"You're about to learn who you gonna call"
Ustedes no están para saberlo ni yo para contarlo, pero siento un pánico muy real hacia los zombies. De verdad. No sé si lo he dicho alguna vez pero hay veces que voy caminando por la calle y me detengo de golpe porque pienso que de repente me va a salir uno de entre los árboles, las casas, los automóviles. También, cuando voy al panteón a visitar la tumba de mi hermano debo repetirme de manera constante que ese no será el día en que los muertos decidan regresar porque seré la primera en caer.
En fin, sé que es un miedo absurdo. ¿VERDADQUESÍVERDADQUESÍ? Porque, digamos, los zombies no existen, ¿VERDADQUENOVERDADQUENO? y como dice esa página de Craked.com, serán alimento de animales callejeros o se descompondrán por el calor extremo de mi ciudad mucho antes de que puedan llegar a la puerta de mi casa, ¿VERDADQUESÍVERDADQUESÍ? Pero aww, les temo tanto. Aunque ver Zombieland y The Walking Dead me han ayudado un poco a superar mis traumas con ellos porque así debo hacerlo, leyendo todo el material posible acerca de las cosas que me asustan y enfrentándolas (un tanto como la vez que me atacó una parvada de cucarachas tamaulipecas).
El punto de todo esto es que otra cosa buena que he sacado de Zombieland es que debo empezar a correr ASAP. No vaya a ser que el apocalipsis zombie esté a la vuelta de la esquina, yo ande en el panteón y adiós Nicanor. Aunque, si lo piensan con detenimiento, a lo mejor lo ideal sería ser de las primeras en caer y perseguir de manera divertida a las personas para comerse sus cerebros. Pido darle una mordidita a Fassbender y a Hiddleston.
Por otro lado, podría empezar a leer la Guía para sobrevivir el apocalipsis zombie de Max Brooks y tener un montón de referencias de cómo pasar el rato hasta que se congelen los muertos vivientes. Por lo pronto, mi única referencia de guía con consejos reales es Zombieland y si Jesse Eisenberg dice que me ponga a correr como alma que lleva el diablo, pues, eso haré. Empezando hoy.
En fin, sé que es un miedo absurdo. ¿VERDADQUESÍVERDADQUESÍ? Porque, digamos, los zombies no existen, ¿VERDADQUENOVERDADQUENO? y como dice esa página de Craked.com, serán alimento de animales callejeros o se descompondrán por el calor extremo de mi ciudad mucho antes de que puedan llegar a la puerta de mi casa, ¿VERDADQUESÍVERDADQUESÍ? Pero aww, les temo tanto. Aunque ver Zombieland y The Walking Dead me han ayudado un poco a superar mis traumas con ellos porque así debo hacerlo, leyendo todo el material posible acerca de las cosas que me asustan y enfrentándolas (un tanto como la vez que me atacó una parvada de cucarachas tamaulipecas).
El punto de todo esto es que otra cosa buena que he sacado de Zombieland es que debo empezar a correr ASAP. No vaya a ser que el apocalipsis zombie esté a la vuelta de la esquina, yo ande en el panteón y adiós Nicanor. Aunque, si lo piensan con detenimiento, a lo mejor lo ideal sería ser de las primeras en caer y perseguir de manera divertida a las personas para comerse sus cerebros. Pido darle una mordidita a Fassbender y a Hiddleston.
Por otro lado, podría empezar a leer la Guía para sobrevivir el apocalipsis zombie de Max Brooks y tener un montón de referencias de cómo pasar el rato hasta que se congelen los muertos vivientes. Por lo pronto, mi única referencia de guía con consejos reales es Zombieland y si Jesse Eisenberg dice que me ponga a correr como alma que lleva el diablo, pues, eso haré. Empezando hoy.