De todo un poco... vida y milagros... y series.
ºSiempre que actualizo el LJ, me prometo a mí misma, que no tardaré tanto en volver a actualizar. Pero nunca lo cumplo y tardo meses en pasar de nuevo por aquí. Como realmente no sé si alguien me sigue leyendo o no, pues como que lo voy dejando pasar, así que digo que podríais dejarme un comentario para decir "ey! seguimos vivas y seguimos entrando en livejournal!" o "deja ya de darnos la murga con tus tonterías y no actualices más" lo que sea, pero hacedme saber que alguien de mi flist vive.
En fin, en estos meses han pasado muuuuchas cosas. Los que me tenéis en twitter ya sabéis que este verano me fui a hacer el Camino de Santiago. Sólo fueron cinco etapas porque salí desde Sarria (Lugo), pero ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida y que pienso repetir en los próximos años. Pude conocer un montón de gente de toda España y del otro lado del charco (¡nuestra querida Anastacia, alias "New Jersey"!), vi mogollón de templos románicos que para mí era muy importante, ya que en el sur no tenemos arte de esa estilo y lo más importante, que tuve tiempo de sobra para reflexionar conmigo misma sobre mi presente y mi futuro.
Si tenéis la oportunidad, os recomiendo que lo hagáis alguna vez en la vida, porque es una de las mejores experiencias que se pueden vivir.
Y bueno, en estas últimas semanas he vivido una experiencia bastante durilla. Me tuve que hacer cargo de la perra de mi hermano, Dana. Una preciosa perrilla cruce de pastor belga, pero mi otra perra no la aceptaban y la convivencia en casa era imposible, así que tuve que buscarle un hogar a Dana y me ha costado muchísimo separarme de ella. Tengo la tranquilidad de que su nueva dueña tiene una parcela enorme en la cual mi perra puede correr libremente y ser feliz y lo más importante, es una señora amante de los animales que se desvive por mi perra, de hecho me envía fotos casi cada día. Aún así, la echo mucho de menos. Ojalá nunca tenga que volver a tener que entregar a uno de mis perros, porque se pasa terriblemente mal.
Por otro lado, como ya sabéis mis twitteras, tengo trabajo. Durante seis meses, en la oficina de turismo de mi ciudad. No es el trabajo de mi vida, pero estoy contenta de al menos ser mileurista y de trabajar en algo relacionado de alguna forma con mi profesión.
Empiezo el lunes y estoy muy nerviosa, pero expectante ante las posibilidades que este trabajo me va a ofrecer.
En cuanto a las series, pues True Blood terminó justo con el final que yo temía.
Mataron a Bill... porque él quiso morir y paradójicamente, recuperar así su humanidad. Y por supuesto, fue Sookie, su gran amor, a quien pidió que pusiera fin a su "vida". ¿Qué puedo decir? Pues que me enfadé un montón cuando lo vi y lloré muchísimo, ya que yo sólo esperaba un final en el que mi Bill fuese feliz, pero ahora, visto después de varios meses, creo que el final fue el más adecuado. Bill no podía terminar con Sookie, que es quizás lo que él más anhelaba, porque hubiese llegado un momento en que ella hubiese envejecido y muerto y él tendría que sobrevivirla. Pero sobre todo, porque era un hombre cansado que deseaba volver a sentirse humano. Creo que quizá toda la serie estuvo preparando al personaje para ese fin. Eso no quita para que las tres últimas temporadas fuesen un peñazo y una auténtica paranoia, pero supongo que por Stephen Moyer merecía la pena tragarse cualquier cosa.
Y he abandonado The Good Wife. Sí, abandoné la que sigo pensando que es la mejor serie que hay hasta el momento, pese a ir ya por su 6ª temporada. Pese a la muerte de Will, seguí enganchada porque la temporada comenzó muuuuy fuerte, centrada en mi querido Cary, con Diane y un grupo de abogados de Lockart&Gardner, marchándose al buffete de Cary y Alicia, con Eli presionando a Alicia para que se presente a fiscal y Cary en la cárcel y Kalinda haciendo lo imposible por sacarle de ahí... vamos, que la temporada prometía... hasta que la semana pasada nos dijeron que Archie Panjabi abandonaría la serie esta temporada y Kalinda, uno de los mejores personajes de la televisión nos diría adiós. Y yo no puedo soportar eso, ya me quitaron a Will y no puedo seguir viendo la serie si me quitan también a Kalinda, así que con todo el dolor de mi corazón, le he dicho adiós desde ya, al igual que hice en su día con House.
Cada vez que me ocurre algo así con una serie, me replanteo si debo volver a engancharme en otra, pero como soy seriéfila hasta la médula, siempre termino cayendo.
The Fall. Cinco capítulos que he disfrutado tanto, tanto, TANTÍSIMO, que estoy mordiéndome ya las uñas esperando la segunda temporada. ¡Qué maravilla de personajes, de actores, de guiones! Esperas ver la típica serie policíaca y te encuentras con una obra maestra. Jamie Dornan y Gillian, se salen y la trama es para quitarse el sombrero, sobre todo porque a diferencia de otras series del mismo género, desde el minuto 1 sabes quién es el asesino y ves cómo actúa en su vida diaria y cómo comete sus crímenes. Me alegro muchísimo que nuestra Gillian haya vuelto a la televisión por la puerta grande.
Y por último, Masters of Sex. No sé si es que la primera temporada aun estaba recupérandome del trauma que me causó Homeland, que no la disfruté como debería, pero lo cierto es que esta segunda temporada ha sido apoteósica, en todos los sentidos. La pareja Bill-Virginia (o Michael-Lizzy) es como una droga que te engancha y te atrapa, sin dejarte posibilidad de escapatoria. No se aman, pero se necesitan y su relación está llena de secretos que podrían destruir a ambos. Y luego están las historias secundarias, el personaje de Lillian que me hizo llorar con su muerte; Betty, que es fantástica; Libby y esa pasión desbordante que siente por Robert... increíble. Es una serie brillante, que espero que no alarguen demasiado porque podría ser destrozada.
Este es mi resumen de mi vida friki y no friki. No sé cuánto tardaré en volver por aquí, pero espero que me dejéis algún comentario de vez en cuando, aunque sólo sea para saber que seguís vivas.
En fin, en estos meses han pasado muuuuchas cosas. Los que me tenéis en twitter ya sabéis que este verano me fui a hacer el Camino de Santiago. Sólo fueron cinco etapas porque salí desde Sarria (Lugo), pero ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida y que pienso repetir en los próximos años. Pude conocer un montón de gente de toda España y del otro lado del charco (¡nuestra querida Anastacia, alias "New Jersey"!), vi mogollón de templos románicos que para mí era muy importante, ya que en el sur no tenemos arte de esa estilo y lo más importante, que tuve tiempo de sobra para reflexionar conmigo misma sobre mi presente y mi futuro.
Si tenéis la oportunidad, os recomiendo que lo hagáis alguna vez en la vida, porque es una de las mejores experiencias que se pueden vivir.
Y bueno, en estas últimas semanas he vivido una experiencia bastante durilla. Me tuve que hacer cargo de la perra de mi hermano, Dana. Una preciosa perrilla cruce de pastor belga, pero mi otra perra no la aceptaban y la convivencia en casa era imposible, así que tuve que buscarle un hogar a Dana y me ha costado muchísimo separarme de ella. Tengo la tranquilidad de que su nueva dueña tiene una parcela enorme en la cual mi perra puede correr libremente y ser feliz y lo más importante, es una señora amante de los animales que se desvive por mi perra, de hecho me envía fotos casi cada día. Aún así, la echo mucho de menos. Ojalá nunca tenga que volver a tener que entregar a uno de mis perros, porque se pasa terriblemente mal.
Por otro lado, como ya sabéis mis twitteras, tengo trabajo. Durante seis meses, en la oficina de turismo de mi ciudad. No es el trabajo de mi vida, pero estoy contenta de al menos ser mileurista y de trabajar en algo relacionado de alguna forma con mi profesión.
Empiezo el lunes y estoy muy nerviosa, pero expectante ante las posibilidades que este trabajo me va a ofrecer.
En cuanto a las series, pues True Blood terminó justo con el final que yo temía.
Mataron a Bill... porque él quiso morir y paradójicamente, recuperar así su humanidad. Y por supuesto, fue Sookie, su gran amor, a quien pidió que pusiera fin a su "vida". ¿Qué puedo decir? Pues que me enfadé un montón cuando lo vi y lloré muchísimo, ya que yo sólo esperaba un final en el que mi Bill fuese feliz, pero ahora, visto después de varios meses, creo que el final fue el más adecuado. Bill no podía terminar con Sookie, que es quizás lo que él más anhelaba, porque hubiese llegado un momento en que ella hubiese envejecido y muerto y él tendría que sobrevivirla. Pero sobre todo, porque era un hombre cansado que deseaba volver a sentirse humano. Creo que quizá toda la serie estuvo preparando al personaje para ese fin. Eso no quita para que las tres últimas temporadas fuesen un peñazo y una auténtica paranoia, pero supongo que por Stephen Moyer merecía la pena tragarse cualquier cosa.
Y he abandonado The Good Wife. Sí, abandoné la que sigo pensando que es la mejor serie que hay hasta el momento, pese a ir ya por su 6ª temporada. Pese a la muerte de Will, seguí enganchada porque la temporada comenzó muuuuy fuerte, centrada en mi querido Cary, con Diane y un grupo de abogados de Lockart&Gardner, marchándose al buffete de Cary y Alicia, con Eli presionando a Alicia para que se presente a fiscal y Cary en la cárcel y Kalinda haciendo lo imposible por sacarle de ahí... vamos, que la temporada prometía... hasta que la semana pasada nos dijeron que Archie Panjabi abandonaría la serie esta temporada y Kalinda, uno de los mejores personajes de la televisión nos diría adiós. Y yo no puedo soportar eso, ya me quitaron a Will y no puedo seguir viendo la serie si me quitan también a Kalinda, así que con todo el dolor de mi corazón, le he dicho adiós desde ya, al igual que hice en su día con House.
Cada vez que me ocurre algo así con una serie, me replanteo si debo volver a engancharme en otra, pero como soy seriéfila hasta la médula, siempre termino cayendo.
The Fall. Cinco capítulos que he disfrutado tanto, tanto, TANTÍSIMO, que estoy mordiéndome ya las uñas esperando la segunda temporada. ¡Qué maravilla de personajes, de actores, de guiones! Esperas ver la típica serie policíaca y te encuentras con una obra maestra. Jamie Dornan y Gillian, se salen y la trama es para quitarse el sombrero, sobre todo porque a diferencia de otras series del mismo género, desde el minuto 1 sabes quién es el asesino y ves cómo actúa en su vida diaria y cómo comete sus crímenes. Me alegro muchísimo que nuestra Gillian haya vuelto a la televisión por la puerta grande.
Y por último, Masters of Sex. No sé si es que la primera temporada aun estaba recupérandome del trauma que me causó Homeland, que no la disfruté como debería, pero lo cierto es que esta segunda temporada ha sido apoteósica, en todos los sentidos. La pareja Bill-Virginia (o Michael-Lizzy) es como una droga que te engancha y te atrapa, sin dejarte posibilidad de escapatoria. No se aman, pero se necesitan y su relación está llena de secretos que podrían destruir a ambos. Y luego están las historias secundarias, el personaje de Lillian que me hizo llorar con su muerte; Betty, que es fantástica; Libby y esa pasión desbordante que siente por Robert... increíble. Es una serie brillante, que espero que no alarguen demasiado porque podría ser destrozada.
Este es mi resumen de mi vida friki y no friki. No sé cuánto tardaré en volver por aquí, pero espero que me dejéis algún comentario de vez en cuando, aunque sólo sea para saber que seguís vivas.