De tan alto (y sin red): Ama rápido, me dijo el sol
Cuando Brian besa a Justin al final del cuarto capítulo de la segunda temporada (la noche del Gay Parade, "hey stud, wanna dance?" y todo eso) hay un punto de quiebre importante. Brian Kinney, Dios de Todas las Cosas Malas, cede y se pierde, y cierra los ojos, y cae en espiral (y no le importa). El infierno se congela. La noche es cálida y gloriosa, los colores explotan, los amigos ríen, los cuerpos se frotan, Babylon toma las calles.
Y yo pienso en ti.
Da miedo saltar (de tan alto, y sin red). Pero Ben Buda anda diciendo por ahí que hay que aprender a valorar las pequeñas cosas, los detalles que construyen el momento... que es necesario vivir el ahora, y no lo que fue o podría ser. Y por lo que tengo entendido, Buda es bastante más sabio que yo.
Es difícil quejarse cuando uno consigue exactamente lo que quiere.
Sin promesas. Sin compromisos. Sin obligaciones.
No sé si me toca ser Brian o Justin en esta historia (lo que es muy divertido, dado mi historial). O si quiero ser alguno de los dos. A lo mejor está bien ser Emmett de vez en cuando, y tomarse la vida de la manera más simple. Viviendo para las luces y la música, para el instante y las sensaciones.
Me gusta viajar en la ventana. Sea verano o invierno, la abro y dejo que el viento me dé en la cara. Me pongo los audífonos, subo el volumen, y me 'desconecto'. O tal vez me 'conecto'. Con las calles y las luces, y las vidas que imagino para esas personas que no conozco. Con el viento, y el sol que cae. Con la música y conmigo misma.
Una vez vi en una película que los masai (¿eran los masai?) no creen en el futuro. Que se mueren de pena cuando van a la cárcel, porque no entienden que 'algún día' saldrán de allí. No sé que tan bien se habrá documentado el guionista. Pero no es una mala filosofía. Se viaja más ligera sin equipaje, y mucho más contenta sin preguntar '¿ya llegamos?' cada 5 minutos. (Y mucho, muchísimo más contenta, mirando por la ventana, con el viento en la cara y la ciudad en las venas, disfrutando cada instante de los 45 minutos que le toma a la combi atravesar la Javier Prado.)
Hay gente que detesta viajar en combi. Durante los 5 años y medio que me tocó atravesar la ciudad en hora punta para volver de clase, el viaje fue uno de mis momentos favoritos del día.
*
Clementine: This is it, Joel. It's going to be gone soon.
Joel: I know.
Clementine: What do we do?
Joel: Enjoy it.
*
Y yo pienso en ti.
Da miedo saltar (de tan alto, y sin red). Pero Ben Buda anda diciendo por ahí que hay que aprender a valorar las pequeñas cosas, los detalles que construyen el momento... que es necesario vivir el ahora, y no lo que fue o podría ser. Y por lo que tengo entendido, Buda es bastante más sabio que yo.
Es difícil quejarse cuando uno consigue exactamente lo que quiere.
Sin promesas. Sin compromisos. Sin obligaciones.
No sé si me toca ser Brian o Justin en esta historia (lo que es muy divertido, dado mi historial). O si quiero ser alguno de los dos. A lo mejor está bien ser Emmett de vez en cuando, y tomarse la vida de la manera más simple. Viviendo para las luces y la música, para el instante y las sensaciones.
Me gusta viajar en la ventana. Sea verano o invierno, la abro y dejo que el viento me dé en la cara. Me pongo los audífonos, subo el volumen, y me 'desconecto'. O tal vez me 'conecto'. Con las calles y las luces, y las vidas que imagino para esas personas que no conozco. Con el viento, y el sol que cae. Con la música y conmigo misma.
Una vez vi en una película que los masai (¿eran los masai?) no creen en el futuro. Que se mueren de pena cuando van a la cárcel, porque no entienden que 'algún día' saldrán de allí. No sé que tan bien se habrá documentado el guionista. Pero no es una mala filosofía. Se viaja más ligera sin equipaje, y mucho más contenta sin preguntar '¿ya llegamos?' cada 5 minutos. (Y mucho, muchísimo más contenta, mirando por la ventana, con el viento en la cara y la ciudad en las venas, disfrutando cada instante de los 45 minutos que le toma a la combi atravesar la Javier Prado.)
Hay gente que detesta viajar en combi. Durante los 5 años y medio que me tocó atravesar la ciudad en hora punta para volver de clase, el viaje fue uno de mis momentos favoritos del día.
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Clementine: This is it, Joel. It's going to be gone soon.
Joel: I know.
Clementine: What do we do?
Joel: Enjoy it.
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