BRILLAS [RE-EDITADO]

Apr 18, 2014 17:02




Pareja: MinSu
Autor: Fanny YS
Raiting: +13
Género: Romance
Extensión: OneShot
Advertencia: Ninguna.
Leer Original: Brillas

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La primera vez que ChangMin vio a JunSu, éste ni siquiera lo notó.

ChangMin caminaba de regreso a casa después de una monótona jornada de clases, y luego de clases con tutores especiales.  Había comido tan poco, estudiado tanto y eso tenía su tanque de gasolina y energía por los suelos, tan apagado y sin ganas siquiera de golpear una piedrecilla. Su reloj marcaba las 6 pm en punto cuando lo miró sobre su muñeca. Un gato al final de la callejuela dio un salto tan alto que al castaño le pareció que el gato podría volar. Un bufido salió de sus delgados labios y rio ante lo ridículo que había sido su pensamiento, ajusto los tirantes de su mochila y decidió fijar su vista al frente, llevo el dedo índice al puente de sus lentes e hizo lo mismo. Repasaba mentalmente la última nota que había explicado el tutor de matemáticas. Por mera costumbre estaba a punto dar vuelta al final de la calle directo a su casa, ahí donde el gato había hecho su asaña. Pronto los números se fueron al carajo en algún lugar del cosmos, y su cuerpo al piso de un tirón.


-Lo siento muchísimo. Lo siento, lo siento. ¡Leo…espérame!

ChangMin solo pudo ver a través de sus lentes, estrellados y rotos, el rostro del chico hablando sin mirarle, muy apurado  y sin entender muy bien su disculpa en tanto el aturdimiento desaparecía, luego como éste corría detrás de… algo peludo, muy a prisa. ChangMin permaneció en su sitio, quieto, sentado, incrédulo, tal y cual la caída -empujón que bien le habían dado- se corrigió, le había dejado en el suelo. Se quedó mirando fijamente la espalda del chico que corría en dirección opuesta a su casa con aterradora indignación. Bufó y  luego  chasqueo la boca tan audible que pronto comenzó a dolerle la cabeza.

Le habían derribado y simplemente un “Lo siento” había sido todo.

¡GE-NIAL...!

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La primera vez que ChangMin pudo hablar con JunSu, JunSu se disculpó debidamente y le regalo una sonrisa. Una sonrisa que dejó como idiota a ChangMin.

La madre de ChangMin se había pasado hablando las últimas dos semanas acerca de la casa de enfrente, y de que ésta tenía nuevos dueños; que pronto llegarían a vivir allí, que esperaba no fueran como los anteriores -todos unos retraídos-, que en cuanto llegaran les llevaría un gran pastel de frutas y conocería a la señora de la casa, que esperaba tuvieran una bonita hija para que así ChangMin dejara de estar todas las tardes metido en su habitación y por fin se dignara a salir con una chica. ChangMin, como era su costumbre, solo escuchaba sin escuchar, fastidiado del monólogo eterno de su madre.

Cuando un día por la tarde llego su madre con un enorme pastel de frutas -tramposa- pensó,  ChangMin supo que los vecinos habían llegado ya.

Se encontraba cruzando la pequeña calle en dirección a la puerta de la casa de enfrente con una caja y dentro, un pastel de frutas. Su madre a su lado con una enorme sonrisa y él no podía creer que aun las amenazas de su progenitora surtieran tal efecto sorprendente en él.

Los vecinos habían llegado justamente 3 días atrás. Además de tramposa, su madre era muy poco atenta con detalles tan... obvios como el hecho de que llevaba tres días de desventaja con las demás vecinas que seguramente ya habían hecho su labor de recibimiento amigable. ChangMin suspiró cansado mientras el timbre sonaba dentro de la casa de los nuevos vecinos y su madre retiraba el dedo índice del aparato.

Cuando la puerta se abrió, el castaño solo pudo mirar la cara de un chico; éste  miraba a su madre y a él de a ratos. Y luego de mirar nuevamente a ChangMin notó que el castaño tenía el ceño fruncido. Tras el nuevo vecino, a sus pies, apareció el mismo gato de hacía 3 días cuando había sido derribado. “Leo”, recordaba. Miró al gato con odio fingido y sin disimulo,  luego al chico, éste pareció entender y recordar lo sucedido, y sin más se acercó aún más a ChangMin.

-Eras tú…  ¿cierto? -pregunto dudoso y apenado el joven vecino.

ChangMin le miro unos milisegundos con rencor, y el chico ni se inmuto más de la cuenta. -Lo siento mucho, Leo se me escapo, iba a perderse. Enserio lo siento. - El chico hablaba mucho.

-“¿Perderlo? Si claro. Tremenda bola obesa era incapaz de llegar muy lejos.”- Aquella vez el castaño olvido lo malísimo que era en ocasiones cuando pensaba algo y su boca sin querer lo pronunciaba.

Y de repente ChangMin se quedó sin aire, sin habla. Luego de notar lo que había dicho, luego de que el chico sonriera frente a él. Tonto como seguramente se veía un cuerpo de casi dos metros de altura inmóvil y avergonzado, simplemente asintió torpe y miró interesadísimo una jardinera detrás del joven vecino.

-Soy JunSu.

Y JunSu volvió a sonreír aún más grande para el castaño. Y ChangMin sintió un mareo  inmenso y el estómago con millones de partículas moviéndose desesperadamente a punto de explotar.

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La primera vez que ChangMin durmió en casa de JunSu, JunSu había estado a punto de pelear en la escuela, y ChangMin lo había defendido.

JunSu iba con ChangMin todos los días a la escuela y regresaban juntos después de las clases con tutores especiales. JunSu siempre hablaba durante todo el trayecto y aunque ChangMin parecía nunca ponerle atención, a JunSu ese hecho no le importaba y seguía hablándole hasta que llegaban a casa y se despedían cada uno frente a la puerta de su respectiva casa. La madre de ChangMin había convencido a la de JunSu de mandarles juntos con los tutores del castaño, y aunque ChangMin se había mostrado reacio ante a la idea, pronto, demasiado pronto para su disgusto, se había acostumbrado a la  presencia de JunSu.

Aquel dia JunSu había chocado por error con otro alumno, todo mundo lo llamaba U-Know,  su nombre real era YunHo, eso era lo que ChangMin sabía. O bueno… lo que todo mundo en esa escuela sabia sin excepción.  JunSu se había quedado quieto en cuanto YunHo había comenzado a gritarle y luego un ligero empujón le había secundado a ese levantamiento de voz directamente sobre su cuerpo y sin avisarle. ChangMin había visto desde lejos, después de separarse en la entrada de la escuela, la escena que protagonizaban uno de los matones más famoso de la escuela y su desventurado y despistado amigo-vecino. A JunSu no se le veía intención de encararle o hacer algo para defenderse. YunHo se había aproximado peligrosamente a JunSu tomándole de los hombros para azotarle contra los casilleros detrás de él. JunSu había simplemente cerrado los ojos esperando el impacto y su final, pero… aquel impacto y el dolor nunca llegaron, y un tirón al frente, proveniente de las manos de YunHo le habían hecho trastabillar. Cuando JunSu abrió los ojos debido a los gritos y murmullos de sorpresa de los demás alumnos y espectadores, JunSu había encontrado a ChangMin tirado en el suelo cubriendo  su ojo izquierdo con la mano,  y a  YunHo con el labio roto, ambos mirándose con cólera en ebullición.

Luego de ser salvados por un profesor y de llegar a casa de JunSu rápidamente, después de las clases con tutores, sentado en el sofá, el castaño seguía sin entender su comportamiento, además de parecer un alienígena con el ojo a punto de explotarle y con un color entre verde y morado mortal, pero poco importo cuando JunSu después de ir a la cocina y traer consigo una frazada con hielos se sentó a su lado y sin avisarle atrajo a su regazo su cabeza  y deposito gentilmente el remedio clásico para esos momentos, en su ojo.

ChangMin entendió menos y todo se quedó en blanco  mientras miraba con el ojo bueno la cara de JunSu a unos centímetros de él, preguntando si dolía y haciendo muecas como si el dolor lo padeciera él. ChangMin no entendió nada, no dijo nada, solo dejo que JunSu le curase el malestar que debía estarse manifestando y que sin embargo era casi imperceptible a sus sentidos. No había dolor, no había pensamientos, no había frio siquiera, solo la cara de JunSu muy cerca, el calor de sus manos en sus cabellos, sus ojos moviéndose sobre su cara y su boca pronunciando un gracias con una cálida sonrisa, tan consoladora. Esa… que lo dejaba tan idiota. Tan jodidamente consoladora y encantadora para ChangMin que le hacían querer vomitar lucecitas. Y a ChangMin dejo de importarle su comportamiento de ese día.

Por supuesto ChangMin se quedó a dormir en la casa de JunSu, con JunSu y bajo los cuidados de éste, como pago -mínimo pago- por su gran obra. Obviando y acordando entre ambos el hecho de que si ChangMin llegaba  así a casa, su madre pondría el grito en el cielo.

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La primera vez que Changmin vio a JunSu platicar con YooChun, sintió una extraña sensación en el estómago, una… ¡puta sensación parecida a la indigestión! y sin querer mando al carajo a JunSu.

JunSu había sido “el nuevo” hacia unos meses atrás. ChangMin era su único amigo en la escuela, pero poco había durado, aseguraba ChangMin para su suerte, pues JunSu ya no le molestaba para todo, ya no le seguía o preguntaba por todas las cosas que no entendía. No. Ahora JunSu iba y venía solo, tenía tantos amigos y chicos con los que convivía, y tan pronto como eso comenzó a suceder, ChangMin comenzó a extrañar lo molesto e hiperactivo que podía a llegar ser JunSu.

Sin embargo, ChangMin aún conservaba el privilegio de andar con JunSu a casa. -corrección.- “El privilegio es de JunSu”- pensaba ChangMin, cuando mientras le esperaba a las puertas de la escuela, miraba su reloj y luego como JunSu se despedía de sus compañeros de clase muy animadamente, y se dirigía a él para así ambos marcharse.

Aquella vez, ChangMin esperaba “paciente” a JunSu. JunSu estaba retrasado y eso estaba poniendo a ChangMin un tanto irritado. Estuvo a punto de darse la media vuelta, además JunSu ya conocía el camino de regreso a casa, pero pronto sus ojos captaron algo que le impidió hacerlo…

JunSu estaba debajo del árbol más cercano a la puerta de la escuela. Ese donde -sabia- la mayoría de las chicas declaraban su amor al chico que les gustaba, claro que eso JunSu no lo sabía-. O ¿si? No podía ser, pues JunSu estaba bajo ese árbol justamente con Park YooChun, y YooChun era un chico, al igual que JunSu. Cero lógica del asunto. Sumando el hecho de que YooChun era un chico… de esos que juegan con las chicas.

El ceño de ChangMin tuvo, sin darse cuenta, las arrugas más grandes que habían podido nacer en su joven piel a esa edad y cuando JunSu se aproximó a él para decirle algo y en los labios colgándole una increíble sonrisa, ChangMin se encontró caminando directo a casa solo. JunSu le llamo y en tanto dio unas zancadas para alcanzarle, ChangMin simplemente le grito:

-¡No tengo tu tiempo. Me voy a casa!

ChangMin se fue y JunSu se quedó mirando su espalda sin entender absolutamente nada.

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La primera vez que ChangMin bebió, dio también su primer beso; JunSu estaba borracho, YooChun simplemente dormía haciendo confesiones en sueños y JaeJoong hablaba torpemente de “U-Know”.

YooChun era amigo de JunSu. El pelinegro se había convertido en un gran y casi inseparable amigo de JunSu. Ahora ChangMin además de lidiar con el infantil de JunSu, tenía que lidiar también, con el idiota de YooChun. Aunque… ¿y para qué negarlo?, le agradaba. YooChun también le agradaba. Le agradaba estar y convivir con ambos. YooChun era de esas personas con las que era tan fácil “estar” y pasarlo bien -eso solía decírselo JunSu en un principio- y él lo confirmo cuando a petición -y muchos ruegos de JunSu- se dio la oportunidad de tratar a Park YooChun y no solo a él sino al amigo de éste, a Kim JaeJoong.

JaeJoong era mayor que él y que JunSu, incluso que YooChun.

Aquella ocasión -ya que JaeJoong poseía un poder de persuasión casi sobrenatural y peligrosa, pensaba ChangMin- habían quedado en la casa del mayor. Allí pasarían la tarde y el resto de la noche. Y perfecta fue la oportunidad para que JaeJoong sacara un par de paquetes de cerveza y todos -muy sorprendidos, incluso ChangMin- y bastante animados a probar algo nuevo y creerse más hombres y adultos, tomaran una y otra, y muchas más, hasta quedar poco a poco con los ojos aguados y las palabras pastosas en la boca, totalmente borrachos.

ChangMin estaba mareado, pero no tanto como lo estaba JunSu. YooChun dormía plácidamente sobre la alfombra del gran cuarto de JaeJoong, de pronto ChangMin se preguntó si YooChun aun respiraba, pues no se movía, JunSu a lado  simplemente mantenía los ojos cerrados mientras con los dedos marcaba la pista de una canción en el reproductor de JaeJoong. Pronto JunSu aviso que iría al baño, como pidiendo permiso, y como si a los otros les importara nada, y rápidamente se levantó torpemente haciendo un baile gracioso y dirigiéndose al baño del dormitorio. YooChun despertó por unos segundos y movió sus manos al lugar vacío de JunSu en el suelo.

-JunnnSu…~ Eres…tan bonito-to. Tan bonito como Leo. No. Mas….sss bonito que Leo. Más bonito que todos los gatos d-del mundo…

Entonces ChangMin supo que aún seguía vivo ese tonto pelinegro. JaeJoong que estaba sentado, dejo caer su espalda al suelo mientras murmuraba el nombre del matón de la escuela. ChangMin torció la boca al recordar a JunSu indefenso y a YunHo a punto de aplastarlo. Entonces ChangMin decidió que era suficiente, necesitaba aire, agua o algo. Se levantó de la alfombra que todos, menos JunSu en ese momento, compartían. JunSu regresaba a trompicones del baño y quizá más ebrio que antes. ChangMin chocó con JunSu. JunSu se sostuvo de ChangMin. ChangMin sostuvo a JunSu para que no callera. JunSu miro un momento a ChangMin y sonrió. ChangMin no respiro. Y JunSu lo beso.

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La primera vez que ChangMin lloro por ‘amor’, JunSu no lo supo.

JunSu estaba enojado, muy enojado, pero aún más triste. JunSu estaba sumamente triste, tanto que su madre preocupada por JunSu,  había hablado con ChangMin.  JunSu había albergado una minúscula esperanza de que esa platica de ChangMin y su madre le revelase algo, una razón, cualquier indicio del porque ChangMin ya no le hablaba, ya no le miraba, ya no le esperaba para ir y venir de la escuela con la excusa de que tenía cosas que hacer. Incluso había dejado de asistir a las tutorías. Pero toda esperanza se diluyo con las palabras que repetidas por su madre, había dicho ChangMing. “No lo sé señora” Tan frías, tan frías. Tan heladas las había sentido y con lágrimas en los ojos y los puños apretados, decidió que era suficiente. Él no había hecho nada malo, el culpable era ChangMin, de cualquier cosa que estuviese pasando. Simplemente un día ChangMin ya no le habló, ya no le miró, simplemente se largó y le dejó.

Eran ya varios días, semanas que ChangMin le ignoraba. No podía soportarlo un segundo más. No podía.

Aquella noche ChangMin estaba solo en casa. Su abuela materna estaba enferma, por supuesto su madre se había marchado al cuidado de ésta y su padre al igual que su madre había decidió pasar dos días con ella. Para sorpresa de ChangMin, su madre había accedido a que se quedara solo en casa. Claro que su mamá le había mencionado la opción de pasar esos dos días en la casa de JunSu, pero ChangMin se había negado rotundamente a “molestar” a la familia Kim en lo absoluto.

ChangMin no podía dormir. Estaba dando vueltas en su cama,  era las 11:48 pm y él simplemente no podía conciliar el sueño. Real era que no lo había hecho en las últimas semanas. No desde la  noche que habían pasado en casa de JaeJoong.

Dio una última vuelta sobre su cama y frustrado tiro las mantas fuera de su cuerpo y de su cama. Llevo sus manos a su rostro y dejo que el aire saliera de sus pulmones, casi como si éste le estuviera ahogando, aplastando. Un ruido extraño, proveniente de su ventana le hizo abrir los ojos. Algo, mejor dicho, fuera de su ventana. Sus pies hicieron contacto con el frio piso y muy sigiloso se acercó a la ventana esperando averiguar de qué se trataba… Una mano se estampo contra el cristal de su ventana, asuntándolo y haciéndolo caer al suelo sobre su trasero, su corazón estuvo a punto de salírsele por la boca cuando el rostro de JunSu apareció detrás del ventanal y como éste con la respiración agitada y el rostro rojo por el esfuerzo de sostenerse, le miraba. JunSu no era muy fuerte… JunSu iba a caerse.

Todo paso tan rápido que ChangMin no pensó, simplemente su cuerpo se movió.

Cuando JunSu abrió los ojos podía sentir algo suave debajo suyo y luego el rostro de ChangMin a unos centímetros suyos. Tenía los ojos cerrados tan fuerte y los labios apretados, respiraba con fuerza y le abrazaba también con la misma fuerza. JunSu entonces se dio cuenta que ChangMin le sostenía entre sus brazos, ambos estaban en el suelo del cuarto de ChangMin y tan pronto como se dio cuenta de ello, sus mejillas se llenaron de rojo por la sangre caliente en su cuerpo, por la respiración caliente de ChangMin que daba de lleno en su rostro.

JunSu entonces golpeo a ChangMin en el rostro muy fuerte. ChangMin le miro atónito y JunSu volvió a repetir la acción pero esta vez ChangMin le detuvo. Los ojos de JunSu comenzaron a aguarse y sin resistirse más le grito.

-¡Eres un idiota ChangMin! ¡Eres el idiota más grande del mundo! ¡El peor amigo del mundo! El peor… Me has dejado botado… Eres un mal amigo…

El agarre de ChangMin se aflojo sobre el cuerpo de JunSu y JunSu no pudo evitar sentirse aún más rechazado. ChangMin removió su cuerpo aun con JunSu sobre el  suyo y se levantó dándole la espalda. JunSu desde el suelo le miro con los ojos más y cada vez más aguados.

-ChangMin… - El tono de JunSu se aflojo tanto, que se convirtió en un susurro. -¿que…que fue lo que hice? ¿Por qué ya no me…?

Y las palabras de JunSu se quedaron flotando en la oscura habitación de ChangMin, cuando el cuerpo éste comenzó a temblar y producir leves espasmos. JunSu se levantó del suelo y se acercó rápidamente a ChangMin y en cuando estuvo a su alcance, sintió su corazón hacerse chiquito.

ChangMin estaba llorando.

JunSu simplemente le abrazo y enterró su rostro en el cuello de ChangMin. JunSu le abrazo y se consoló por el tiempo perdido que le regalo ChangMin en los últimos días. ChangMin simplemente dejo que JunSu le abrazara. JunSu enterró más el rostro el hueco entre el cuello y hombro de ChangMin, sin saber porque éste lloraba. A oscuras, en la habitación, simplemente lloraron.

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La primera vez que ChangMin regalo algo a alguien, no supo cómo hacerlo, ChangMin simplemente dijo lo que sentía.

JaeJoong andaba más raro que nunca. YooChun estaba bastante nervioso y ansioso, pero ni lo que JaeJoong y YooChun sentían, se comparaba un poco con lo que ChangMin estaba sintiendo.

ChangMin había desaparecido un día antes toda la tarde y JunSu se había ido a casa solo. Ese día tenía cierto aire extraño. Bastante extraño para JunSu. Había pasado apenas por uno de los pasillos de la escuela y había visto a JaeJoong hablando con YunHo. Algo bastante extraño. JaeJoong sonreía tímido y YunHo no le miraba peligrosamente como a todos los demás. No. Nada de eso… Ambos conversaban.

Luego de girar en la esquina para dirigirse a su salón y dar una última vista a los dos chicos, pudo ver como YunHo sonreía y JaeJoong se tapaba la boca con una mano y las mejillas se le pintaban de rojo. Era simplemente tan extraño. Luego su mirada se clavó al frente y pudo divisar a YooChun repasando algo con los ojos cerrados y bastante ansioso. JunSu se acercó sigiloso y cumpliendo su cometido, asusto a YooChun. El pelinegro después de dar un bote simplemente le miro con una mano en su pecho y la otra sosteniendo una hoja de papel, JunSu sonreía. Miro por unos instantes a JunSu y respiro hondo, tan hondo que JunSu escucho como el aire salía del cuerpo de YooChun.

-JunSu…yo…- YooChun comenzó e intento hablar, pero la voz de alguien más se hizo escuchar.

-¡JunSu!

JunSu pudo ver a ChangMin al final opuesto del pasillo. ChangMin le miraba a él y a YooChun. En sus manos llevaba una pequeña caja con hoyos. ChangMin solo movió la mano y sonrió. JunSu enseguida camino en dirección a ChangMin disculpándose y despidiéndose de YooChun.

YooChun pronto se quedó solo en el pasillo viendo como ChangMin y JunSu salían fuera, directo a la azotea. YooChun aplasto la hoja que tenía en sus manos arrojándola tristemente a un bote de basura cercano.

-Yo...bueno. Esto… Yo quería.s. Es… es para ti.

ChangMin extendió la caja llena de hoyos a las manos de JunSu, con la vergüenza vistiéndole el cuerpo, las palabras y adornando sus movimientos torpes. Cuando JunSu abrió los ojos y la boca, tan grandes como jamás los había visto, ChangMin sintió como los hotcakes que había comido esa mañana se convertían en minúsculos trozos de confeti revolviéndose y revolcándose maravillosamente en su estómago.

Una bola de pelos minúscula se asomó por la caja y JunSu la tomo en sus manos y la acurruco en su pecho mirándola con la ternura viva y absoluta del mundo. ChangMin por una milésima de segundo sintió algo de envidia por ese gato.

- Leo ya no estará solo, ahora tiene un amigo.

-Así como tú y yo. Pero…

-Pero…

ChangMin  vio como JunSu se acercaba él. La sonrisa de JunSu era lo más bonito y maravilloso que ChangMin entendía. Cuando JunSu sonreía simplemente todo él brillaba, como una luz neón que distorsiona cualquier cosa alrededor. Poderosa, brillante, alucinante. Cuando JunSu le miraba, sentía sus ojos cálidos contactar con los suyos,  y él completamente desnudo frente a ellos, con el corazón caliente. Cuando JunSu le tocaba… ChangMin simplemente se iba al carajo en algún lugar del cosmos. Cuando JunSu le besaba los labios a escondidas, ChangMin simplemente sentía fuegos artificiales colisionar en su estómago y en su cerebro. Ráfagas poderosas de luces brillantes en todo su cuerpo, detrás de sus parpados, debajo de sus pies, entre los dedos, en las raíces de los cabellos. Cuando JunSu le besaba como en esos momentos, un casto beso, un roce diminuto de labios, ChangMin se sentía el idiota más poderoso del mundo. ChangMin simplemente suspiraba y sonreía como el idiota más grande y poderoso del mundo cuando JunSu le sonreía así y sus ojos en forma de gota se hacían pequeñitos y sus mejillas se ponían rojas y calientes.

-Tú no eres mi amigo ChangMin…

-Ni tú el mío JunSu.- ChangMin simplemente se sentía el ser más feliz del mundo. El más jodidamente feliz del universo. -JunSu te quiero.

Y JunSu le respondía con una sonrisa, con la sonrisa más brillante que era capaz de dejar ciego a ChangMin.

“Brillas JunSu”

FIN.

minsu, onshot

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