PARA MARÍA
María... mi tocaya, mi amiga, la única persona capaz de entenderme. Para ella va este post. Para ti, talentosa María. Increíble María.
María, María de la O, la que todo lo comprende, la que es capaz de empatizar con cualquier ser humano de este mundo. María, María... María es capaz de utilizar el dolor que lleva dentro para entender a los demás. Porque ella, María, mi tocaya, mi amiga, no es feliz. No le van bien las cosas, no le va bien el corazón, se siente sola, no tiene ánimos y, sin embargo, siempre encuentra palabras de consuelo para mi, la otra María. Ambas llevamos un pesado fardo en nuestras espaldas, y carecemos de cosas tan esenciales como la de que alguien a quien queremos, nos quiera. Tan sencillo y complicado como eso. Tan importante y vital como eso.
Resulta que ella, una persona sensible e inteligente, con un agudo sentido del humor, con clase, con alma, con cultura y con fuerza, está sola. Y hablo de la soledad de pareja, que es la que finalmente importa, la que te llena, la que te completa, la que te hace sentir persona y mujer. La que te emociona. María, amiga del alma... mereces que llegue un hombre que le dé sentido a tu vida y que esté a tu altura. Ya sé que remiendas las carencias como puedes, pero lo necesitas. Y lo mereces. Mereces a alguien que te valore tal y como eres, mereces dulzura, cariño, apoyo, fuerza, un cuerpo y un alma que te adoren sin reservas. Lo mereces todo, porque lo vales todo.
No sé por qué las mejores personas que conozco están solas. No lo entiendo, no me lo explico, y me rebelo contra ello. De todos modos, María, siempre estaremos las dos por aquí, intentando sobrellevar esta vida perra que nos ha tocado vivir.
Y ahora, dentro de mi angustiosa y desesperanzada soledad, ¡BRINDO POR TI!, deseando que encuentres lo que quieras. Deseándote lo mejor.
Esto es para tí. No te pierdas la película, está grandioso Jeff Bridges.
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