It’ll All Turn To Dust And We’ll All Fall Down. Parte 2

Dec 03, 2012 10:36

Hola :D

Trayendo el capitulo 2. Espero les guste ;)

Parte 2




La primera parada que hicimos para pasar la noche, fue en lo que quedaba de un pequeño pueblo a casi una hora de la frontera entre Texas y Louisiana, después de haber cruzado el río Mississippi y seguir el camino hasta que no pudimos avanzar más. Nos detuvimos a poco más de setenta millas de cruzar la línea estatal, en un lugar que solía ser llamado Tyler, un pueblo universitario  que alguna vez se enorgulleció de tener una población alrededor de los doscientos mil.

Por lo que pude ver, ahora estaba prácticamente vacío. Pero sabíamos que había un sitio donde podíamos poner algo de diesel en el estúpido auto pequeño, que estaba comenzando a odiar más y más conforme pasaban las horas. Si, tal vez me había burlado un poco de Dean, por estar tan apegado al Impala, pero al menos, no había tenido que encoger mis piernas tanto como lo hacía en este ridículo Audi, el cual claramente no fue diseñado para alguien con un cuerpo de mi tamaño.

Cuando era niño, siempre quise ser más grande que mi hermano. Me cabreaba que siempre fuera más rápido cuando estábamos corriendo, debido a sus largas piernas y que pudiera vencerme en cada combate, por su masa muscular superior. Era cuatro años y medio más grande, aunque nunca lo tuve en cuenta en esos momentos. Solo quería ser mejor que él en algo, además de en la mierda de escuela, porque eso a él no le importaba, ni a nuestro papá, en realidad. Pero cuando cumplí quince, de repente todo fue extremidades largas y duros ángulos, me tomó un tiempo acostumbrarme a eso. Cuando acorté a cuatro minutos sus cuatro y medio minutos por milla, a solo un par de meses de mi cumpleaños dieciséis, pensé que no podía sucederme nada mejor en toda mi jodida vida. Dean estaba atónito, nuestro padre silenciosamente orgulloso y yo estaba infinitamente exultante, presumiéndole a Dean que, ahora, yo era el más rápido. Mi repentino crecimiento acelerado no me hizo más fuerte o más ágil, porque pasaron otros seis meses antes de que le inmovilizara en el suelo. mientras entrenábamos al calor del verano de Nebraska. Tres mese después de cumplir diecisiete. Me deleitaba en la victoria, mientras al mismo tiempo sentía algo más, algo claramente no fraternal sobre tener su cuerpo atrapado bajo el mío, sin saber que al mismo tiempo él estaba sintiendo ese mismo algo más.

Ahora, estaba esencialmente cabreado por tener seis pies y medio de alto y estar atrapado en este idiota auto “de bajo consumo” solo para que pudiéramos jodidamente vivir.

La casa abandonada que encontramos a las afueras de la ciudad, no tenía electricidad, ya sabíamos que ese iba a ser el caso. Pero tenía el lujo de una chimenea en el salón y lo aprovechamos de inmediato. Era evidente que los antiguos propietarios habían huido hacía tiempo (pensando, indudablemente, que podrían encontrar un lugar más seguro, con más posibilidades). Después de hartarnos con bolsas de papas y latas de soda que encontramos en la cocina, nos acostamos en el piso y disfrutamos de la calidez del fuego. No paso mucho tiempo antes de que estuviésemos buscando el consuelo de las caricias del otro, algo que no nos habíamos permitido en mucho tiempo. Considerando que la mayoría de nuestros esfuerzos se concentraron en asuntos más urgentes como no morir. Estaba tranquilo ahí, cálido y no estábamos hambrientos o irritables. Se sentía como la cosa más natural para hacer, voltearse el uno hacia el otro, mis brazos alrededor de la espalda de Dean, recorriéndola y acercándole más. Capturando su boca en un beso sucio, todo saliva y lengua.
Por primera vez, en lo que podía recordar, sentí la tensión comenzar a deshacerse en sus hombros. Por supuesto, eso solo me alentó, aprovechando la oportunidad para despojarle de su camisa y pasar mi lengua sobre su pecho, mordiendo y chupando sus pezones mientras él gemía y jadeaba. No fue una sorpresa cuando tomó el control de la situación, moviéndose para quitarme la camisa y empujarme sobre mi espalda. Casi siempre terminábamos de esa manera. No todo el tiempo, pero si, la mayoría. Así que levanté las caderas con facilidad cuando desbotonó mis vaqueros, haciendo más sencillo que los quitará.

Ninguno se molestaba en llevar ropa interior, después de todo, no es que hubiese oportunidad de lavar a menudo nuestra ropa. Cuando la electricidad falló, nos dimos cuenta que las lavanderías eran inútiles.Una vez que estuve completamente desnudo, Dean se levantó para quitarse el resto de su ropa y me deleité con la visión de él, de pie sobre mí de esa manera, fuerte, desnudo y listo para hacerme sentir lo único que me había dado una verdadera satisfacción en años. Se acomodó de rodillas en el espacio entre mis piernas ansiosamente extendidas, tomó mi adolorida polla en su mano, tirando con fuerza sin más lubricante que el presemen que estaba goteando sin parar. Habíamos logrado conseguir una botella de lubricante, medio vacía, que no habíamos usado en un tiempo. Dean la sacó de la su mochila y recubrió sus dedos antes de liberar mi polla dura, provocándome, moviéndose alrededor de mi entrada, para luego hundir directamente dos dedos.

Mis manos se clavaron en la alfombra del suelo, buscando alguna manera de sostenerme a mí mismo contra los embates del dolor, el placer, el estiramiento, la quemazón y el éxtasis. No había manera de que me detuviera de follarme a mí mismo, empujando contra la intrusión, especialmente después de que golpeara ese punto, Jesús, ese jodido punto me volvía loco Me convertía en un idiota balbuceante, incapaz de formar alguna palabra más coherente que joder, Dean, por favor, más, más fuerte, más, por faaavoor. Su satisfacción era evidente por la sonrisa con la que me honró cuando removió sus dedos y deslizó su propia polla dura como una roca.

-“¿Lo quieres Sammy?” estas todo abierto y húmedo para mi, gimiendo como una puta. Vamos, dime que lo quieres”
Cada jodida vez. Nunca se callaba durante el sexo. Nunca.

Tomó todo lo que tenía el obligar a mi cerebro a dar una respuesta, pero lo hice- “Si, si, Dean por favor, te quiero dentro de mí, fóllame, vamos…”

-“Dilo de nuevo”

Maldición, sabía exactamente lo que quería que dijera otra vez- “Por favor. Por favor, Dean”

Y eso fue todo lo que necesito. Mientras empujaba mis rodillas, flexionándolas y separándolas más, se deslizó dentro de mi hasta que estuvo enterrado tan profundo como pudo. Estaba a menos de treinta segundos de que le diera la señal, el ligero asentimiento, diciéndole que se moviera. Cuando él se movió, Cristo, casi saliéndose todo el camino y entonces de regreso, tan jodidamente fuerte que me dejó sin aliento por un momento. Solo hasta la siguiente embestida, cuando conseguí el aliento suficiente para gemir, en voz alta. Dean estaba muy complacido con eso. No es que fuera a ir más despacio, el ritmo ya había sido establecido y eso era todo lo que podía hacer para sostenerme mientras me follaba sobre el suelo, acelerando y desacelerando, impredecible y volviendo mi cerebro aún menos funcional.
-“Te encanta Sammy, te encanta que te folle tan fuerte, lo sabes. Quiero que lo digas”

Cuando no recibió respuesta, debido al asunto del cerebro no funcional que había puesto en marcha, se detuvo, enterrándose hasta el fondo de mí y sujetó un puñado de mi cabello. Mi cabeza se sacudió automáticamente y mis ojos abrieron de nuevo por si solos, con un sentido de memoria de lo que esperaba ahora.

-“Dilo, baby boy. Vamos, puedes hacerlo”

-“Me encanta… me encanta cuando me… follas tan… Jesús… tan fuerte… me…”- eso era todo lo que tenía y por suerte fue suficientemente bueno para que comenzara a moverse de nuevo.

-“Me pone tan caliente escucharte Sammy, has sido mí pequeña puta por años y nunca me canso de escucharte decir lo mucho que te encanta. Lo mucho que amas ser una puta para mí. Hazlo. Hazlo ahora”

¿Cómo en el infierno era capaz de formar oraciones completas, coherentes? Tenía que encontrar una manera, conseguir un poco de control temporal sobre el cerebro-derretido, darle lo que quería. Mi polla estaba tan dura que dolía y Dean ni siquiera la había tocado -“Me encanta ser tu puta… tuyo… me encanta… soy tuyo, una puta, tu zorra, Dean… todo para ti…”

Esa respuesta pareció satisfacerle por el momento. Dean se calló y comenzó a embestir de nuevo, en serio, sacando débiles gemidos y sollozos entrecortados de mi garganta, hasta que su ritmo vaciló un poco. Entonces puso su mano sobre mí, pajeándome fuerte, con rudeza, y lo sabía. Él odiaba correrse antes que yo lo hiciera, se mantendría tanto como le fuera posible para asegurarse de que no sucediera. Desde luego, no me decepcionó esta vez, porque antes de que lo supiera mi orgasmo fue arrancado de mi y es posible que solo gritara cuando sentí mi liberación caer sobre su manos, sobre mi vientre, incluso en mi pecho. Menos de dos minutos después, se detuvo encima de mi por un momento, su boca entreabierta un “Sammy” susurrado sobre sus labios, dejándome saber que el también había llegado. Había pasado demasiado tiempo desde que nos permitimos este pequeño tiempo de paz.
I taste the sparks on your tongue
I see angels and devils and God 
when you come



Por unos minutos, permanecimos de esa manera, la corrida sobre mí y chorreando sin cesar de mi parte trasera, al mismo tiempo. Cuando Dean finalmente se retiró no pude reprimir un ridículo gemido, pero él se quedó allí, recostando su cabeza sobre mi pecho, envolviendo sus brazo alrededor de mi cintura. Si, esos eran los mimos después del sexo que negaría hasta el día de su muerte y que se joda, porque lo hacía cada maldita vez. Casi. No cuando había sido sólo follar con resentimiento o sexo enojado, porque esas veces siempre se levantaba y se alejaba para limpiarse. Algunas veces tenía la decencia de aventarme una toalla, pero usualmente, no. Aunque esta noche no fue así. Esta noche éramos nosotros, solo nosotros dos, auténticos, vulnerables, enamorados, asustados y agradecidos de haber tenido otra noche como esta.

Ninguno sabía cuántas más nos quedaban.

Después de un rato, nos movimos, nos limpiamos, poniéndonos un chándal para dormir y encontramos una cama donde poder acostarnos y tener algo del necesario descanso. No podíamos quedarnos aquí, obviamente, porque no podíamos quedarnos en ninguna parte, no aún, no mientras todo siguiera desmoronándose a nuestro alrededor.

Por la mañana, nos permitimos quizás una media hora de besarnos y tocarnos, antes de resignarnos al hecho de que movernos era una necesidad.

Una vez que conseguimos levantarnos de la cama, nos dimos cuenta de que habíamos encontrado una especie de casa de la suerte. Cajas de barras de granola, una caja entera de botellas de agua y unas cuantas latas de soda. Cereal seco, incluso unos cuantos paquetes grandes de carne seca comercial. Empacamos tanto como pudimos, junto con unas cuantas cobijas y salimos de nuevo a la carretera, a través de la seca extensión de Texas.

Habíamos viajado algunas veces, a través de este estado en particular, pero esto no era como antes. No podíamos detenernos para conseguir una cerveza y hacernos con alguna piscina cuando quisiéramos. No teníamos ningún caso para trabajar, ni lugares en donde tengamos que parar. Así que parecía un viaje mucho más largo, está vez.

Encontramos un lugar para llenar de nuevo el tanque con diesel en los alrededores de Amarillo, Dean emergió triunfante de la tienda saqueada, mostrándome una pequeña botella de Astroglide y una sonrisa come mierda. Consideramos detenernos en la noche, pero ambos nos sentíamos un poco inquietos, supongo, y nos quedamos fuera del auto, fumando cigarrillos robados de la casi vacía tienda de los surtidores de gasolina. Nunca estuvimos envueltos en este particular pasatiempo con regularidad, especialmente no Dean. Yo, fumaba a menudo en la Universidad (Jess lo había tolerado, no se quejaba pero seguramente nunca lo aprobó) e incluso después de eso, durante el tiempo que Dean estuvo en… bueno, cuando no estuvo conmigo, cuando se fue y me dejó como una cascara quemada de lo que había sido antes. No es que Ruby fuera a quejarse al respecto.

Aunque sabía que él lo disfrutaba de vez en cuando (admitió que había agarrado brevemente el hábito mientras estaba viviendo con Lisa. Lisa, como Jess, no lo aprobaba, pero solamente desterraba a Dean al exterior cuando quería fumar). También sabía que él desaprobaría cualquier cosa que percibiera como “no es bueno para Sam”, especialmente después de que me atrapó detrás de la escuela cuando tenía 16 años, fumando unos Camel Light y me lo quito de la mano con un golpe, enojado. Así que prácticamente evité fumar los años que estuvimos juntos. Pero ahora… bueno ahora, era ahora. Continúo intentando encontrar otras palabras para el “fin del jodido mundo”, pero no me gusta “apocalipsis” debido a sus connotaciones pasadas y parece demasiado pronto (y también un poco pretencioso) usar términos como “distopía”, entonces que se jodan, será el fin del jodido mundo y era probable que uno o ambos -por favor, por favor, por favor NoDiosLoqueSea, por favor deja que seamos ambos- moriremos en cualquier momento, por lo que el cáncer de pulmón, no se encuentra en la parte superior de nuestra lista de ‘Cosas De Que Preocuparse’.

Sin embargo, los demonios, si estaban en esa lista, sin importar cuánto tiempo había pasado desde que nos topamos con uno. Por lo que cuando Crowley apareció de repente, apoyado casualmente contra el poste ,a menos de diez pies de donde estábamos parados, me paralicé, con el cigarro en el aire, mientras Dean dejaba caer el suyo y apretaba sus manos en un puño.

No wealth, no ruin, no silver, no gold
Nothing satisfies me but your soul

-“Chicos, chicos, chicos, no es necesario  estar asustados por el Viejo yo. Solo me pasé a verificarlos”
Dean fue el primero en hablar-“Mierda, Crowley ¿qué carajo te importa lo que nos ocurra? ¿Y de todos modos, cómo nos encontraste? ¿De dónde vienes? No hemos obtenido la pista de un jodido demonio de baja categoría en meses. Oh y…”

Crowley levantó una mano y silenció a mi hermano en un instante. Su poder seguía siendo aterrador, después de lo que habíamos visto y experimentado. Por supuesto, nos ayudó más de una vez, incluso más de dos. Pero seguía siendo quien era. El Rey del Infierno y todo eso.
Cómo si sintiera esos pensamientos, se dio la vuelta hacia mí, inmediatamente después de cerrarle la boca a Dean con un solo movimiento de su mano- “No dejes que te detenga. Adelante y termina tu cigarro”

Sin pensarlo, llevé el cigarro a mi boca, dando una larga calada, sin apartar los ojos del rostro del demonio- “¿Qué quieres?”- pregunté, las palabras salieron en una nube de humo, sabía que tenía que haber algo.

-“¿El Rey del Infierno, eh? ¿Eso es lo que acabas de pensar?”- Crowley negó con la cabeza, miro hacia abajo y de nuevo a mi, con una expresión que nunca había visto en su rostro- “El infierno es un lugar completamente diferente ahora, Jolly Green. Jodidamente inundado, así es como esta, un cúmulo de almas condenadas que ni siquiera puedes imaginar. Ya no tengo que preocuparme por los demonios de encrucijadas, la voluntaria recolección de almas ha sido puesta en un hiato permanente. El rey del Infierno debe delegar, así que estoy delegando. Necesito un descanso y pensé en venir a ver lo que ustedes, par de testarudos estaban haciendo”

-“¿Te sorprendió no ver nuestros nombres en tu lista, eh?”

-“No seas ridículo, leñador, ninguno de ustedes irá al Infierno, no de nuevo. Lo han hecho a su tiempo y están fuera de mi alcance y de mi reino. Cuando la vida te abandoné o a tu melodramático hermano, sus almas irán en otra dirección. Puertas del Cielo y todo eso”

El asombro en mi rostro mientras apagué lo último de mi cigarro debió notarse porque continuó.

-“No me vengas con esa mirada incrédula Sam. Todavía hay un Infierno, puedo decírtelo con certeza. Lo cual significa que aún hay un Cielo, también. Y Dean, si tienes algo que decir, adelante, te daré otra oportunidad”

-“Tú santurrón hijo de puta, ¿qué carajo piensas que estás haciendo apareciendo aquí como…?”

-“De acuerdo, cambie de opinión. Puedes callarte otra vez”- respondió Crowley, silenciando a Dean una vez más.

-“Tengo algunas preguntas ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué quieres de nosotros?”

-“No me creerías y eso está bien, pero solo estoy tratando de ayudar. Piénsalo de nuevo, sé que no tenemos la historia más romántica, pero debes reconocer que he tenido debilidad por ustedes niños, desde que nos conocimos. En contra de mi naturaleza y también de mi mejor juicio, pero no puedo evitarlo. Y no creerás esto tampoco, lo sé, pero siento lo de Bobby. Sabes que también me agradaba. Y no, el tampoco estaba en ‘mi lista’, obviamente”

No estaba mintiendo, al menos sobre esto. Había hecho más de lo que debía por nosotros y por Bobby. Incluso si tuvo motivos egoístas, al principio. Todo lo que pude decir fue- “No somos niños”

Crowley sólo se rió, esa sarcástica y cortante risa enlazada con su suave acento escocés, amenazante, apenas envuelta en mala intención, que había escuchado tantas veces antes- “De acuerdo Sam, no son niños, son adultos. Son hombres que se están follando el uno al otro, que lo han estado haciendo por años. Y corta esa mirada de ojos sorprendidos, todo el mundo lo sabía. Al menos en mi círculo lo sabíamos. Demonios, Bobby también lo sabía. ¿No lo vieron venir, cierto? Eso no importa. Ya no. A él no le importaba una mierda. De todas maneras, en caso de que no lo hayan notado, el mundo en el que viven ha cambiado significativamente en los últimos meses, ¿no es así?”

Otro comentario sobre Bobby y yo estaba más alucinado por este, pero intenté mantenerme bajo control mientras continuaba con la conversación- “Si, bien y ¿Cuánto tienes que ver en ello?”

Se echó a reír de nuevo- “¿En realidad crees que podría lograr algo como esto? Me siento halagado, pero de ninguna jodida manera. Lucifer, tal vez, pero incluso eso es bastante improbable. Los jinetes intervinieron para tomar ventaja, pero ellos tampoco lo comenzaron. Todo esto fue de ustedes. Quiero decir, no ustedes, pero ustedes. Lo que estoy diciendo es que esto fue solo el actuar común y corriente, de gente común con gusto por la destrucción. Los demonios no comenzaron esto y tampoco lo hicieron los ángeles. Awwww, Dean lo siento. No quería sacar a relucir un tema delicado. Tu Castiel está bien, te lo juro. De vuelta en casa y seguro extrañándolos bastante a ambos. Posiblemente a uno más que al otro”

Tuvo la decencia de no mirar directamente hacía Dean cuando lo dijo- “Pero no está sufriendo o le han vuelto a quemar sus alas, ni nada ¿Tienes algo que decir?”

Dean finalmente tuvo el poder de volver a hablar, pero sus palabras no eran ni cercanas a acaloradas esta vez- “¿Él está bien? ¿Cas? ¿No está… ya sabes, muerto o algo? ¿No está herido?”

-“No Dean, ni muerto, ni herido, a parte de estar deseando volver con ustedes dos, cruzados sin capa. Te doy mi palabra o no, esa no es mi decisión, solo te digo lo que sé. El pequeño Castiel está a salvo, no puede volver pero está en buenas manos y acompañado de algunas otras personas que ya conocen”

-“¿Cómo quién? ¿Quién está con Cas?”- preguntó Dean, sin mucho enojo detrás de sus palabras. Yo había encendido otro cigarro, contento con solo escuchar su conversación.

Había estado celoso de Castiel, eso era absolutamente cierto. Por mucho que le quisiera, sabía que sentía algo por Dean que no le pertenecía y hubo ocasiones que temí que Dean devolviera esos sentimientos. No hubo ninguna acción, pero algunos días mientras Cas estaba con nosotros, si importar cuanto le quisiera, sentía un tipo de traición emocional. Como si Dean le estuviese dando a Cas, una parte de él que me pertenecía a mí. Tal vez era verdad, tal vez no. Me resigné al hecho de que nunca lo sabría y que ahora ya no importaba.

-“Puedo darte nombres. Algunos los conozco- Bobby, John, Mary. Algunos no- Pamela, Ash, Jessica”

Un jadeó debió escapar de mis labios y Dean estaba a mi lado de inmediato, sosteniéndome antes de darme cuenta que estaba comenzando a caer. Mi corazón se sentía como si tuviese un puño alrededor.

-“Ah, Jessica. Debe de haber sido una de las tuyas, Sam”

Dean arremetió contra él, de nuevo- “Cierra tu jodida boca respecto a Jessica. No te atrevas a decirle una maldita cosa sobre Jessica”- podía sentir el calor irradiando de mi hermano en su modo posesivo, listo para enfrentarse al Rey del Infierno para proteger mis sentimientos. Joder, le amaba tanto, tanto, y él me amaba a mí. Lo hacía, él también me amaba.

But I'll never do it better than I do it with you, 
So long - So long - I would do anything for love, 
I would do anything for love

-“Tranquilo hermano mayor, no era mi intención enojar a nadie. Te lo dije, solo vine a ver si alguno de los dos seguía aguantando por aquí”
-“Bueno, ya lo sabes. Seguimos vivos y creo que cuenta como aguantar, considerando la circunstancias”- respondí, intentando quitarme lo horriblemente mal que me sentí al escuchar el nombre de Jessica en la boca de Crowley. El pensar que ella estaba en el Cielo con personas a las que quería me consolaba, lo suficiente para calmar, al menos algo de mi enojo- “¿Dónde has estado? ¿Qué has visto?”

-“En todas partes Sam. He estado en todo el mundo. Algunos lugares son peores que otros, pero básicamente es un montón de mierda hasta las rodillas sin importar en donde mires. Sin luz, sin comida fresca, sin agua limpia, sin un lugar donde la gente no se asesine a sangre fría por cosas”- debió reconocer mi expresión ansiosa porque continuó- “Ah, ahí está el inteligente, el cerebro tan grande como esa mata de pelo, ¿lo descubriste, cierto? Una útil fuente de información justo aquí, en el demonio rastrero que soy”- respondió con una sonrisa.

Y tenía razón, por supuesto. Nadie sabía nada de lo que estaba sucediendo fuera de su directo campo de visión, porque no había comunicación, ni manera de verlo, no había pantallas de CNN con reporteros valientes reportando desde las líneas del frente, con cintillas pasando a través de la parte inferior, dándote fragmentos de otras noticias.

Dean preguntó incrédulo- “¿Y vas a compartir esa información con nosotros? ¿A cambio de qué? Ya dijiste que no puedes conseguir nuestras almas de vuelta”

-“Por nada Dean. Por nada. Porque quiero, porque puedo. Porque  en la parte blanda del corazón de monstruo que tengo, me he apegado un poco a ustedes con los años. Realmente no importa. Pero si tienen preguntas, dímelas y las responderé, si puedo”
Salté de inmediato, por supuesto. Primero lo primero- “¿Cuántos quedamos?”

-“Oh bastantes. Casi mil millones, supongo”

Dean y yo nos miramos con expresión confundida e incrédula, entonces de miramos a Crowley- “¿Bastantes? ¿Eso es bastantes? ¡Es menos del 20% de la población mundial hace cuatro años! Jesús, joder, sabía que era malo pero…”

-“Si lo sé, suena horrible y antes de que todo se nivele serán menos. Sin embargo, después de un tiempo, serán más de nuevo. El mundo será un lugar diferente. Pero aún seguirá aquí, para que quienes queden hagan lo que quieran con él. No lo olviden, soy mucho más viejo de lo que creen. La población de la tierra, animal y humana, ha sido diezmada antes, algunas veces por circunstancias naturales. Otras, en el caso de los humanos, por su propia estupidez. Tal vez ya no cometerán los mismos errores de nuevo”

-“¿Nivelarse?”- preguntó Dean claramente intrigado- “¿Quieres decir que las cosas llegarán a un tipo de línea base, del tipo esta es la nueva normalidad?”

-“Eso creo. Aunque será en un tiempo, no podría decirles cuanto, pero no será durante la noche”
Pensé que ese sería buen momento para averiguar si mi teoría era correcta- “¿Sabes si las luces aun funcionan al oeste? ¿La electricidad?”

-“Si, buena suposición, Alce. La presa Hover. Al menos por ahora, el camino a las Vegas aún sigue iluminado como si fuera Navidad. Aunque no creo que las ratas y cadáveres estén jugando mucho al blackjack en estos días. Pero si, todo por allá, en unos cuantos lugares en Arizona, partes de Nevada y California, más gente está viva e incluso saludable a causa de la electricidad. El agua aún es mala, pero si tienes los medios para hervirla es mucho más segura para ti. No estoy diciendo que sea bonito, pero al menos tienen eso. No hay manera de saber cuánto durará, por supuesto”

Por un momento di un suspiro de alivio. Si con el viaje al oeste no íbamos a conseguir algo, entonces habríamos sacrificado demasiado para nada.

-“Así que tal vez estemos a salvo ahí por un tiempo si podemos hacerlo, Sam ¿Cierto Crowley?”

Crowley respondió a la pregunta de Dean con la insinuación de una sonrisa detrás de su voz- “No hay más ‘seguridad’. Puedo decírtelo sin dudas. La gente sigue matándose los unos a los otros, muriendo por enfermedad y hambre cada día, incluso por ahí. Pero ustedes preferirán estar el oeste de los Estados Unidos en lugar de Haití o Rusia en estos momentos, al menos tendrían una oportunidad. Especialmente ustedes dos. Tienen armas, supongo que probablemente serán cazadores decentes, ya saben, como para cazar comida. En estos tiempos tal vez querrían agradecer a su Papi por las habilidades de supervivencia que les enseñó.




Dean se tensó de nuevo y Crowley alzó las manos en un gesto de paz- “Lo siento, lo siento. No volveré a mencionar a alguien que ustedes conozcan, ¿de acuerdo? De todas maneras, tengo que irme. Tal vez nos veamos otra vez. Algo más antes de que me vaya, si ahí es a donde se van a dirigir, vean si pueden abastecerse de repelente de insectos”

Ambos clavamos en él una mirada confundida antes de que se explique- “El virus del Oeste del Nilo. Un repugnante brote en California, expandiéndose a Nevada, Arizona y también a Nuevo México. Los mosquitos ya no son sólo una pequeña plaga” 

wincest, Traducción, It’ll All Turn To Dust

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