De vicios y noches de luna llena

Apr 27, 2007 16:25

Vicios ^^. Para Ana.

Esta vez son sólo dos, y vienen dedicados a nuestro lobo favorito.

Lunático
Vicio #5 - Dolor

Remus tiembla, sentado en la maltrecha cama de la Casa de los Gritos (ésa que nadie entiende cómo sigue en pie). Todavía puede sentarse. Pronto se deshará en dolor, caerá al piso, su rostro dejará de ser su rostro, sus miembros dejarán de ser sus miembros, y con absoluta agonía en los ojos amarillos, Remus dejará de ser Remus.

A Sirius, James y Peter, les gusta Remus. Amable, confiable, inteligente Remus. Con esa carita de "¿yo? pero si estaba en la biblioteca" que los ha salvado de más de una. "Estaba conmigo en la habitación, profesora." "No tengo idea de quién puede haber hecho algo así, profesor." Remus es un buen amigo. Un buen chico. Un genio criminal. Un Merodeador.

A Canuto, Cornamenta y Colagusano, les gusta Lunático. Fuerte, energético, instintivo Lunático. Que mueve la cola como un perrito cuando siente el olor de sus amigos. Que no se cuestiona el hecho de que su manada esté compuesta por tres animales de especies distintas (una sola de las cuales es canina) y la protege igual, porque la manada es la manada. Corre como el viento a través del Bosque Prohibido, se revuelca con Canuto por el suelo, le brilla la luna en los ojos toda la noche. Lunático, lejos de los hombres, es el 'otro lado' del Lobo. El instinto más puro. La libertad más pura. Un Merodeador.

Lo que detestan James, Sirius, Peter, Cornamenta, Canuto y Colagusano, es este momento. El 'intermedio'. El momento en el que Remus se desarma por las noches y Lunático por las mañanas, entre gritos, aullidos, gruñidos y por favor que se acabe pronto.

Lunático es más fuerte, y queda en mejor forma. Parece 'liberado' del cuerpo de Remus, y Sirius a veces lo resiente por eso. Pero Sirius es de memoria frágil, y Canuto mucho más, y ya acabó, y amigo aquí... y lo cierto es que Lunático no tiene más culpa en esto que Remus.
La luna brilla en lo alto. Remus levanta la mirada, de un amarillo intenso, pero el dolor le impide hablar. Los demás conocen la señal. Cambien. Ahora.

Cambian.

En un segundo. Sin 'intermedio'. Sin dolor.

A James le parece injusto. Deberían poder compartir el dolor entre los cuatro. Un poco más de dolor para ellos, un poco menos para Remus.

A Sirius le atraviesa el pecho. Debería dolerle a él. A él y no a Remus, que nunca en su vida le ha hecho daño a nadie. Pero por más que se concentra, toda la sangre Black no le sirve para absorber el dolor.

A Peter le da miedo. Nada debería doler de esa manera. Ni a Remus ni a nadie.

***

El perro y el lobo
Vicio #6 - Necesidad

Ha pasado el dolor. Lunático se levanta, liberado. Imponente. Huele el aire. Reconoce el lugar.

El ciervo se acerca. Amigo, piensa Lunático y mueve la cola, emocionado por la próxima aventura. De pronto, huele el aire de nuevo. Ciervo. Rata. Da vueltas por el cuarto, oliendo los rincones, buscando. Gime bajito y mira al ciervo, esperando respuestas.

Sirius está en detención. Intentará alcanzarlos en el bosque, pero McGonagall no parecía tener intenciones de soltarlo temprano.

Explícaselo a Lunático.

Cuando eligieron sus animales, allá por cuarto año, Sirius quiso ser un lobo. Para acompañar mejor a Remus, decía. Para que tenga con quién aullarle a la luna. Fue el mismo Remus quien lo hizo desistir, argumentando que los lobos reales tenían jerarquías, y que un lobo macho podía ser considerado un 'rival' por Lunático. Tenía sentido, y una vez que conocieron a Lunático, los chicos le dieron la razón. El Lobo es instintivo, territorial. Cuida a su manada, pero deja siempre claro quién es el 'macho alfa'. La rata no es un problema. El ciervo, siendo herbívoro, tampoco. Lo que a James siempre le pareció curioso fue que el perro (tan parecido a un lobo) no fuera considerado una amenaza. Más que eso, parece que Lunático lo considerara... ¿de su propiedad?

Cornamenta aprendió la lección pronto. Los tres juegan a empujar. Los cuatro se esconden en el bosque. Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta. Lunático, Canuto y Cornamenta. Lunático y Canuto. Difícilmente Lunático, Colagusano y Cornamenta, sin Canuto. Y nunca, de ninguna manera, Canuto y Cornamenta, sin Lunático.

No se lo menciona a Sirius, pero Sirius lo sabe. No se lo dicen a Peter, pero es posible que también lo sepa. Ninguno de los tres se lo mencionaría a Remus bajo ninguna circunstancia.

El lobo gime de nuevo.

Parece que está noche no hay Bosque Prohibido.

De pronto, se oye un ladrido en el primer piso (y el ladrido dice claramente "¡hey, me escapé, vamos a divertirnos!"). Lunático sale disparado por las escaleras.

Salen de la vieja casa y se adentran en el bosque. Corren entre los árboles, dejando que la esencia de todo lo nocturno se impregne en sus sentidos. El ciervo empuja al Lobo. El perro recibe el cuerpo y devuelve el empujón. Es un juego que juegan a veces, cuando se han alejado demasiado. A Lunático le gusta. Devuelve los empujones y el grupo aminora la marcha. La rata no participa, porque es muy pequeña. La rata participa de muy pocos juegos. Mejor, piensa Lunático sin palabras. Hay algo en la rata que no termina de gustarle.

El perro lo muerde despacio, y se enredan en ese juego propio, de morderse y frotarse y olerse y aullar a la luna. El ciervo y la rata se pierden un rato, jugando a explorar el bosque (que es para lo que se inventaron las noches de luna llena).

No es que Lunático no necesite al ciervo, o incluso a la rata. La manada son todos. Pero el perro huele a mío (por alguna razón que el Lobo no cuestiona) y cuando no está, algo en su interior (algo cálido y frágil) llora su ausencia. Algo cálido y frágil que casi reconoce... como Remus reconoce al Lobo en su sangre en las noches sin luna.

*

Todos los vicios, todos (tabla 30 vicios)
 

sirius/remus, mwpp, 30 vicios-hp

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