He leído los diez tomos que conforman esta magnífica historia además del tomo "Noches Eternas", el preludio de los siete eternos que pueblan el universo del Dador de Forma. Creo que ha sido lo mejor que he leído nunca.
Hace ocho años leí, por primera vez, la saga "Fundación" de Isaac Asimov y consideré que era lo mejor que había leído hasta la fecha. A lo largo de esos ocho años que me separan de ese momento he leído piezas que me hacían recordar lo que había sentido con la fundación: "El Alquimista" de Paulo Coelho me dejó el mismo sabor dulce en la boca, "Los Pilares de la Tierra" me recordó la sencillez y a la vez la inmensidad de la narración y así otras obras concretas. El año pasado leí "La Fundación" de Buero Vallejo y me maravilló, así como "La Verdad sobre el Caso Savolta", pero no fue hasta este año cuando una obra abrazó a la obra de Asimov quedándose justo ante su posición. Y esa obra fue "V de Vendetta". Carecía del vasto marco que sí poseía Fundación, pero tenía un personaje con tanto carisma como Trevize como el Mulo, como Mallow y era V. Tenía discursos tan emotivos y conseguidos como los que mantenían los Oradores, como los que mantenían Trevize y Pelorat: el que mantiene V con la "Justicia", el monólogo ante los medios, la exposición de todo el trasfondo a Evey... todos ellos sorprendentes, envolventes. Pensé, entonces, que, durante bastante tiempo, no encontraría nada similar. Pero esa espera duró muy, muy poco y poco más de un mes después empecé a leer The Sandman.
Me sorprendió, Neil Gaiman utilizaba un estilo muy similar al que utilizaba yo para contar las cosas, exponía una visión bastante similar a la que mostraba yo en mis relatos, y muchas de mis ideas también las vi plasmadas. Eso a la vez que me gustó me hizo sentir impotente, él escribía mi estilo y lo hacía mejor. Bueno, yo escribía su estilo antes de haberlo conocido, no sé... me pareció absurdo intentar alcanzarlo, era sublime. En fin, debo reconocer que tanto el desarrollo de la historia, como ciertos diálogos, como la idea de que el dibujo plasme la etapa del sueño, más sólida al principio y cerca del despertar y más cambiante cuanto más lejos de ambos puntos son sencillamente magistrales. Este post es un sencillo homenaje a la obra que ha desbancado a la "Fundación" de esa destacada posición que ocupó durante tanto tiempo y ante tantas pruebas.