He is my brother too!
Anoche había quedado para salir, pero, como iba con tiempo, pensé en verme un eppy de algo. Estuve tentada de ponerme SPN pero, gracias a Dios, me puse uno de Robin Hood. Si llego a ver esto anoche, me quedo en casa sin salir.
Vamos a ver, que he visto el episodio y me he perdido un montón de detalles porque he estado como una magdalena. Pero llorando un montón y todavía no se me ha pasado el soponcio y tengo una cosa extraña en la garganta que son muchas ganas de seguir llorando, que deben ser las mismas que tiene Sam. Porque, después de este episodio, he muerto un poco con él. Porque Dean se ha podido morir de mil maneras diferentes pero Sam, ese Sam que sabía que no podía soportar la muerte de su hermano, que lo llevó a un predicador para ver si era capaz de darle un soplo de vida, ha tenido que pasar por su infierno personal cientos de veces. Ha visto lo que puede ser su vida en cuanto Dean se muera y eso le ha convertido en un muerto en vida y a mí me ha llevado a ese infierno terrenal con él.
Siempre he tenido esa sensación de que Dean era racional 100% y Sam era el corazón, la humanidad pero ahora me he dado cuenta más que nunca que cada uno es una mitad del corazón y la mitad del cerebro. Quita una de esas mitades y puede que sigas vivo pero eso NO SERÁ VIDA!
Y no lo soporto. Porque duele. Mucho. Y Dean está fatal por haberse enfrentado la semana pasada a esa parte de sí mismo que sabía que estaba ahí pero no quería reconocer. Sus miedos, sus deseos, todo eso que siempre ha negado pero a lo que ahora tiene que hacer frente más que nunca. Y ahora nos han matado un poco más a Sam porque él también ha tenido que enfrentarse a esa parte de él de la que quiso escapar cuando se fue a Stanford, pero que nunca terminó de morir.
Odio que esta serie sea tan buena y que llegue a afectarme tanto emocionalmente. Odio querer tanto a los chicos porque lo que a ellos les mata, a mí me lleva al infierno. Y odio odiarles porque no les odio, ni siquiera un poco. Porque estoy montada en ese Impala con ellos y o Kripke me da una solución pronto o que Sera se dedique a escribir más escenas de sexo. De otro modo, no creo que pueda soportarlo mucho tiempo más.
Me voy a llorar otro rato más.
Vamos a ver, que he visto el episodio y me he perdido un montón de detalles porque he estado como una magdalena. Pero llorando un montón y todavía no se me ha pasado el soponcio y tengo una cosa extraña en la garganta que son muchas ganas de seguir llorando, que deben ser las mismas que tiene Sam. Porque, después de este episodio, he muerto un poco con él. Porque Dean se ha podido morir de mil maneras diferentes pero Sam, ese Sam que sabía que no podía soportar la muerte de su hermano, que lo llevó a un predicador para ver si era capaz de darle un soplo de vida, ha tenido que pasar por su infierno personal cientos de veces. Ha visto lo que puede ser su vida en cuanto Dean se muera y eso le ha convertido en un muerto en vida y a mí me ha llevado a ese infierno terrenal con él.
Siempre he tenido esa sensación de que Dean era racional 100% y Sam era el corazón, la humanidad pero ahora me he dado cuenta más que nunca que cada uno es una mitad del corazón y la mitad del cerebro. Quita una de esas mitades y puede que sigas vivo pero eso NO SERÁ VIDA!
Y no lo soporto. Porque duele. Mucho. Y Dean está fatal por haberse enfrentado la semana pasada a esa parte de sí mismo que sabía que estaba ahí pero no quería reconocer. Sus miedos, sus deseos, todo eso que siempre ha negado pero a lo que ahora tiene que hacer frente más que nunca. Y ahora nos han matado un poco más a Sam porque él también ha tenido que enfrentarse a esa parte de él de la que quiso escapar cuando se fue a Stanford, pero que nunca terminó de morir.
Odio que esta serie sea tan buena y que llegue a afectarme tanto emocionalmente. Odio querer tanto a los chicos porque lo que a ellos les mata, a mí me lleva al infierno. Y odio odiarles porque no les odio, ni siquiera un poco. Porque estoy montada en ese Impala con ellos y o Kripke me da una solución pronto o que Sera se dedique a escribir más escenas de sexo. De otro modo, no creo que pueda soportarlo mucho tiempo más.
Me voy a llorar otro rato más.