Autor:
mizuhi_chanFandom: Pirates of the Caribbean
Claim: William James III Turner & Rebecca Sparrow
Tabla:
Festiva (Lado A)
Tema: #08.- Nadie
Título: "Sweet Home"
Resumen: "Aun cuando nunca antes se había divertido tanto, se sentía sola..."
Advertencia: Ninguna.
Disclaimer: Derechos Reservados a Disney.
Nota: Esta historia es alterna a "
Discreción" de
vejibra.
A cada momento que pasaba, Beckie se confundía más y más. Su infantil mente no le permitía comprender la situación a su alrededor; la pequeña niña no lograba entender lo que había sucedido noches antes, cuando, sin previo aviso, pasó de su cómoda camita a los brazos de su padre. Y no es que sus brazos no fueran cómodos, porque de hecho, era uno de los lugares donde más le agradaba estar., pues su cálido pecho y sus brazos en torno de su cuerpecito, la hacían sentir completamente protegida; era casi tan bueno como estar en casa… pero no era lo mismo, porque conforme pasaban los días, la niña caía en cuenta de que casa estaba mucho mas lejos que el día anterior, y por ende, de mamá y James, cosa que la aterraba, pues nunca se había visto tan lejos de ellos.
Sea como sea, Becca admitía que nunca en sus largos cuatro años de vida (casi cinco, como ella solía decir a quien preguntará por su edad) se había divertido tanto, pues verse rodeada de todos los días por el hermoso mar y sentir el movimiento del barco bajo sus pies, era algo que no podía comparar.
Todos los días se llenaban de grandes aventuras, ya que en un barco tan grande como el “Pera Nedra” no podía conocerse en una sola tarde, por lo que la niña buscaba nuevos escondites para no ser atrapada por el señor del parche y el gordito chistoso.
-“hasta en eso se parece a la muñeca”- escuchó en alguna ocasión cuando uno de sus cuidadores la encontró dentro de una alacena -“no sabe esconderse”- lo cual era parcialmente cierto, pero sabía escapar muy bien.
-“digna hija de su padre”- exclamó casualmente el tío Gibbs, pasando por el escondite de la pequeña sin saber que lo escuchaba.
Definitivamente Rebecca Sparrow era feliz todos los días, correteando por la cubierta con unos cuantos piratas cuidándola de carca, aterrorizados ante la idea de ver a su capitán enojado por alguna herida en su “pequeña perla”. Aunque, lo que mas adoraba ella, era pasar las tardes junto al timón, mirando como la vista de sus padre se perdía en el horizonte y de vez en cuando le regalaba una de sus sonrisas… y eran aquellos momentos, que Beckie no podía comparar ni con su hogar.
Pero los días no solo se conformaban de los alegres juegos matinales, o agradables tardes junto a su padre; también estaba la noche… la oscura y fría noche… Era en estos momentos donde la niña sentía sobre ella una sensación que nunca había percibido estando en casa. Un sentimiento que apretaba contra su pecho cuando miraba a su lado y no encontraba a Jamie a su lado… pues en realidad no encontraba a nadie.
Ella, acostumbrada al reconfortante abrazo de su hermano durante sus noches de insomnio, normalmente a causa de extrañas pesadillas donde un hombre con barba de tentáculos la perseguía; se encontraba ahora desprotegida y vulnerable… sola. Sentimiento que ningún niño, o adulto, debería sentir.
Una noche, harta de esa molestia, bajó de la cama; y sin importar el escalofrío que la recorrió cuando sus piececitos descalzos tocaron la
oscura madera, caminó hasta la cabina de su padre. Sin tocar la puerta, entro al recinto, encontrando al capitán mirando ausentemente al techo. Sus miradas se encontraron por un instante, lo cual fue suficiente para comprender el porque estaba ahí.
Beckie siguió su camino en silencio, llegando hasta la cama de él, y con un poco de su ayuda, subió hasta ella, acomodándose a su lado, recostando su cabecita llena de rizos oscuros en el pecho del hombre, en busca de un poco de calor, de compañía.
Becca no quiere mirar a un lado y encontrar que no hay nadie ahí… ella extraña a su hermano, aun si en el día no lo demuestra, pero lo extraña y mucho…
Y sin importar que ella sea pequeña, al mirar los ojos de su padre, Jack Sparrow, sabe que él también extraña a alguien…