La energía cósmica y las decisiones de cada día

Oct 18, 2006 04:32

Hoy encontré una foto en el blog de una amiga. Era de un pata (tal vez Ray Charles... pero la cara estaba muy tapada), que gritaba 'I'm not brave enough to take the risks that would make me truly happy'. El título era "Sometimes this tends to be true".

Luego recibí el mail de un amigo, que es parte de un equipo con el que a veces colaboro. En el mail, decía que estaba pasando por un momento emocionalmente complicado, y que prefería trabajar desde su casa por un tiempo (y sé que nadie en el equipo se lo va a negar).

¿Qué tienen en común? Que las dos me pusieron a pensar en el rumbo del mundo y mis decisiones del día de hoy.

El sábado acepté un cachuelo (un trabajo por un periodo corto de tiempo) de una semana. Pensé que podría hacerlo... pero me equivoqué monumentalmente. Debo reconocer que siempre he sido mala para trabajar bajo presión. Quién sabe... tal vez hubiera podido hacerlo con más tiempo... o si me hubiesen explicado las cosas con más claridad... o si la persona que me contrató no me intimidara al punto del absurdo (lo cual no realmente no entiendo, porque es buenísima conmigo). El caso es que, planteado como estaba, y visto que la comunicación se daba en dos lenguajes alienígenas diferentes (ambos disfrazados de castellano), hoy llamé a la persona y le dije que no iba a poder seguir con el trabajo.

Es terrible. Lo sé. "Tienes que ponerte dura y salir al mundo, porque solo así vas a sobrevivir." "No puedes renunciar a la primera, solo porque no te gusta." "A todo el mundo le pasa eso cuando empieza a trabajar." "No te puedes comprometer a algo y luego no cumplirlo". Lo que quieran. Ustedes no me vieron llorar en la combi durante 45 minutos. Ustedes no intentaron sentarse a trabajar anoche con el cuerpo cayéndoseles en pedazos del puro agotamiento emocional de no poder decir que no. Ustedes no se despertaron a las 3 de la mañana con el cuerpo quemándoles. Ustedes no se pasaron toda la tarde llorando sin razón aparente, hasta que a ustedes mismos les dio vergüenza lo que estaba pasando. No. Esa fui yo. Y cuando por fin acumulé el valor para llamar a esa persona y decirle lo que quería, la culpa de dejar colgado a alguien no pudo siquiera acercarse a la liberación de 1) no tener que seguir haciendo algo que no quería, y 2) saber que tuve el valor de enfrentarme al pánico y dejarlo.

Por un segundo pensé que estaba huyendo, que estaba tomando la opción cobarde. Luego comprendí que no. Que estaba tomando una decisión crucial en el camino de los riesgos que quiero correr.

Sé que no funciono bajo presión. Y sé que funcionar bajo presión es un requisito indispensable para el éxito en la sociedad occidental moderna. Sé que la vida profesional es dura. Y sé que hace falta endurecerse para tener éxito en la vida profesional. También sé que hace muchos años comprendí que el éxito, planteado de esta manera, no es mi meta. Y durante muchos años más no tuve la más remota idea de cuál era... pero no sé si hoy los rayos cósmicos realmente han llegado a la Tierra y me han permitido ser "lo bastante valiente para tomar los riesgos que me harán verdaderamente feliz", o si simplemente la tengo tan clara en los últimos tiempos que me es imposible no tomarlos.

No me interesa el 'éxito' (no como está definido en el mundo moderno). Y no sé si me interesa taaanto unirme a la vida profesional (lo cierto es que cuando empecé la carrera no me planteé la biología como una posibilidad laboral, sino como algo fascinante sobre lo que quería aprender... y aún me fascina... el problema es que amo la biología, no el trabajo de los biólogos). En cambio, me interesa enormemente encontrar una actividad que me permita vivir sin estrés (que de ninguna manera es lo mismo que vivir sin hacer nada, como espero que comprendan). Me interesa poder pasar tiempo en casa con mi familia. Me interesa escribir. Me interesa tener tiempo para leer por placer. Me interesa mantenerme cerca de mis amigos. Me interesa estar disponible para la gente que quiero cuando me necesite. Me interesa vivir de forma consecuente en las pequeñas cosas (como separar la basura en casa o dejar de fumar nuevamente), y que mi hija aprenda a vivir así.

Estos son los riesgos que quiero tomar. El riesgo de no incorporarme a la vida profesional a cualquier precio (y menos si el precio es mi salud mental). El riesgo de haberme pasado 5 años y medio en la universidad para nunca trabajar en biología. El riesgo de que se me pase el tiempo mientras 'me busco'. El riesgo de poner a la gente que quiero por encima de lo que se supone que debería querer. El riesgo de vivir con mis padres por principio. El riesgo de perder plata, tiempo o recursos, para darle a un compañero emocionalmente débil el espacio de recuperarse. El riesgo de preocuparme por la gente más que por su producción.

Ése es el mundo en el que quiero vivir. Y si el mundo global no se adecúa a mis expectativas, tal vez un 'nicho' de éste lo haga. Soy consciente de la suerte que tengo. Para la mayoría, "tomar los riesgos que los harán verdaderamente felices" no es una función simple de "ser lo bastante valiente". No tienen la opción de vivir como quieran, o de buscar la forma en que quieren vivir, o de pedir espacio en el trabajo porque están pasando por un mal momento emocional. Yo las tengo todas. Y de verdad, lo juro... lo agradezco profundamente. Para mí, efectivamente, ser feliz podría llegar a ser una función del valor que tenga para tomar los riesgos necesarios. Y quiero tener el suficiente.

de los viajes por el laberinto

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