Es como ser Black... pero sin prejuicios

May 21, 2007 23:59

Parece que se viene un mes difícil.

Mi padre tiene esta consultora que está empezando, y hay proyectos que no están saliendo. Nada tan terrible, porque mi padre es mi padre (genial, y lleno de ideas, y adicto al trabajo, y todas esas cosas de las que mi madre se vive quejando), y todo saldrá pronto. Pero vamos a tener que ajustarnos un par de meses, y mi madre dice que a mí me va a tocar parar la olla. Lo cual por un lado no me genera ningún problema (de hecho, me encanta poder ayudar)... y por otro lado raya en el surrealismo. Porque ¿hola? Soy yo,
mullu, la hermana loca a la que iban a tener que mantener por siempre porque solo sabía vagar por mundos paralelos (y meterse con chicos que no le convenían).

Es hasta divertido... porque yo misma me creía el rollo por momentos (en esos mis primeros años de incertidumbre post-universitaria). Y tampoco es que sea la potentada de la familia ni nada parecido... pero tengo trabajo. Y la oportunidad de hacer ago útil con él.

Se siente bien ^^.

Hoy estuvimos armando el presupuesto (porque por mucho trabajo que tenga, con el consumo que manejamos en casa no alcanza ni para la primera semana). Es divertidísimo armar presupuestos con mi madre. Porque podríamos llorar por la cantidad de dinero que hemos perdido en estupideces todos estos meses... pero en cambio nos burlamos toda la tarde. Lo juro... no tenemos auto, no tenemos tecnología de punta, no compramos ropa cara, no tengo posters ni DVDs de mis adorados fandoms... ¿¿en qué se nos va la plata?? Mi madre opina, muy coherentemente, que si no comiéramos como comemos, y no leyéramos como leemos, tendríamos piscina y mayordomo xDD.

Pero no es sólo la comida. Porque no es una cuestión (sólo) de cantidad. Son los antojos. Es el "ay... por una vez que pedimos pizza" (frase que se repite domingo tras domingo). Y el "hace tanto que no salimos a comer todos" (y si les digo cuántos somos todos se van de espaldas). Y el "comer es uno de los placeres más simples de la vida, ahorra en todo menos en comida."

Y no son sólo los libros. Es ese "un libro no es un gasto, es una inversión," que se ha convertido en el principio de los gastos. Porque un curso de teatro no es un gasto, es una inversión en tu salud mental. El gimnasio no es un gasto, es una inversión en tu salud física. Llamar un taxi no es un gasto, es una inversión en tu seguridad (aquí los taxis son mucho más baratos si los coges en la calle, pero es peligroso, porque no están registrados).

Y tienen razón. En todo. En lo de la comida, y lo de los libros, y lo de los cursos y el gimnasio y los taxis seguros. Y tenían razón cuando me decían "haz lo que quieras con tu vida, pero que te guste." Mis padres me enseñaron a disfrutar de la vida en los pequeños placeres. A apasionarme por todo, todos los días. A no guardar demasiado para mañana, porque... ¿quién carajo sabe dónde estarás mañana?

A veces exageran. Pero no recuerdo un día en que me haya faltado un techo sobre la cabeza o comida en la mesa, un día que no haya visto a mi padre dejarse la piel en el trabajo, o volar explicándonos el proyecto de turno.

Una vez, hablando de una amiga de mi madre que había salido embarazada en mal momento, mi hermano (tan adulto desde tan niño) dijo "es una irresponsable. Yo no pienso tener hijos hasta que no me haya establecido en la vida." A lo que mi madre contestó "hijo mío, si nosotros hubiéramos esperado a establecernos en la vida para tener hijos... seguiríamos esperando." Y yo me reí, porque esos eran los momentos en los que amaba a mi madre.

Pero a veces exageran. Hoy revisamos el presupuesto, y la mitad de los gastos de la casa entran en la catogoría de 'extras innecesarios'. Era de esperarse. Mi madre y una de sus mejores amigas se burlan de ellas mismas diciendo que son "las Grimaldi" (Carolina, Estefanía... esa gente). Porque mientras el Perú entero se mueve en combi, las Grimaldi llaman a Taxi Seguro. Porque mientras discuten lo ajustado que va a estar el próximo mes, las Grimaldi toman lonche con Camembert. Porque deben ser las únicas habitantes de esta ciudad que nunca se quedan sin saldo en el celular. Porque cuando alguien dice "te acompañaría, pero estoy sin plata", la respuesta automática es "no te preocupes, yo invito" (sin siquiera fijarse si uno lleva dinero).

Ni siquiera es que nos sobre el dinero. Nos ha sobrado. Nos ha faltado. La dinámica ha sido siempre la misma. De hecho, yo también entro al club de las Grimaldi (más en lo de las invitaciones que en lo de los taxis), y soy la que menos gasta en la familia. Pero no es una cuestión de volumen, sino de principios. Y sigo los mismos principios. Primero, comer rico. Segundo, disfrutar. Último, ahorrar (si sobra). Creo que la diferencia está en que mis placeres tienden a ser gratuitos xD.

Grimaldi... es como ser Black, pero sin prejuicios (y mucho, mucho más divertido ^^).

Ahora toca ajustarse. Pero no es la primera vez. Lo bueno de vivir de pequeños placeres (y no grandes necesidades), sin preocuparse demasiado por el dinero, es que así como uno no nota su presencia, tiende a no notar su ausencia. No habrá Camembert en el lonche, y habrá que salir menos. Por fin me harán caso y comeremos menos carne *yay*. Reduciré mi consumo de cigarrillos *yay de nuevo*. Dejaremos de pedir chatarra, aprenderemos a usar el celular como el peruano promedio (lo mínimo indispensable, y nunca cuando está por acabarse el saldo), y exprimiremos mi sueldo lo que se pueda.

No dejaremos de ser  Grimaldi. Porque hasta la aristocracia entra en decadencia de vez en cuando, y hay todavía muchos placeres gratuitos que disfrutar en este mundo xP.
***

Rants completamente ajenos al tema:
  • ¡Este jueves estrenan Piratas del Caribe 3! (Oh, capitán, mi capitán... te amo tanto). Mi hija quiere ir conmigo al estreno. Yo me muero por llevarla, pero no sé si me soportará en modo 'fangirl desquiciada on crack' toda la noche.
  • ¡Este viernes es Día del Orgullo Friki! Aquí no se celebra... pero lo celebro yo, porque por algo se empieza. He quedado con Sammy (que está absolutamente encantador estos días) para una mini-maratón de Supernatural, armar mi primer personaje de rol ever (y estoy de emocionada con la idea que es para no creérselo... ya les contare), y que le lea mis vicios en voz alta (una de las cosas que más me gusta hacer en el mundo) *tanto, pero tanto 'yay' que no cabría en la entrada*.
  • Also... En honor al día de nuestro orgullo, querid@s frikis, este viernes, contra viento y marea, hay vicios, entrada friki y... el segundo capítulo de Lupercalia. Que ya va siendo hora de agarrar ese fic por las astas.
Era todo. Me voy a dormir. Soñaré con Jack y Sirius en algún bar de Tortuga, druidas siendo uno con la naturaleza, Sam perdiéndose en el olor a tabaco de Dean, frikis peruanos roleando en las calles, y chocolate suizo en el desayuno de los Grimaldi.
 

de los viajes por el laberinto, puras marcianadas

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