Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, o mejor dicho, que tenía que ir a un congreso a Salamanca (que ya lo contaré otro día porque esta entrada va a ser only freak), este finde pasé por Madrid e improvisamos una mini kdd con
sramulder anascully alderaan_ y
caris_bennet. A
sramulder hacía un año que no la veía y a
anascully creo que 3 por lo que me encantó reencontrarme con ellas y conocer a
alderaan_ y
caris_bennet que son unas chicas majísimas.
Y cuando hay una reunión de frikis, ¿qué se hace? Pues frikear. Vimos Castle, criticamos la nula escasa química que tienen Stana y Nathan; rememoramos buenos momentos de XF y criticamos XF2, las chicas me contaron lo encantador que es Frankie y Cris aprovechó para darme el autógrafo que le firmó para mí (gracias, guapi!), en un chino nos pusimos un pelín histéricas rememorando cómo nos la metieron doblada con el final de la 5ª de House y de Bones y las chicas consiguieron que viese el primer capítulo de Veronica Mars y al día siguiente Cris logró su anhelado objetivo: vi Bones por primera vez en mi vida. Y no un capítulo, ¡¡dos!! No me atreví a decirlo en su presencia, pero ahora tengo que hacer una pequeña confesión: me gustó mucho más Veronica Mars, peeeero (antes de que me intentes matar a distancia, Cris), prometo que daré otra oportunidad a Bones, que no me dejó con mal sabor de boca.
Así que ya tengo dos series más para descargarme en cuanto tenga algo de tiempo libre.
Y dejo ya de hablar de la kdd friki porque yo venía a hablar de otra cosa. No de mi libro, que no soy Paco Umbral, pero sí de la serie que me tiene completamente loca porque es la perfección en estado puro.
¿Alguna vez habéis seguido una serie donde todos los personajes tengan tantísima química que shippeéis a todos con todos? Pues yo sí: THE GOOD WIFE.
La que empezó perfilándose como una serie más de abogados con una protagonista cuarentona que intentaba recuperar su vida tras veinte años de matrimonio con un marido putero y corrupto, está en mi top 5 de series absolutamente imprescindibles. De momento ya ha escalado al tercer puesto, por detrás de X Files y House, pero si sigue siendo tan genialosa como hasta ahora, no puedo negar que posiblemente desbanque al doctor (puedes matarme, Ana, pero no me harás cambiar de opinión :P).
En el terreno amoroso y/o sexual, sólo shippeo a dos parejas propiamente dichas, Will/Alicia, Cary/Kalinda, pero eso no evita que me vuelva loca la complicidad de Diane y Will, los momentos en el bar de Kalinda y Alicia o las discusiones de Eli y Jackie Florrick. Y os aseguro que la emoción que siento con cada una de esas escenas es la misma que puede sentir un shipper cuando su OTP se besa por primera vez. ¡Por Dios! ¡Si hasta he shippeado a la suegra de Alicia con su cuidador portorriqueño cuarenta años más joven! Y ya no sé si es que estoy enferma o que realmente los personajes son tan buenos y los guiones tan bien escritos, que no puedes evitar que su química traspase la pantalla y sólo quieras ver una escena de ellos, sean quienes sean y de todas las combinaciones posibles: Will y Alicia, Alicia y Cary, Alicia y Kalinda, Alicia y Eli, Eli y la señora Florrick, Eli y Diane, Diane y Will, Diane y Kurt (le echo de menos L), Diane y Alicia, Kalinda y Will, Elsbeth y Alicia, Elsbeth y Eli, Cary y Kalinda…
Una vez leí una entrevista en la que preguntaban a Archie Panjabi por esa química que tenía su personaje con Alicia, Will y Cary y ella respondió que todo se debía a que desde el primer momento habían conectado todos los actores y se sentían como una gran familia. Es posible que el buen rollo en el set (contrastado, por otro lado) ayude muchísimo, pero creo que no es suficiente. La química se tiene o no se tiene y eso depende mucho de las personas, así que creo que el mérito es de los directores de cast, por haber elegido a unos actores que conectaban entre sí.
La verdad es que no sé por qué adoro tanto a los creadores de esta serie, cuando en cada capítulo me dan una de cal y otra de arena. En todo lo que llevamos de temporada, se las han arreglado para que abandonase mis shippers principales, dándome dosis más que suficientes de Peter/Alicia, que todo sea dicho, me da bastante grima. Creo que son los únicos que no conectan, pueden ser geniales como padres e incluso como camaradas de campaña, pero por más que ahora intenten darle vidilla a su matrimonio en stand by a base de cuatro revolcones, me siguen pareciendo la típica pareja aburrida que ya no tiene más que decirse. Aparte el actor que hace de Peter no me gusta nada. Y claro, tanta escena del matrimonio Florrick me tenía un tanto quejumbrosa, para qué negarlo. Sólo Cary y Kalinda, que cada vez compartían más momentos juntos, aunque sólo fuese como compañeros de trabajo, suplían mis ansias de shipper enfurecida.
Y es que estos dos me tienen loca. ¡A mí! ¡Que en un primer momento no les shippeé porque ni siquiera me caían bien, ahora me muero de amor con cada escena juntos! Cada mirada que se echaban, cada sonrisa, ¡Joder! ¡Si hasta creo que Kalinda ha sonreído más de lo que lo ha hecho en toda la serie! Y aunque los guionistas nos hayan hecho un Mulder/Scully en el capítulo anterior (“Hacer un Mulder/Scully”: dícese de la putada que hacen los guionistas a los fans con su OTP, cuando éstos se lían y no muestran absolutamente nada a cámara ¬¬), ¡¡SE HAN LIADO!! ¡¡YA!! ¡¡AL FIN!! ¡¡DESPUÉS DE CUATRO TEMPORADAS KALINDA DEJÓ DE RESISTIRSE A LOS ENCANTOS DE CARY!!
Si es que el que la sigue la consigue :D y conste que soy muy consciente de que esa relación no tendrá futuro más allá de un par de revolcones porque entre ellos lo que hay es una tensión sexual brutal pero no creo que derive en complicaciones de tipo emocional. Aun así, ¿qué más da? Aunque sólo sea por cuatro escenas de ellos intentando evitarse y echando fuego cuando coincidan en el ascensor (Ay. Bendito ascensor. ¡Cuanto da de sí!), merecerá la pena. Y es que en esta serie no te planteas ni sufres por si los personajes serán felices juntos porque lo realmente importante es su crecimiento individual como personajes, así que te limitas a vivir el momento. Se les shippea y punto.
Además, lo mejor es que Kalinda, sigue siendo ese personaje rodeado de misterio, que cuando crees que vas a conocer algo más de ella, resulta ocurrir todo lo contrario. Como siempre, yo voy al revés del mundo y aunque muchos fans de la serie, se quejaron a los King por la trama del marido de Kalinda, yo lo adoré porque nos permitían conocer más de ella y desvelar las complejidades que encierra el personaje y creo que fue un error cerrar la trama de golpe para contentar a los fans, pues podría haber dado mucho más de sí. ¿Qué habrá hecho Kalinda con él? Pues se intuye a juzgar por la escena final, pero como en esta serie nada ni nadie es lo que parece, no me extrañaría que pronto volviera a aparecer. Y si eso sirve para conocer más sobre su pasado y nos da más escenas de ella con Alicia o Cary, bienvenido sea :D
Se nota que adoro a Kalinda, como pocas veces he adorado a un personaje, ¿verdad? ¡Es que es la puta ama! Misteriosa, reservada, aparentemente sin escrúpulos, que se atreve a hacer lo que nadie haría, pero con su talón de Aquiles… es de esos personajes que siempre te dejan con ganas de más y aunque protagonizase veinte mil escenas, siempre te parecerían insuficientes. De verdad, ¿hay algún seguidor de TGW que no adore a Kalinda? Yo no lo conozco J
Pero esta serie no es sólo Kalinda. Está Will que pese a su puntito canalla, se le nota a leguas que está enamorado de Alicia desde la Universidad. ¡Ay! ¡Con qué ojillos la mira! Y es tan bien perfilado, que he terminado adorando sus momentos con Amanda Peet (sí, la tengo en la serie ¬¬) aunque muchos la vean como una rival de Alicia; y sobre todo, adoro su camaradería con Diane, su unión para salvar el bufete del fideicomiso y los juegos sucios empleados para mantenerse a flote.
¿Y qué decir de Alicia, la prota de esta historia? Pues aunque odio que haya medio vuelto con Peter, me encanta la evolución mostrada por su personaje. ¿Quién no recuerda a aquella Alicia tímida, dolida, humillada de la primera temporada? Una Alicia que no se atrevía a levantar la voz y ahora ha tomado las riendas de su vida, llegando a confesar abiertamente a cámara que es atea, pese al perjuicio que pueda ocasionarle a la carrera política de Peter (ya sabéis como es la sociedad estadounidense, tendrían antes a un presidente musulmán que a un ateo). Eso por no hablar de su enfrentamiento con Eli para proteger la privacidad de sus hijos o su propia independencia. Y ahora está de nuevo su “relación con Will”, que viene a confirmar el dicho de mi abuela: “donde hubo fuego, quedan rescoldos”. Se besaron en un momento de máximo cabreo y aunque ahora hayan decidido ser amigos, no dejan de huir el uno del otro y sobre todo de los ascensores. ¡Ay! Vuelvo a repetirlo: ¡Benditos ascensores! Veremos a ver lo que les dura la “amistad”.
En fin, que como podéis ver, estoy loca por esta serie, porque aunque vaya ya por su cuarta temporada, rara vez me aburre, ya que aunque a estas alturas los casos puedan flojear, tiene unos guiones tan tan inteligentes y unos personajes tan brillantes, que salvan cualquier capítulo y lo elevan a los altares.
Una serie que si no es de 10, sí de 9’5.
La recomiendo.