como si encontrase en ella algo muy divertido.

-Lo siento, se me ha…

Las palabras del hombre (del joven, más bien) que tiene delante se pierden cuando la ve. Paola está segura de haber visto esa cara en algún otro lugar, esa cicatriz sobre la ceja derecha y esos ojos verdes (oscuros, muy oscuros, pero verdes) que la miran con sorpresa. Y entonces es cuando gira y vuelve a mirar el colegio y lo reconoce.

-¿Marcos?

Él sonríe a medias y toma a la niña en brazos. Durante unos segundos se quedan así. Las palabras no se pronuncian en voz alta. Ni los “cómo has cambiado” ni los “cuánto tiempo”. Ni siquiera le reprocha que la última vez que se vieron ella le clavara un punzón sobre la ceja, lo cual sería, cuanto menos, una señal de reconocimiento que agradecería.

-Paola.

Nunca tuvieron tiempo de desarrollar una relación especialmente estrecha. Con doce años se habían visto por última vez, y nunca más se habían vuelto a ver. Ni cartas ni llamadas telefónicas. Su mejor amigo de la infancia había dejado de serlo el día que ella se marchó y ahora ya no queda nada. ¿Debería preguntarle? ¿Deberían actuar como si aquel día no hubiera pasado?

-¿Cómo estás?

La situación es incómoda y apenas intercambian unas cuantas palabras. Bien y tirando se intercalan entre los monosílabos y las sonrisas educadas. En apenas unos segundos, él ha continuado su camino y ella se queda unos segundos allí, mirando el asfalto, para luego recordar que Camila le espera.

Vuelve a tomar la misma calle que antes, pero esta vez no se fija en los balcones demasiado conocidos ni en el calor asfixiante. Simplemente piensa y se pregunta por qué demonios aceptó quedarse en esa ciudad infernal.

long: historia larga, historia larga: destino el infinito, fandom: original

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