Reto: (Imagen) Torre Blanca
Pintor/a: Pastel
Titulo: Una despedida
Formato: 500words
Palabras: 500
Notas del Autor: Es la primera vez que partcipo, espero haber llenado el formato como se debe :P
El hombre de bata blanca habla dando su sentencia, y sabe que ella ya no le escucha, lamenta tanto tener que dar estas noticias y tener que tomar esas decisiones. Ella llora y él espera, esperará a que termine de asimilar lo que implica sus palabras, a que termine de llorar, esperará que termine su despedida.
Su interlocutora se limpia el rostro, tragándose las lagrimas y tan solo asiente.
No puede echar a correr como niña pequeña, se aleja lo más veloz que le permiten sus trémulas piernas sobre los altísimos tacones. Cada minuto es muy valioso, y ahora el tiempo es eterno.
En el umbral de la habitación el veredicto vuelve a sonar en su cabeza, a ensordecerla, a quemarle los ojos, a cerrarle la garganta. Y ella aguanta, por que le mira inocente, demasiado pequeño y tan débil, que no puede creer que esto le este pasando precisamente a ellos.
Se entreabren un poco sus ojos cuando el colchón cede bajo su peso al sentarse, y ella sabe que ese solo ha sido un reflejo por que le han dicho que su niño… su niño ya no esta ahí. Pasa un brazo bajo su cuello para tenerlo cerca, bien cerca. Por que desea abrazarlo y que jamás se lo quitarán de su lado, abrazarlo hasta volverlo a tener en sus entrañas, protegido por su cuerpo, con su vida si era necesario, que se los llevaran juntos por que él es todo lo que tiene, todo lo quiere. No sabe como soportará el silencio que invadirá su casa de nuevo, sin sus risas, sin su llanto ¿Qué hará con sus cosas? ¿Tendrá el valor de poner los juguetes en cajas? ¿De regalar su ropa? ¿Tirará los lápices de colores y las crayolas?. Lo abraza sin impórtale los delgados tubos de goma que se insertan a su pequeño cuerpo, sin importarle las maquitas que ahora bombean su sangre, que respiran por él. Estira la mano hasta la repisa del lado contrario, tantea hasta encontrar lo que quiere, un libro de cuentos, su libro, hojas engrapadas dibujadas por él, algunas veces narrado por ella.
-Serias tan buen pintor- le susurra junto a su cabellera castaña al mirar la mancha verde que le da forma al cuerpo de un sapo y no puede evitar sollozar. Sus ojos arden, todo su interior lo hace. Con él semi-sentado sobre su pecho pasa las paginas. En ese instante el esta ahí o eso es lo que ella quiere sentir, esta ahí para escuchar y dormirse mientras le lee un nuevo cuento. Cambia personajes, e intervienen por primera vez cada mancha dibujada para ayudar al pequeño príncipe perdido en el bosque a llegar a la última página, a la más detallada, al dibujo de la torre blanca. Llueve y no sabe si el príncipe llegara a su casa. Y llora como nunca, como jamás volverá hacerlo por que terminado el cuento lo vuelve a estrechar contra si manchando de lágrimas el dibujo de la torre blanca.