Título: Requiem
Fandom: Supernatural
Personaje/pareja(s): Dean Winchester
Rating: General
Advertencias: Spoilers del 7x10 y el 7x11
Resumen: Dean ha soportado muchos quiebres en la vida. Ninguno como la perdida de Bobby Singer.
Nota: Este fic responde a
este prompt de
melisa_ram para el San Drabbletin 2012. Cariño, ya se que nos conocemos hace bastante poco, que nuestras opiniones suelen chocar bastante y que quizás debamos hablarnos más. Pero eso no quita que te tenga un cariño inmenso y que haya aprendido a apreciarte más allá de lo que me imaginaba en este tiempo. De verdad espero que te guste :) (Juro que no hay ni una gota de slash xD)
La muerte. Dean está acostumbrado a ella. No solo la ha visto pasar frente a sus ojos miles de veces (incluso un par de veces literalmente), también la ha vivido en carne propia, ha visto lo que le podría esperar más allá, lo que al final de cuentas podría esperarnos a todos. Pero es humano, y los humanos a veces olvidamos ciertas cosas porque son demasiado dolorosas, Dean olvido que Bobby podía morir y por eso cuando Bobby no responde porque tiene una jodida bala en la cabeza, entra en negación. Es una estúpida bala, Bobby es más fuerte que eso.
Dean tiene un montón de recuerdos de John, no todos son recuerdos que uno debería tener de un padre, pero ya no juzga, hubo un momento en la vida que se preguntó muchas cosas, ahora no lo hace, su padre estaba jodido (como lo están ellos ahora), e hizo lo único que pensó que podía hacer, no lo mejor, no lo más indicado, pero eso Dean ya no lo recrimina, su padre no era un santo, pero tampoco lo es él. Distinto es con Bobby, con Bobby tiene recuerdos que con John no, recuerdos de salidas al parque, noches de atiborrarse de pizza y la primera cerveza helada que probó en su vida. También tiene memorias de cómo aprender a usar la escopeta mientras Sam memorizaba rezos en latín, pero aún esos, están rodeados de un sentimiento cálido. Un sentimiento que nunca está presente cuando piensa en John.
Dean ha perdido mucho en la vida. Perdió a su madre siendo un crio, a su padre cuando más lo necesitaba, a Castiel cuando pensó que siempre estaría ahí, a su hermano una y mil veces (a Sam lo ha perdido tanto que a veces se pregunta si alguna de esas veces llegó a recuperarlo del todo). A Bobby no lo había perdido nunca, ni siquiera cuando éste cortó todo la comunicación que tenía con John, porque Bobby podía cerrarle la puerta de su casa a su padre, pero nunca se la cerró a él. Por eso Dean simplemente se acostumbró, nunca pensó como sería su vida sin Bobby. Iluso, ya debería estar acostumbrado a que nada le dura. Incluso aquello invencible que parece que puede durar para siempre.
Uno, dos, tres días. Una semana. Bebe una cerveza tras otra, se obsesiona con los números que Bobby dejo en la mano de Sam, no duerme, no piensa. Trabaja con piloto automático porque cualquier otra cosa duele demasiado. Y Dean está cansado de lidiar con el dolor, así que sólo piensa en la venganza. Es un sentimiento al cual está acostumbrado, lo ha llevado con él casi toda su vida, no le molesta que sea su motor, puede trabajar con eso. La imagen de despedazar a Dick con sus propias manos, a ese jodido hijo de puta, es lo que lo mantiene sobreviviendo a pesar de dormir dos horas cada dos días y que su alimento básico sea un montón de cervezas heladas. Y la casa de Bobby, porque es como si él todavía estuviera ahí, como si Bobby no fuera a morir del todo mientras esa casa siguiera en pie (Y Dean, con todas esas horas de insomnio acumulado no se percata que el lugar no debería sentirse así de vivo, porque siempre que eso pasa es porque hay algo que esta horriblemente mal).
No contesta llamadas, no habla con nadie (solo con Frank, y solo porque es útil), ni siquiera le presta demasiado atención a Sam, todas son conversaciones que no quiere tener y momentos que no quiere recordar y palabras que no quiere oír. Solo hace su trabajo, no hay cazas normales para él. Solo un bicho al que quiere hacer sufrir, lo desea como pocas cosas ha deseado antes.
Dean todavía tiene recuerdos del infierno, todavía tiene pesadillas horribles, gritos que le carcomen la cabeza y le recuerdan que sus manos derramaron más sufrimiento, más dolor, de lo que pensó que derramarían. Aún así, cree que nada se compara a esto, Sam diría que es porque esto lo esta sintiendo ahora y lo del infierno es un recuerdo enterrado en lo más profundo de su mente. Ambos evitarían hablar de lo que pasó Sam por ahí, como evitan hablar de todo, que es exactamente el motivo por el cual a pesar de que las semanas pasan no hablan de Bobby (ni siquiera de las cosas más practicas, como por ejemplo cuando le van a decir al resto de los cazadores que murió).
Una, dos, tres semanas. Un mes. En el fondo lo sabe, que Bobby fue su verdadero padre, que el dolor estará siempre presente, que en el fondo no lo superará. Por eso escucha a Frank, por eso piensa que tiene razón. Porque el vacio ya lo esta consumiendo, porque su cuerpo ya esta llegando al límite, porque cuando lo piensa decir basta no parece un motivo tan descabellado aunque sabe que para él no es una opción.
Así que sigue matando, y sigue pensando en destruir a Dick y a todos los otros que se le crucen en el camino, y seguirá salvando vidas de gente idiota que ni siquiera le darás las gracias, y a veces cuando todo se vuelva demasiado pesado, demasiado agotador, beberá una cerveza y silenciosamente lo hará en nombre de Bobby. El tío que le enseño de verdad lo que era el negocio familiar.