Ya vienen los Reyes... ¡y se van las Navidades!
Los Reyes son como un caramelo seguido de una ostia XD Es muy frustrante porque aun no has acabado de abrir los regalos y ya tienes que volver al colegio sin haber disfrutado de tus juguetitos. Encima, a medida que tienes más años y si eres de las que deja toooda la tarea para última hora, son los días en los que más apurada te encuentras, sabiendo la de cosas que aun te quedan por hacer y el poquito tiempo que te queda!
De los casi veinte dias que duran las vacaciones de Navidad, yo distingo dos mitades claras, marcadas por el ecuador de la Nochevieja:
+ Primera mitad: finales de diciembre, desde el dia 22 con la Loteria de Navidad, incluye Nochebuena, Navidad y hasta el dia 31. Mi parte preferida sin duda alguna. Diciembre es mi mes preferido del año y me encantan esos ultimos dias de clase en los que ya se percibe ambiente navideño, las primeras compras de regalos, la llegada de las vacaciones y el descanso que eso supone tras la presión de las últimas clases (con examenes parciales y demás), decorar la casa, comer polvorones (mmm textura terrosa), las luces que empiezan a adornar las calles, los villancicos que empiezan a chirriar en centros comerciales... ¡me confieso amante de la Navidad! Aunque sé que queda mucho más guay decir que apestan por el consumismo y la felicidad impostada, me da igual. A mi me gusta consumir y ser feliz, además de las luces (otro día hablo de las Cruces de Farmacia), hacer y recibir regalos, y por supuesto los villancicos si son cantados por coros de niños chillones mejor que mejor (esto esta intrinsecamente ligado a mi parte más hortera). Por lo tanto en la entrada de esta epoca estoy en plenitud, y encima aún me quedan muchiiisimos dias de fiesta. Nochebuena sigue siendo una noche extrañamente mágica para mi, y sus regalos son los que mejor puedo disfrutar (y si no te habian traido el juguete que más querias, ¡aun te quedaban esperanzas para Reyes!). Navidad también es un gran día. Luego llega Nochevieja, que tiene la emocion de empezar el año, salir por ahí y pedir deseos para el año siguiente. Este es el climax que marca el final de la primera mitad.
+ Segunda mitad: Ya el día de Año Nuevo empieza a oler a rancio. Que se lo digan a todos los que se levantan resacosos (nunca es mi caso, pero este año dormi bastante poco y luego tenia comida familiar, por lo que también estaba un poco zombie). Además, enero no es diciembre, porque diciembre es mi mes favorito y enero me da un poco de grima. Enero ya huele a exámenes y cuentas pendientes. Por algún motivo, los días del 1 al 7 de enero se pasan a una velocidad pasmosa. Claro, el dia 1, teniendo comida de Año Nuevo, ya no haces nada. El día 2 es cuando ya empiezas a tener una importante constancia de que se acaban las vacaciones, y es cuando yo me decido a echar un tímido vistazo a mi agenda para comprobar con horror todas las tareas que no he hecho ni empezar ("¿Como, que ésto también tengo que hacerlo? ¡Ya ni me acordaba! ARGH). Pero entre que tienes que comprar algún regalo de Reyes y tal y cual, se te echa encima el día 5 y aún no te has puesto a la labor... y claro, el día 6 abres tus regalos con un ánimo distinto (y encima si no te ha caido el juguetito que más querias ya no hay más reválidas XD). Y entre que vas a por el Roscón de Reyes (que por cierto nunca me ha hecho mucha gracia lo que es el dulce, aunque si me gusta el ritual del haba, la corona y la sorpresita) y una cosa y la otra ¡ya te plantas en el dia 7! HORROR DE LOS HORRORES! Vispera de volver a clase y sin haber tocado los libros. Momento en el que uno se acuerda del día diecipico de diciembre en que pensó "Bueno, total, tengo todas las navidades para estudiarme esta torre de apuntes, ¡no pasa nada!" ^_^u
Y por todo eso es por lo que el día de Reyes no me hace tanta ilusión. Porque ahora mismo he echado un vistazo lleno de culpabilidad a mi agenda y puedo notar la Espada de Damocles pendulando lentamente a ras de mi cabeza... SIGH quien pudiera volver al 22 de diciembre...
De los casi veinte dias que duran las vacaciones de Navidad, yo distingo dos mitades claras, marcadas por el ecuador de la Nochevieja:
+ Primera mitad: finales de diciembre, desde el dia 22 con la Loteria de Navidad, incluye Nochebuena, Navidad y hasta el dia 31. Mi parte preferida sin duda alguna. Diciembre es mi mes preferido del año y me encantan esos ultimos dias de clase en los que ya se percibe ambiente navideño, las primeras compras de regalos, la llegada de las vacaciones y el descanso que eso supone tras la presión de las últimas clases (con examenes parciales y demás), decorar la casa, comer polvorones (mmm textura terrosa), las luces que empiezan a adornar las calles, los villancicos que empiezan a chirriar en centros comerciales... ¡me confieso amante de la Navidad! Aunque sé que queda mucho más guay decir que apestan por el consumismo y la felicidad impostada, me da igual. A mi me gusta consumir y ser feliz, además de las luces (otro día hablo de las Cruces de Farmacia), hacer y recibir regalos, y por supuesto los villancicos si son cantados por coros de niños chillones mejor que mejor (esto esta intrinsecamente ligado a mi parte más hortera). Por lo tanto en la entrada de esta epoca estoy en plenitud, y encima aún me quedan muchiiisimos dias de fiesta. Nochebuena sigue siendo una noche extrañamente mágica para mi, y sus regalos son los que mejor puedo disfrutar (y si no te habian traido el juguete que más querias, ¡aun te quedaban esperanzas para Reyes!). Navidad también es un gran día. Luego llega Nochevieja, que tiene la emocion de empezar el año, salir por ahí y pedir deseos para el año siguiente. Este es el climax que marca el final de la primera mitad.
+ Segunda mitad: Ya el día de Año Nuevo empieza a oler a rancio. Que se lo digan a todos los que se levantan resacosos (nunca es mi caso, pero este año dormi bastante poco y luego tenia comida familiar, por lo que también estaba un poco zombie). Además, enero no es diciembre, porque diciembre es mi mes favorito y enero me da un poco de grima. Enero ya huele a exámenes y cuentas pendientes. Por algún motivo, los días del 1 al 7 de enero se pasan a una velocidad pasmosa. Claro, el dia 1, teniendo comida de Año Nuevo, ya no haces nada. El día 2 es cuando ya empiezas a tener una importante constancia de que se acaban las vacaciones, y es cuando yo me decido a echar un tímido vistazo a mi agenda para comprobar con horror todas las tareas que no he hecho ni empezar ("¿Como, que ésto también tengo que hacerlo? ¡Ya ni me acordaba! ARGH). Pero entre que tienes que comprar algún regalo de Reyes y tal y cual, se te echa encima el día 5 y aún no te has puesto a la labor... y claro, el día 6 abres tus regalos con un ánimo distinto (y encima si no te ha caido el juguetito que más querias ya no hay más reválidas XD). Y entre que vas a por el Roscón de Reyes (que por cierto nunca me ha hecho mucha gracia lo que es el dulce, aunque si me gusta el ritual del haba, la corona y la sorpresita) y una cosa y la otra ¡ya te plantas en el dia 7! HORROR DE LOS HORRORES! Vispera de volver a clase y sin haber tocado los libros. Momento en el que uno se acuerda del día diecipico de diciembre en que pensó "Bueno, total, tengo todas las navidades para estudiarme esta torre de apuntes, ¡no pasa nada!" ^_^u
Y por todo eso es por lo que el día de Reyes no me hace tanta ilusión. Porque ahora mismo he echado un vistazo lleno de culpabilidad a mi agenda y puedo notar la Espada de Damocles pendulando lentamente a ras de mi cabeza... SIGH quien pudiera volver al 22 de diciembre...