Una española friki en París (I)

Mar 31, 2012 19:45

Hace más de un mes que os debía una entrada para contaros mi aventura parisina...
Lo sé, debería haberlo hecho antes, pero entre que soy vaga y que tengo las fotos repartidas en varios discos duros, nunca veía el día de escribirla y subir fotos.

Tengo que decir antes de nada, que me gustó mucho más Londres que París. Tal vez porque en Londres cumplí mi sueño de conocer a Gillian (aunque iba con la incertidumbre de no saber si podría verla) o porque estaba en mejor situación económica, no sé... lo cierto es que París, exceptuando los lugares que visité, como ciudad no me gustó nada. Es enorme y muy agobiante y para mí que estoy acostumbrada a ir caminando de una punta a otra de la ciudad, tener que coger el metro (con el consiguiente sablazo) para ir a todos lados, me agobiaba muchísimo. Aparte, es una ciudad muy sucia y los parisinos fueron por lo general muy antipáticos.


Para empezar, el viaje de ida fue bastante malo porque hubo muchas turbulencias durante el vuelo y lo pasé bastante mal (odio volar) y luego nada más llegar nos topamos con la barrera del idioma, que muchos parisinos ni siquiera hablaban inglés (luego dicen que nosotros no sabemos idiomas¬¬) y encima la de la oficina de turismo no quiso explicarnos nada y sólo le faltó echarnos de la oficina.
Menos mal que en el punto de información encontramos una chica muy maja que medio hablaba español y allí pudimos comprar las entradas para Eurodisney y nos explicó más o menos como movernos por la ciudad.
Desde el aeropuerto de Orly a Bastille, que era donde estaba nuestro apartamento, tuvimos que tomar el cercanías y luego perdernos por el laberinto del metro de París, que además de asqueroso y caro, te hacían picar 20 veces.
Pero, hubo algo bueno y es que justo a la salida del metro para llegar a nuestro alojamiento, me encontré con este poster de Hugh:




Sale guapísimo y todos los días, cuando tomaba el metro y pasaba por el cartel, pensaba "mañana me tomo una foto con él". Al final no lo hice.

En cuanto a nuestro apartamento, estaba genial, tal y como lo vimos en las fotos de la agencia con la que lo contratamos. Aunque cuando entramos en el edificio nos temimos lo peor porque era un edificio muy muy viejo y no estaba reformado y pensamos que nos habían timado, pero cuando abrimos la puerta y lo vimos... Waaa todo de Ikea y monísimo!! Además tenían calefacción en todas las habitaciones y se estaba muy calentito.

Después de llegar y soltar las maletas, yo me eché un ratito porque no había dormido nada en toda la noche y cuando no duermo, me mareo y me pongo bastante mal. Mientras, mis amigos fueron a comprar a un Carrefour donde descubrieron que en Francia 200g de pechugas de pollo costaban 7€.

Después de comer a las tantas, nos fuimos a ver la Catedral de Notre Dame porque la misa empezaba a las 18.30 y nos negábamos a pagar por entrar en la casa del Señor. Así que nada, otra vez al metro y cuando salimos, esto fue lo primero que vieron mis ojos:




Es enorme y preciosa!! Y dentro viví una de las experiencias religiosas más fuertes que he vivido nunca... ver el momento de la Consagración frente al altar, con ese impresionante rosetón enfrente, el olor a incienso... Increíble! Lo que no nos gustó nada es que nos cobrasen una pasta por encender velitas, así que mi amigo y yo las encendimos by the face XDD

Y después de eso paseamos un ratito por el Sena y por las calles aledañas a la Catedral, pero nos fuimos prontito porque estábamos super cansados y muertos de frío.

Al día siguiente, salimos a las tantas, aunque esa sería la tónica del viaje. Y no porque fuésemos con horario español, si no porque uno de los chicos tardaba más de una hora en arreglarse y siempre teníamos que esperarle¬¬

Ese día lo pasamos en Eurodisney, nos colamos en el cercanías para ir hasta el parque (y para volver XDD) y estuvieron a punto de timarnos porque éramos guiris.




Cuando vi el Castillo de Cenicienta casi me vuelvo loca!! Tenía tantas ganas de verlo... pero no lo ví :( porque los demás se empeñaron en ir al parque de los Estudios porque era el que tenía atracciones para adultos y tonta de mí que no me informé y hasta que no llegamos no me enteré que no iba a ver ni a Mickey ni a ninguno de los personajes Disney.
Total, que me gasté 53€ (que era lo que valía la entrada) casi para nada porque tenías que hacer una hora de cola en cada atracción y como llegamos tarde apenas si pudimos entrar en tres. Además, a mí lo que me hacía ilusión era abrazar a Mickey, hacerme una foto con él, ver los castillos de las pelis de mi infancia y me decepcionó mucho no poder hacerlo.
Sólo se me pasó el cabreo cuando me monté en una montaña rusa y me dio un subidón de adrenalina. Aunque para mis amigos eso fue lo peor de todo, porque nosotros no sabíamos que era una montaña rusa (el vagón estaba dentro de un recinto cerrado y no se veía lo que había) y por lo visto hasta anduvimos bocabajo varias veces, yo no llegué a saberlo porque cerré los ojos en cuanto el vagón arrancó a toda pastilla y pasé los 5 minutos más angustiosos de mi vida creyendo que me iba a soltar y saldría volando en algún momento. De hecho al bajarnos olía a vómito, así que fijo que alguien vomitó y todo.

La mañana siguiente amaneció nublada aunque no hacía frío, así que nos fuimos al cementerio de Pere Lachaise. Antes habíamos leído la historia del poeta Victor Noir y la tradición en torno a su tumba, así que paramos en una floristería, regateamos con el floristero y las tres chicas salimos de allí con nuestra rosa para el poeta.
El Cementerio nos gustó mucho (aunque no suela ser una expresión que vaya mucho con un cementerio). Porque los cementerios de allí no tienen nada que ver con los de aquí, había tumbas que parecían auténticas obras de arte y además al estar nublado, te recordaba un poco a ciertas películas de terror.
Nos encantó la zona donde están enterrados los egiptólogos, de hecho nos hicimos una foto en la tumba de Champollion (quien tradujo la Piedra Rossetta) y también nos gustaron mucho los monumentos a los judíos muertos a manos de los nazis, pusimos varias piedras en sus tumbas, emulando a La lista de Schindler, Y lo más sorprendente es que buscando la tumba de Edith Piaf, dimos con la Largo Caballero!
Nos sorprendió muchísimo porque no sabíamos que estaba enterrado allí, de hecho en el mapa del cementerio donde venían las tumbas más famosas, ni siquiera aparecía. Nos dio mucha pena que estuviese allí tan olvidado, así que le canté La Internacional antes de irme XDD
Luego fuimos a visitar al poeta y cumplir con el ritual. Aquí estoy besándole XD




Una vez en casa celebramos el cumple de una de las chicas que cumplía años ese día y ya por la tarde nos fuimos a ver la Torre Eiffel. En verdad nuestro plan era verla de día, pero lo hicimos de noche y no nos arrepentimos.
Antes de llegar a la Torre Eiffel, como no cabíamos en el metro porque iba hasta arriba, un chico y yo nos subimos en un vagón y los demás en otro, pero éstos se despistaron y no se bajaron cuando tocaba y al final terminamos este chico y yo llegando a la Torre Eiffel.

También me la topé nada más salir del metro y me quedé impresionada, sobre todo porque no esperaba que fuese tan alta y tan grande, era impresionante!! Al final nos encontramos todos bajo la Torre y tuvimos que hacer una cola enorme y pasar muchísimo frío y pese a que sólo pudimos subir hasta el segundo piso porque arriba del todo estaba cerrado, mereció la pena. Ver París desde allá arriba... wow!! Fue increíble! Y me alegré muchísimo de que no nos hubiesen dejado subir hasta la última planta porque tengo pánico a las alturas y creo que me hubiese dado algo subir tan alto.




Una foto no puede captar cuán impresionante es...

Y lo dejo aquí porque creo que la entrada me saldrá muy larga, así que hago otra y os sigo contando, que aun queda lo mejor del viaje: el Louvre!

diario de París

Previous post Next post
Up