capítulo 9

Sep 28, 2011 13:21

Entrevista con los recuerdos: Capítulo 9

Decisiones y confesiones, una bienvenida a los sentimientos

Azumi aún no podía creer lo que había sucedido, hace unos días había recibido aquella carta que anunciaba el desalojo del lugar en donde ella habitaba, todo a causa de su manera de ser tan despistada, lo que la hacía lucir como una persona muy irresponsable, y claro, tampoco se imaginaba que no estuvo allí su amiga Airi, para recordarle de aquellos deberes que ella debía cumplir, como lo de pagar la renta. El joven Sho, quien se había vuelto su compañero incondicional, la ayudaba a guardar sus pertenencias, las cuales eran inmensamente muchas, obviamente, como fotógrafa, guardaba un sinfín de cámaras, rollos, líquidos, y por supuesto, fotografías.
Sho: Veo que tienes una gran colección de imágenes…
Azu: Sí, tengo muchas, algunas también son de mi infancia, ¿te conté que obtuve mí primera cámara a los siete?
Sho: ¿En serio? ¿Tan pequeña?
Azu: Pues sí, era una Polaroid 1000, esas que sacan fotos instantáneas, y la verdad eran fotografías muy malas jijiji, pero recuerdo que desde allí empecé a amarlas…
Sho: Se nota -mirando así la colección infinita de cámaras de aquella, ya a esas alturas, profesional fotógrafa, poseía como una droga enferma de la cual no podía dejar de ser adicta- Mmmmh, Azu-chan, ¿dónde pongo esto? -tomando un álbum bastante pesado, con una inscripción que decía “recuerdos de secundaria”-
Azu: -Ella muy nerviosa al ver que él sostenía ese álbum que guardaba de manera recelosa, las aventuras de aquella chica- Ponlo, en aquella caja -apuntando hacia una caja que tenía dentro varios álbumes, al parecer, ya olvidados-
Sho: -Al dirigirse hacia la caja una fotografía cae del álbum, él intrigado la recoge, para saber qué se escondía detrás de aquella muchacha, joven y adolescente, muy diferente a aquella “adulta” e independiente mujer, que ya conocía- ¿Esto es verdad? -mostrándole la fotografía a ella-
Azu: -despistada al no percatarse aún de la revelación- ¿Verdad qué?... ¡Oh! -Mira horrorizada a Sho- ¡Guarda eso!
Sho: ¿Pero por qué? Si te ves tan tierna con ese trajecillo tan animé… nunca pensé que tenías ese pasado Otaku, Azu-chan
Azu: No, no es lo que parece, sólo son unas de las tantas ocurrencias de Izumi… Oh, por dios, pensé que eso ya no existía…
Sho: Sí, claro, ocurrencias de Izumi, no me negarás que estabas feliz en esa foto… reconócelo, eres Otaku -sonrie pícaramente-
Azu: Otaku, no, eso déjaselo a Nana-chan, pero sí, estuvimos en un club de Cosplay, la verdad tengo buenos recuerdos de aquella época, aunque me parezca bochornoso que tu precisamente los hayas encontrado, son recuerdos buenos y malos… -mira hacia el piso-
Sho: -Embobado mirando la fotografía- Bueno, ésta fotografía, me la voy a quedar, porque tengo que mostrársela a los chicos -sonrie de forma maliciosa-
Azu: -Intenta arrebatársela- ¡No!, no puedes, eso no te corresponde…
Sho: Pero Azu-chan, es sólo una fotografía…
Azu: Es que no lo entiendes, yo con gusto te la daría, pero esa foto no me pertenece sólo a mí, esa foto guarda historias que no te imaginas…
Sho: ¿Pero qué puede ser tan grave? Si se ven todas muy felices, yo quiero esa foto -Siendo tajante en aquella decisión-
Azu: -Ella se la quita de las manos de una manera un tanto agresiva- ¡No, Sho, si digo no es no! -Diciendo esto ya muy molesta con aquella actitud-
Sho: ¿Entonces por qué no me cuentas? ¿Por qué te pones así? Sólo es una foto…
Azu: ¡No lo entenderías!
Sho: Pero confía en mí…
Azu: -Un tanto resignada, voltea hacia la ventana y prende un cigarrillo- Está bien, te lo contaré, pero prométeme que esto sólo quedará entre nosotros dos, nadie y digo nadie lo debe saber…
Sho: Como si fuésemos los mejores amigos…
Azu: -Mira hacia la ventana como intentando recordar- Todo comenzó en la época de secundaria, Izumi y yo, nos conocíamos desde pequeñas, éramos amigas inseparables, y también, compañeras de vida, yo había perdido a mis padres, junto a esto tuve que vivir con la responsabilidad de hacerme cargo de mi hermano pequeño, un niño muy especial, pero que lleva consigo una enfermedad, Asperger. He dedicado mi vida a cuidarlo, ¿curioso no?, creo que eso ha sido lo único en lo que he podido dedicarme con mucha devoción, pero las cosas nunca fueron tan fáciles ¿sabes?, era pequeña y dentro de todo me sentía muy sola, allí estaba Izumi, para animarme cada día. Paralelamente conocimos a Miu-chan, ella era más pequeña que nosotras, una chica hermosa, inteligente, claro que siempre fue tímida, pero no siempre fue aquella niña sin palabras que ahora conoces, claro, el destino le jugó chueco. Ella tenía muchos pretendientes en aquel entonces, lo que no sabíamos es que uno de ellos formaría un destino repugnante… Aquella vez él le pidió una cita, después de clases, quería conversar con ella en la azotea de la escuela, eso lo sabíamos porque ella nos lo había dicho antes de asistir a aquel lugar, el tiempo pasó, y nosotras pensamos que algo extraño pasaba, Izumi decidió subir, tenía un mal presentimiento, cuando llegó, la escena era la peor, ese maldito, sólo la había citado para abusar de ella, por suerte Izumi había llegado a tiempo… pero la secuela ya era inevitable… Poco tiempo después conocimos a Nana-chan, chica fuerte, pero cargaba consigo un trágico incidente, el asesinato de sus padres, fue algo que la marcó para siempre, un eterno cuestionamiento al haber sido la única sobreviviente… pobre chica, aún estaba desconsolada, creo que ahora ha podido aceptarlo… Dan-chan, el chico abusado por sus compañeros de clases, sólo por ser diferente, no era justo, al principio sólo eran burlas, pero después ya eran agresiones físicas, era sólo un niño, lloraba todos los días desconsolado, por un mundo que no podía comprenderlo, un mundo que seguía haciendo juicios de algo que él no eligió ser… y por último a Ai-chan, quién en un principio nos caía mal, jeje, siempre alardeando sobre su novio perfecto, un hombre mayor con el cual se iba a casar, pero nadie se imaginaba, ni ella misma, que aquel hombre sólo era perfecto siendo el flamante esposo de una escritora, con la cual ya tenía 3 hijos, uno de ellos tenía la edad de Ai… así la encontramos, llorando, bajo la sombra de un árbol que se mantenía oculto entre el jardín de la escuela, así mismo ella no paraba de decir que nunca más confiaría en un hombre, creo que así fue… como ves, éramos cinco chicos que cargábamos en sí, una larga historia de sufrimiento y desfortunio, y claro, una chica que estaba dispuesta a ayudarnos y a protegernos, sin importar como fuese, ella buscó un objetivo en común al cual dedicarnos, por eso formó el club, creo que eso nos ayudó a todos, sin importar las secuelas, olvidamos durante largos años aquello que nos pesaba, es por eso que es un recuerdo grato, pero a la vez muy triste, ¿ahora lo entiendes?, ya sabes la razón de por qué esa foto no puede ser tuya, esa foto nos pertenece a todos…
Sho: -Corre hacia ella para abrazarla- Ahora lo entiendo, perdóname, nunca pensé que eso pasaba… -Le toma la cara y la mira fijamente- Quiero que sepas que ahora no sólo tienes a tus amigas, también me tienes a mí, sé que quizás para ti pueda ser difícil aceptarme en tu vida, pero quiero que sepas que no te dejaré
Azu: Es cierto, me es difícil, es que siempre me había sucedido lo mismo, querían estar conmigo, pero no podían aceptar mi realidad, también cargo con la vida de mi hermano y no es algo que me moleste, al contrario, lo amo y cada vez que lo veo me hace feliz, y aunque para él sea casi imposible decir cosas como “te quiero”, sé que lo siente…
Sho: Pero…
Azu: Pero ésta vez ha sido diferente, tú eres diferente, y estoy dispuesta a aceptarte, sé que puedo confiar en ti…
Sho: -Sho emocionado por aquello, la besa, siendo esto un momento de amor que duraría todo el día- Por cierto, te lo pregunto por última vez ¿de verdad no quieres venirte conmigo? Serían sólo unos días hasta que encuentres un lugar donde vivir
Azu: No, Sho-chan, ya lo había decidido, además ya lo hablé con Izumi-chan, y mis cosas irán para allá
Azumi, no podía parar de recordar el tiempo pasado, es por esto mismo que ya instalada en el departamento de Izumi, había decidido hacer una reunión en el lugar en donde hacían sus cosplay, una galería que se encontraba no muy lejos del Instituto en donde ellas asistieron en su juventud, aun manteniéndose arrendado sólo por conservar allí aquellos recuerdos de manera emocional.
-Ya en el lugar-
Ai: Y bueno ¿Qué hacemos aquí Azumi-chan? ¿Qué es lo que te produjo tanta nostalgia?
Azu: Es que vi algunas fotos de aquel entonces, y quería que ustedes recordaran junto conmigo esto
Izu: Vaya es impresionante la cantidad de trajes que tenemos acá
Dan: Y la cantidad de polvo que tenemos acumulado
Nana: ¡No recordaba que teníamos ésta cantidad de juegos! -Sacando así una carpeta un poco sucia por el tiempo-
Miu: ¡Mira Nana-chan, tú traje de Fausto! -sacando de un perchero un perfecto traje a semejanza de aquel personaje-
Azu: Y el traje Maid de Ai-chan
Ai: No me lo recuerdes, no me lo recuerdes
Nana: -Mirando la carpeta- ¡Chicas!... y chico… ¿Y si jugamos a esto?
Izu: ¿Y qué es?
Nana: Es aquel juego de verdad o reto que hicimos hace tiempo ¿lo recuerdan?
Azu: ¡Síiii! Y recuerdo que Ai-chan, siempre terminaba enojándose
Ai: Es que ustedes eran muy malas jugadoras
Dan: Tú eras una muy mala perdedora
-comienzan a jugar-
Nana: Bueno, esto es para Izumi ¿Llegas de madrugada y chocas sin querer el auto de tu vecino, nadie se dio cuenta ¿haces como que nada pasó?
Izu: Noooo, por supuesto que no, recuerden que yo soy una excelente chofer, y sería sumamente honesta con aquel vecino, si le llegase a chocar el auto
Tod@s: ¡MENNNTIRAAAA!
Dan: Aún recuerdo cuando chocaste mi bicicleta y nunca fuiste capaz de reconocerlo
Azu: Es verdad, reconoce que no eres buena manejando
Ai: Yo digo que merece un reto
Nana: Lo siento Izumi-chan, pero las reglas son las reglas
Izu: Pero si no soy tan mala manejando ¿O sí?
Miu: Nee-san, pero eres buena en otras cosas
Ai: Cocinando claramente no
Izu: Ay, bueno ya, ¿cuál sería mi reto?
Nana: Tu reto es… redobles de tambores por favor… ponte el traje de Maid y da la vuelta a la manzana
Izu: ¡¿Qué?! Nooo, son tan injustas, no quiero, no quiero
Dan: ¡Ve y póntelo!
Izu: Está bien
-Después de varias preguntas tontas y retos vergonzosos, llegó el turno de preguntar a Dan, inventando una pregunta muy peligrosa-
Dan: Ya, tengo curiosidad por saber algo, así que voy a probar con una nueva pregunta
Ai: Pero eso no es justo
Nana: Pero las reglas dicen que uno puede inventar preguntas nuevas
Miu: Sí, pero las preguntas de Dan-chan, me dan miedo, siempre se le ocurren cosas muy extrañas
Dan: Bueno, bueno, aquí va… A ver niñas, mi pregunta es la siguiente, si tuviesen que elegir algún chico de los que ya conocen, es decir, los chicos de Arashi, ¿con cuál se involucrarían sentimentalmente? Ojo, que no se vale decir con los que ya están saliendo
Izu: Dan-chan, esa es una pregunta peligrosa
Ai: Bueno, pero es sólo una suposición
Dan: Piénsenlo detenidamente
Ai: Bueno, con el permiso de Miu-chan, voy a elegir a Matsumoto-san
Nana: Bueno, si ella respondió, yo diría Ninomiya-san
Azu: Ehh ¿Ohno-san?
Miu: Etoo, Aiba-san, lo siento nee-san
Izu: No quiero responder
Dan: No se vale eso, sino vas a tener que hacer un terrible castigo
Izu: Por miedo a las consecuencias -algo resignada- eligiré a Sho-chan
Dan: Ay yo también elijo a Sho-san, ese chico está demasiado guapo
Azu: Lo sé -poniendo un rostro de orgullo-
Ai: A todo esto Miu-chan ¿Tú estás saliendo con Matsumoto-san?
Miu: Ehhh, osea, salir, claro que salimos, pero sólo como amigos
Ai: Amigos se llaman ahora
Azu: Y tú, “Nunca me meteré con ese enano maldito, nunca, nunca, ña ña ña” já, patrañas
Ai: Sólo somos amigos con beneficios
Izu: Cuidado Ai-chan, que estás jugando con fuego
Ai: Eso ya lo veremos… ¿Y qué tal tú?
Izu: ¿Yo qué?
Ai: A-I-B-A-san, ese chico se le nota que está enamorado de ti y hasta donde yo sé tú sigues el mismo camino
Izu: A ver, el chico me gusta, pero no creo estar enamorada de él, no aún
Dan: ¿Y Hiroki-chan? Porque yo sé que él te ha seguido buscando, y sé, también, que has salido con él
Izu: Es verdad, es un chico muy atento conmigo, pero la mayoría de las salidas han sido por motivo de negocios
Dan: ¿Pero él te gusta?
Izu: Me gusta, pero sólo como amigo
Azu: Deberías decidirte algún día, Izumi-chan
Miu: Nee-san, deberías darle la oportunidad, a Aiba-san, para que estén juntos y vivan una linda historia de amor
Izu: Entiendo que quieran mí bien, pero siento que me están presionando demasiado
Ai: ¿Presión? Sólo estamos pidiendo que te asumas, a mí parecer, siento que tú estás loca por ese chico
Nana: Izumi-chan, ¿acaso no te das cuenta que con esas indecisión estás haciendo sufrir al chico?, yo sé de buena fuente que él es muy atento contigo y que tú más de alguna vez lo has dejado plantado
Azu: Sabe, Izu-chan, yo también tenía el mismo miedo con Sho-chan, y sentía que las cosas iban muy rápido, quizás aún no siento que lo ame, pero cada vez siento que estoy más próxima a eso, sólo por el hecho de decidirme a estar con él
Miu: Nee-san, perdona por lo que te diré, pero no vaya a ser que el después se aburra de tanto esperar y decida irse con otra, sé que eso al final terminaría haciéndote mucho daño, pero eso también sería tú culpa, por no tomar una decisión
Dan: Y todos sabemos que lo que quieres es estar con él. Y dime ¿han tenido sexo?
Izu: -Se levanta y lo golpea en la cabeza- Esas preguntas no se hacen Dan-chan, pero sé que seguirás insistiendo, así que no
Nana: Ya, ya,ya, la conversación se está yendo para otro lado, ¿les parece si vamos a almorzar?
Azu: Ay sí, ya tenía hambre

La chica se levantaba como todos los días muy temprano para abrir su pequeña pastelería, la cual se encontraba en una céntrica calle de Tokyo, ella, como todos los días, se sentía muy animada, ya que aquel trabajo le permitía no sólo atender a las personas que allí entraban, sino también, conocer un poco más de ella. La chica poseía ésta cualidad que la hacía muy característica y famosa a la vez, siendo conocida por esto mismo, “Pase a disfrutar de un buen café y unos ricos dulces, a la pastelería ‘La Folia’, con variedades de dulces finos y un grato momento”, decía un cartel que se encontraba afuera del lugar. En un día normal, con ciertos clientes habituales, y algunas caras nuevas, se distribuía el interior, la chica, conversaba con una anciana en el mesón de lugar, la cual iba casi todos los días, sirviéndole a la vez un té con pétalos de rosa junto a un delicioso pie de moras, ella hacía de esto un normal gusto cotidiano que pedía la anciana, repentinamente se abre la puerta del lugar, dibujando entre la luz el contorno de un joven que ya se le hacía conocido, era Ohno, quien por primera vez visitaba el lugar, sin saber que su dueña, era aquella chica de hace dos meses, aquella chica que llevó en su auto, la chica de la fiesta y la misma chica que disfrutaba escuchar.
Ohno: -Se sienta en una mesa, mientras mira la carta, instantáneamente se acerca la chica a atenderlo, “Buenos días, bienvenido ¿Qué desea servirse?” dice la chica- Mmh, creo que un café expreso, ¿Qué me recomienda para acompañar? -Mira a la chica- ¡Oh! Nana-san, yo… no sabía que trabajabas acá -dice sorprendido-
Nana: Bueno, Satoshi-chan, nunca me preguntaste dónde trabajaba
Ohno: Sí, bueno, disculpa, nunca se dio la ocasión para que conversáramos mucho
Nana: No hay problema, pero me gustaría agradecerte como corresponde por haberme llevado hasta mi casa en esa ocasión
Ohno: Ya ha pasado mucho tiempo ¿no?
Nana: Bueno, pero como forma de agradecimiento el café y el pastel van por la casa
Ohno: No te molestes, te pueden regañar
Nana: -Sonríe dulcemente- No te preocupes, esos son unos de los privilegios que puedo darme al ser la dueña
Ohno: Está bien, entonces aceptaré -pasado un breve rato, la orden llega sin mayores contratiempos-
Nana: Disculpa la demora, aquí está tú orden -procediendo así a sentarse en la misma mesa que él- ¿Te molesta si me siento contigo?
Ohno: Ya lo hiciste, pero de todas maneras no me molesta
Nana: Oh, es cierto, pero es que ya es una costumbre, suelo sentarme con los clientes muy seguido, y dime Satoshi-chan ¿cómo te ha ido últimamente?
Ohno: He tenido varias actividades, hace poco comencé con las grabaciones de un comercial, muy cerca de acá, por eso mismo me tomé un tiempo para relajarme un rato a tomar un café, ¿Hace cuánto tiempo que eres dueña de este lugar?
Nana: Bueno, después de que fallecieron mis padres, mis abuelos se hicieron cargo de mí, ellos eran dueños de esta pastelería… hace unos dos años falleció mi abuelo y me hice cargo del lugar, ya que dentro de todo mi abuela ya no está en edad de hacerse cargo de esto, pero dentro de todo me gusta mucho, me da la posibilidad de conocer mucha gente, además me encanta saber que a la gente le gustan mis pasteles, eso me reconforta demasiado
Ohno: Siento mucho lo de tus padres, y lo de tu abuelo
Nana: No te preocupes, fue hace mucho tiempo, son cosas que pasan
Ohno: Pero la verdad es que están muy ricos estos pasteles, creo que vendré seguido
-La conversación se dio de forma muy amena, y como ya lo había aclarado Ohno, este siguió continuando las visitas al lugar, teniendo todas las mañanas una conversación con Nana, quién lo esperaba para sorprenderlo con algún nuevo pastel, sintiendo la necesidad de sorprenderlo todos los días, ella, sentía que no era siempre la misma chica que conocía gente, sino que ahora era ella la que se daba a conocer a través del lenguaje culinario, sería tal vez que Nana, se estaba conectando por primera vez con alguien, tal vez ni ella misma lo entendía, pero en cierto modo, todas las mañanas esperaba ansiosa aquella visita matutina que hacía que se sintiera más viva, tenía una razón, y sin querer, él se había transformado en su motivo-
Ohno: -Mira su reloj- Oh, Nana-chan, ya es muy tarde, debo irme rápido
Nana: Ah, verdad, la mañana a pasado muy rápido, que tengas un buen día -lo acompaña hasta la puerta-
Ohno: Nana-chan, como siempre ha sido un placer, y también tus pasteles, el de hoy particularmente estaba muy delicioso -Él se acerca para despedirse y así darle un beso en la mejilla, pero en la rapidez este besa sin querer la comisura de los labios, y se va-
Nana: N-os v-emo-s Satoshi-chan -Un poco nerviosa y sorprendida-
Lo que ellos no habían notado es que en frente de aquel lugar, sin premeditación unos ojos habían sido testigos de aquella escena, procediendo rápidamente a sacar su celular, para realizar una llamada.
Rika: ¿Aló, Saori?... ¿Estás en casa?... bueno, espérame allí, tengo algo que contarte… adiós

Era tarde, el joven Aiba molesto y berrinchudo, esperaba a Izumi en el lobby del edificio, ya que la muchacha había cancelado la cita con él, una vez más por motivos de trabajo, este esperaba allí ya que Azumi con Sho estaban en el departamento, el muy amable quería darle un momento de privacidad para que estos no se sintieran incómodos con la presencia de él.
Pasado un rato, unos cuántos cafés y unas cuantas miradas de reloj, llega Izumi, junto a su acompañante Hiroki, el que ya había notado la presencia de Aiba, lanza una mirada de halcón y procede a despedirse de la chica de una manera muy osada, dándole un beso en la mejilla muy próximo a los labios de ella, pero no lo suficiente para que la besara plenamente, ella, quien se dejó notar incómoda, se aleja rápidamente, entrando al lugar y encontrándose de frente con un Aiba, claramente molesto.
Aiba: -La mira desafiante y la toma del brazo bruscamente, dirigiéndola al ascensor-
Izu: Masaki, me estás haciendo daño -él nada responde, haciendo del viaje en ascensor algo muy tenso y en sí el comienzo de algo grave, llegan al departamento con una Izumi gritándole que la suelte, los chicos que allí se encontraban viendo una película, intentan desaparecer los más rápido del lugar, usando de pretexto que irían a comprar, ellos claramente no volverían-
Aiba: ¿Esa fue tú reunión de trabajo?
Izu: Masaki, por favor cálmate
Aiba: ¿Cómo quieres que me calme? Si no es la primera vez que cancelas una cita conmigo, siempre usando la excusa del trabajo
Izu: Y eso era, estamos organizando una entrevista con Hiroki-chan, ésta era la última para arreglar los últimos términos
Aiba: Está bien, pero por qué no me dice que es con él, tú sabes que él está interesado en ti
Izu: ¡¿Y qué quieres que hiciera?! Sabía que te ibas a poner de ésta forma, daba lo mismo si te lo decía o no
Aiba: No, no da lo mismo, no entiendo por qué aún sigues apartándome de tú vida, como si yo no existiera, si lo hubiese sabido nada de esto estaría pasando
Izu: Yo sabía, tarde temprano terminarías haciéndolo, prometiste que nunca me harías escenas de celos, pero aquí estás, un niño grande haciendo berrinche
Aiba: Es verdad, lo prometí, pero qué querías que pensara, si tú no eres lo suficientemente honesta conmigo, primero cancelas nuestras citas, sin darme una explicación apropiada o por último, decirme claramente con quién vas a salir, es como si eso me lo estuvieras ocultando, y al verte llegar con él, yo me pude imaginar un sinfín de cosas
Izu: Y eso claramente es, tú imaginación, sabes qué, piensa lo que quieras, sea lo que sea lo que nosotros tenemos, se terminó, no quiero volver a verte, como te dije la última vez, me fue suficiente las escenas que tenía con Kenji
Aiba: -Muy enojado- ¡NO SOY ÉL! ¡¿Cuándo lo vas a entender?!
Izu: ¡Para no ser él, actúas igual, y ahora hazme el favor y ándate!
Aiba: ¡Yo, no me voy a ninguna parte!
Izu: Haz lo que quieras -Dándose una media vuelta para caminar hacia su habitación-
Aiba: -Molesto la toma de un brazo y la arrincona en una pared, presionando con sus brazos los brazos de ella hacia el muro, con mucha fuerza-
Izu: ¡¿Y ahora qué harás?! ¡¿Golpearme?!
Aiba: -Sin responder nada, la besa de manera brusca y dominante, Izumi, que en un principio se resistía, pronto se dejó llevar por los besos de Aiba, quien ya comenzaba a besar su cuerpo bajando la barrera que ésta tenía con él, desinhibiéndola completamente, dejándola expuesta al placer, comienza besándola en el cuello mientras desabrochaba su blusa, dejando ver los pechos de Izumi, tras quitarle el sostén comienza a besarlos y a jugar con ellos, ella quita la camiseta de él abrazándolo y así conocer a través de sus manos el torso desnudo del chico, este la toma en brazos, haciendo que ella abrace con sus piernas la cintura de él, dejando que ella pueda sentir la excitación del joven, se dirigen a la habitación, recostándola en la cama, comienza a quitarle lo que resta de ropa, viéndola detenidamente, un cuerpo perfecto, “ven” le dice ella, tomándolo por la cintura y así poder besar su abdomen, desabrochando el botón del pantalón, bajando el cierre para dejarlo sólo en ropa interior, sentada a los pies de la cama, desnuda su cuerpo totalmente y procede a besar su órgano viril, el chico que sólo se deja llevar por la sensación de esto, comienza a apretar sus hombros, dejando en claro que mal no lo estaba pasando , una vez terminada la acción, el chico toma las riendas, levantándola y recostándola nuevamente en la cama, colocándose encima de ella, comienza a besar su rostro, acariciando con su manos izquierda su cabello, y con la mano derecha recorriendo sus muslos y llegando al rincón oculto en el entrepiernas, haciendo que esta comience a gemir, cuando siente que ella ya está preparada para la siguiente fase, ella abre sus piernas, para que el chico pudiera entrar en ella, comienza con movimientos lentos, en un ritmo a dúo, como si ambos escribiesen notas musicales con aquellos movimientos, él se da cuenta de que los movimientos sólo producían placer en ella, él comienza a aumentar la intensidad, el ritmo cardíaco se acelera, así también los gemidos de ambos, ella muerde el cuello de él, como si estuviese próxima a una gran sensación, mientras sus manos estaban conectadas, un apretón fuerte, entre la energía y el amor, juntos llegan al clímax, bajando poco a poco la intensidad de los movimientos, el acto había concluido, pero la unión no, siguiendo abrazados, entre caricias mutuas y un momento vibrante, dos energías unidas, que se abrazan, y proceden continuar así, en cuerpo y alma-
Al otro día de esto, Aiba despierta sin su amada en la cama, él se levanta para buscarla, en el comedor, se situaba Izumi, quien estaba con su laptop viendo las fotos que tenía con Kenji, así mismo procedía a borrarlas, “Buenos días”, dice Aiba, ella lo mira y le dice “Quiero que me acompañes a un lugar”, él desconcertado accede.
Llegan a un cementerio, él supo de inmediato que se dirigían hacia la tumba de quién alguna vez fue el amante de Izumi, en cierto modo estaba nervioso, al no tener claro a qué se enfrentaría. Llegando a la tumba, ella lo mira, mientras saca de su cuello, aquel anillo que guardaba, cerca de su corazón, él recordando en aquel momento aquel día, el día en que decidió amarla; la chica, deja el anillo en la tumba, dando a entender que aquello era una despedida.
Izumi: -dirigiéndose a Kenji- Kenji, agradezco todo el amor que me diste, pero ya es momento de seguir adelante, he decido volver a amar -tomando la mano de Aiba, quien se encontraba a su lado expectante, ella sonríe, el también- Creo que he vuelto a encontrar el amor… -Mira a Aiba fijamente, pero con mucha ternura- Masaki-chan, te amo -él sonríe y la besa, cerrando así un capítulo en la vida de Izumi-

Un fin de semana lleno de sorpresas

Una semana había pasado, en el departamento se vivía una extraña tranquilidad, Azumi preparaba el almuerzo junto a Sho, como si de matrimonio joven se tratara, esperando también a los demás chicos, cuatro puestos ya instalados. De pronto llega Aiba, con un rostro de espanto, escondiéndose detrás de Sho, como si esperara a un monstro cruzar el umbral de la puerta, pasos fuertes y apresurados se escuchaban en el pasillo, los chicos temerosos en la escena de suspenso que se prestaba para la imaginación de cualquier película de horror, llega Izumi, alterada da un portazo y tira de manera despreocupada una enorme cantidad de carpetas en el sillón.
Azu: Ehh Izu-chan ¿Qué te pasa?
Aiba: No sé por qué está así -susurra-
Izu: No me pasa nada
Azu: Algo te pasa ¿tienes hambre? Porque el almuerzo ya está listo
Izu: No, no es hambre
Sho: ¿Estás segura que no te pasa algo?
Izu: No
Aiba: Sho, haz algo -le susurra temeroso-
Sho: Masaki-chan, es tú novia, haz tu algo
Aiba: -Haciendo puchero niega con la cabeza- me da miedo, si la hubieses escuchado como peleaba por teléfono, pues me entenderías
Azu: Ay ya, Izumi-chan, dinos qué te pasa, no ves que estás espantando al pobre de Aiba-chan
Izu: ¡Estoy harta! Mira esa cantidad de carpetas, es impresionante, ¡Aaahhh! Creo que necesito vacaciones
Azu: Pero si siempre tienes el mismo trabajo, de qué te quejas
Izu: Es que esa irresponsable de Rika, no hizo las malditas ediciones de entrevistas, así que yo me debo hacer cargo de su trabajo ¡Aaahh! Tengo tanta rabia…
Sho: Pero ahora que lo mencionas, no nos vendría mal unas vacaciones -mira hacia el horizonte inspirado-
Aiba y Azu: ¡Buena idea!
Aiba: Justamente este fin de semana no tenemos actividades
Azu: Un viaje a unas termas no nos vendría mal
Todos: Teeeeeeeermaaaaaaaas, síiiiiiiiiiiiiiiiiii -dejando que la imaginación de todos vuelen en conjunto-
Sho: Entonces está decidido, a las termas nos vamos
Azu: Podríamos invitar a los demás chicos ¿no?
Izu y Sho: Sí, es una excelente idea
Aiba: ¿Comamos?
Llega el esperado fin de semana, un clima perfecto los acompañaba, una caravana grande, se aproxima hacia a una lujosa cabaña, muy grande por lo demás, propiedad de los Ogawa. Nadie había dejado pasar desapercibido el hecho de que Nana había llegado acompañada de un nuevo amigo. El amigo era ya casi conocido por algunos, era Ikuta Toma, quién se reconocía como un buen amigo de la infancia de Nana, cosa que desconocía Ohno, el cual no comprendía la sensación que le producía el ver a Nana acompañada de aquel chico.
Izu: Bueno chicos, llegamos
-Del interior los sale a recibir Dan e Imai, quienes al parecer habían llegado mucho antes-
Dan: Bienvenidos, chicos, qué bueno que ya llegaron, vamos, pasen, pasen, con confianza
Todos entran al lugar y toman un ligero desayuno, luego proceden a dejar las maletas en sus respectivas habitaciones, pero esto se torna difícil, ya que nadie quería quedar desamparado.
Izu: -Al ver que dos de sus amigas se colocan una a cada lado- ¿qué sucede chicas?
Miu: Nee-san ¿nosotras compartiremos habitación, cierto?
Nana: Sí, sí, sí, las tres juntas, como en los viejos tiempos
Izu: Pero chicas, hay habitaciones suficientes para todos
Miu: Pero nee-san, tú sabes que no me gusta dormir sola en un lugar tan grande
Nana: Sí y además así hacemos un Pijama Party
Nino: ¿No están un poquito grandes para eso? -quien se entromete como un mal invitado a la conversación-
Aiba: Pero, pero, I-chan
Jun: Pero si quieres puedes compartir la habitación conmigo, Miu-chan
Miu: Eehh, te lo agradezco, pero prefiero compartirla con mí nee-san
Izu: -Ignorando tanto a Aiba, como a Matsumoto, comienza a distribuir las habitaciones- Ok, comencemos -por primera vez todo se quedaron callados- Sho y Azumi, ustedes váyanse a la habitación que está a un lado de la escalera, ósea la primera habitación, Airi, tu vete a la habitación que está en frente a la de los chicos, Nino -diciendo esto con particular entonación- vete a la habitación que se encuentra a lado a la de Airi -Airi le presta una mirada fulminante, porque sabía que eran las únicas habitaciones que entre ellas se comunicaban- Bueno supongo que Dan-chan y Tsubasa-san ya se han adjudicado la mejor habitación, que está al fondo del pasillo -Dan asiente con orgullo aquella aseveración- sólo quedan dos habitaciones, más la adaptación que se encuentra arriba, en el ático, bien, Toma-san y Ohno-san, ustedes compartirán, la segunda habitación a la derecha, por último ustedes dos -dirigiéndose a Matsumoto y Aiba- quédense en la habitación a lado de los chicos, mientras que yo con las chicas, no quedaremos en el ático, siendo esto ya hecho, los invito que se instalen -concluyendo así, la maliciosa distribución que Izumi, había organizado-

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