Treasured memories...
Desde que te vi, no he parado de soñar contigo.
En tus ojos libre me perdí y perdida en tí todavía sigo.
Esta noche he recordado cómo te ruborizaste al decirte que tenías unos ojos preciosos.
Siempre me mirabas con complicidad, siempre esperabas a que te dijese algo.
Creí estar de nuevo entre aquellas sábanas ajenas.
Creí estar de nuevo en aquel país de las maravillas en donde el tiempo se congelaba.
Creí estar de nuevo entre aquella marea de sonrisas fingidas, entre aquel sinfin de miradas de soslayo.
Creí, y por creer tan firmemente, me he dado cuenta de que era un sueño.
Me he despertado por la mañana.
Durante unos segundos he deseado que la realidad diese la vuelta y que lo que hoy es hoy fuese ayer.
He vuelto a cerrar los ojos, y al volver a abrirlos me he dado cuenta de que en verdad te echo de menos
Pero tú eres tú y yo soy yo, y ser yo es maravilloso.
Prefiero vivir con los pies en la tierra.
Prefiero olvidar las zapatillas de deporte en el mismo cajón en donde tengo tus fotos.
Prefiero darte la espalda y mirarte desde la distancia.
Aquellas pupilas vivarachas tienen dueño, lo mismo que las mias.
Me doy cuenta, como siempre, de que lo único que deseo es una idea, no una persona.
Porque prefiero vivir siempre a la deriva...
En tus ojos libre me perdí y perdida en tí todavía sigo.
Esta noche he recordado cómo te ruborizaste al decirte que tenías unos ojos preciosos.
Siempre me mirabas con complicidad, siempre esperabas a que te dijese algo.
Creí estar de nuevo entre aquellas sábanas ajenas.
Creí estar de nuevo en aquel país de las maravillas en donde el tiempo se congelaba.
Creí estar de nuevo entre aquella marea de sonrisas fingidas, entre aquel sinfin de miradas de soslayo.
Creí, y por creer tan firmemente, me he dado cuenta de que era un sueño.
Me he despertado por la mañana.
Durante unos segundos he deseado que la realidad diese la vuelta y que lo que hoy es hoy fuese ayer.
He vuelto a cerrar los ojos, y al volver a abrirlos me he dado cuenta de que en verdad te echo de menos
Pero tú eres tú y yo soy yo, y ser yo es maravilloso.
Prefiero vivir con los pies en la tierra.
Prefiero olvidar las zapatillas de deporte en el mismo cajón en donde tengo tus fotos.
Prefiero darte la espalda y mirarte desde la distancia.
Aquellas pupilas vivarachas tienen dueño, lo mismo que las mias.
Me doy cuenta, como siempre, de que lo único que deseo es una idea, no una persona.
Porque prefiero vivir siempre a la deriva...